La revolución industrial, hasta la revolución tecnológica y los fenómenos globalizantes

RESUMEN

        Desde la revolución industrial, hasta la revolución tecnológica y los fenómenos globalizantes, los órdenes sociales han pasado por procesos de deconstrucción y construcción permanentes en busca de un punto de equilibrio que produzca, de forma constante, estándares apropiados de bienestar para las personas que los componen.

INTRODUCCIÓN

 En esta búsqueda, es posible definir diferentes actores y frentes de participación social, quienes, a través de diversas acciones, tratan de introducir cambios en el armanaje social, de forma que surjan nuevos modos de llevar a cabo metas y objetivos, individuales o colectivos.

           Palabras Clave: participación social, armanaje socia, individuales, colectivos.

 DESARROLLO

        Urie Bronfenbrenner (2005) desarrolla un modelo llamado, modelo ecológico, donde define las diferentes formas de interacción de los actores, desde una lógica de sistemas. Para este autor, es posible dividir las interacciones sociales en cuatro sistemas: microsistema, mesosistema, macrosistema y exosistema; cada uno con características diferentes tal como se ilustra en la figura 1.

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Figura 1: Definición de los sistemas y sus características

Fuente: Adaptado de Bronfenbrenner (2005)

        Estos sistemas, tal como se podría observar, se superponen unos con otros formando complejos vínculos y dinámicas; ya que las acciones de unos condicionan y provocan reacciones en los demás. A través de esta visión, se puede entender las lógicas contemporáneas y los nuevos medios de control (Bronfenbrenner, 2005).

        Las sociedades se rigen por marcos normativos en los cuales los actores ganan y ceden poderes en pro de generar beneficios para todos los miembros del grupo. Así, se ordenó el trabajo, la educación, el cuidado y desarrollo de la especie, el control y supervisión social y los modos de gestión nacional.

        Sin embargo, los centros de poder giraron y se convirtieron en meros artífices de capacidad económica y centros de riquezas. Denominaciones como “primer mundo” “tercer mundo” entre otros, sirvieron como categorías sobre las cuales, los poderosos mantenían su control sobre los inferiores, y, los inferiores respondían de forma tajante a lo dispuesto por las cabezas (Chivite, de Yzaguirre, García, & Pereda, 2014).

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