La resignificación y reapropiación del graffiti: “No me baño”
Enviado por Marina Giugovaz • 7 de Diciembre de 2019 • Monografía • 2.802 Palabras (12 Páginas) • 159 Visitas
INTRODUCCIÓN:
Iniciaremos presentando el hecho social que hemos elegido para analizar y desarrollar: La resignificación y reapropiación del graffiti: “No me baño”.
Hace tiempo que el arte se apoderó de la ciudad. Paredes, posters y portones son como un lienzo en blanco para los artistas callejeros. El surgimiento de una nueva frase que viene circulando hace varios meses, se apoderó de la Ciudad de Buenos Aires. Tuvo su inicio por un grupo de artistas skaters que empezó a utilizar los diferentes espacios públicos para pintar su nombre en la mayor cantidad de lugares posibles. Comenzó como una simple manifestación de lo que hacían y como se autodenominaban, que terminó siendo tomada por diferentes personas por fuera de su grupo. Al ver estos graffitis los tomaban como propios y realizan resignificaciones del término. Se pueden apreciar expresiones que hacen referencias a letras de canciones, dedicaciones de amor o rebeldía, acciones políticas y cuestionamientos culturales.
Cada quien tome apropiación de la frase utiliza la libertad de escribir lo que desee con la particularidad de que sea auténtica y tenga una fuerte presencia. Se puede ver una búsqueda autoral donde existe un tipo juego de inventar una nueva significación. Dentro de esta parte, entran en cuestión los espacios públicos y las publicidades; hay relación entre los mismos para que termine siendo un todo.
Otro aspecto que va a ser trabajado, es el anonimato por parte del grupo creador de la frase. Si bien, existen diferentes notas o entrevistas realizadas por algunos de los integrantes; se desconoce la identidad de cada uno de ellos. Prefieren quedar como incógnitos ya que saben que lo que hacen está prohibido frente a la ley. [a]
Por último, encontramos dentro de la reapropiacion de esta frase, la posibilidad de relacionarlo con el Arte Pop. Ya que encontramos la presencia de palabras reconocidas e imágenes populares que separándolas de su contexto y aislándolas o combinandolas con otras logran otra significación. Hay una juego de colores, tamaños, letras, recortes e imágenes que se componen para formar un todo.
A través de diferentes autores y conceptos que abordaremos a lo largo de la monografía, intentaremos entender cómo una frase va circulando y va tomando diferentes sentidos y significados. Analizaremos el por qué y el origen de una expresión social que a día de hoy nos mueve a muchos e incluso llega a conformar un estilo de vida para un amplio público.
DESARROLLO:
Primeramente, creemos abordar este hecho social a través del análisis de la cultura popular, tomando como hecho social la resignificación y reapropiación del graffiti: “No me baño”.
Tomando como autor a M. Bajtín, quien va a definir a la cultura como “un sistema de significados, actitudes y valores compartidos así como de formas simbólicas a través de las cuales se expresa o se encarna”. Creemos que la cultura popular se expresa a través de estos dibujos, frases y trazos.
La cultura produce sentidos, se lleva adelante una práctica social. A través de esta frase, se produce una reapropiación y reinterpretación por parte de las personas. La frase “No me baño”, puesta en el espacio público desencadena sentidos, estos trazos, dibujos y frases pueden llegar a expresar ideas y sentimientos populares. El graffiti tiene algo interesante y raro en cuanto a la tensión entre lo individual y lo colectivo. Porque tiende a ser colectivo en el espacio público, pero todo comienza por la insistencia en el nombre propio, en la individualidad. Con la firma en la calle, evidentemente, hay cierta homogeneidad visual. A partir de ahí lentamente se va buscando el estilo, y se van codificando esquemas gráficos. Están las flechas, los asteriscos, las estrellitas y el tipo de letra, se “inventa” una caligrafía.
La frase va circulando y va tomando diferentes sentidos y significados. Estos hechos, se dan a través de prácticas cotidianas: hay un poderoso elemento de juego que no pertenece estrictamente al dominio del arte (tiene que ver con “el no tener algo que hacer”. La cultura popular no es tanto una exhibiciòn sino una vivencia. Es en realidad la vida misma, es decir, una actividad que ignora toda distinción entre actores y espectadores (las personas no asisten a él, sino que lo viven).
La gente se pregunta qué son esas cosas raras, parecen un lenguaje extraño, que tienen algo de cultura “exclusiva”, dentro de las subculturas jóvenes.
Esta relación que se da entre la obra y el lugar es tan fuerte que se amplía el sentido de aquella acción y que muchísimas veces reverbera a través de los medios de comunicación a todo el mundo de forma patente y memorable. Las personas realizan los graffitis o se encuentran con uno en la calle y se sacan una foto. Luego las suben a las redes con el #Nomebaño. Existe un instagram propio realizado por los mismos creadores de la frase: La frase aparece en cada vez más paredes de Buenos Aires. Detrás de la pintada, haciendo equilibrio entre el vandalismo y el arte urbano, un movimiento que genera tantos fanáticos como detractores. Se produce una fuerte interacción con las redes sociales, donde el papel de los medios de comunicación es innegable. Aquí entra en juego el concepto de “La sociedad transparente” de Vattimo. A través de los medios de comunicación, de los mass media, conocemos qué ocurre en el mundo. Ellos toman un papel protagonista mediante un papel del supuesto informador objetivo o subjetivo en las revueltas sociales o los cambios políticos e imprimen celeridad a nuestra vida cotidiana. Son los mass media los que facilitan y hacen posible que las minorías tomen voz y que el pensamiento y las cosmovisiones dejen de tener univocidad. Las minorías, este grupo de artistas skaters que empezó a utilizar los diferentes espacios públicos para pintar su nombre en la mayor cantidad de lugares posibles. Comenzó como una simple manifestación de lo que hacían y como se autodenominaban, que terminó siendo tomada por diferentes personas por fuera de su grupo. Fueron buscando su propio color, su identidad gráfica, y repitiendolo siempre igual, generando una identidad grupal y territorial utilizando un nombre más bien genérico que los identifica Al ver estos graffitis los tomaban como propios y realizan resignificaciones del término. A través de los medios, estas minorías tomaron voz, “ganando terreno” y, también, de una forma de suscribir a una identidad grupal ligada a tal o cual subcultura de parte de los seguidores de una banda.
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