La violencia en Colombia

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Tecnólogo en gestión documental

Ficha- 1737931

RIOS Y SILENCIOS

Procesar información

Elaborado por:

Ángela Vanessa Matabanchoy Zambrano

Ángel Gabriel Tutalcha Bolaños

Daniela Alejandra Narváez Malís

Presentado a instructora

Sandra Casanova

Sena

San juan de pasto

31 de Mayo del 2019

INTRODUCCION

    La violencia en Colombia es un tema persistente en el arte colombiano. Esta persistencia, sin embargo, está acompañada de transformaciones, tanto en el tratamiento del tema como en los modos de hacerlos artísticos. En este caso en la obra más reciente de Juan Manuel Echeverría donde quiere ilustrar mediante el arte sensibilizar, informar y denunciar, interpelando tanto los sentimientos y la capacidad de enjuiciamiento del espectador de una guerra vivida durante 50 años. En esta obra se relatan anécdotas de personas que sobrevivieron y vivieron esta guerra, mirar miles de masacres, desapariciones forzadas, vestigios de la guerra, réquiem N.N. y ante todo como la guerra se ha tomado la educación son temas que marcaron a muchas familias y campesinos inocentes pero lo más inhumano de todo esto es como el gobierno se portó indiferente a estas situaciones.

RIOS Y SILENCIOS

    Ríos y silencios es una obra o una evidencia crucial e importante para nuestra historia Juan Manuel Echeverría quiere reflejar como miles de campesinos cuentan sus historias vividas en la guerra sobre la educación los miles de sueños e ilusiones rotos de miles de niños y niñas, es muy duro saber que la guerra se haya tomado la educación es el caso de unas escuelas abandonadas en el viejo pueblo y  Montes de María donde para llegar a este lugar se demoraban 5 horas yendo y 4 viniendo porque llegar a estas escuelas no era tan fácil. Durante su investigación se encontró en la escuela rural de Mampujan, abandonada, sin techos, y con los pisos cubiertos por la vegetación, encontró en una de las aulas el tablero y a un lado las vocales pintadas en la pared en donde su caligrafía y los colores de las letras parecían desplazarse del tablero la a,e,i,o,u legibles a pesar de la humedad y del abandono forzado la “o” desvaneciéndose. En la segunda aula, vio un tablero escondido entre mucha vegetación desteñido y en un mal estado no le dio tanta importancia. En unos días se dio  cuenta que en este tablero tenía una frase invisible “lo bonito de estar vivo” esto muestra como Juan junto con Fernando Grisales encontraron más escuelas abandonadas y ver como la guerra destruyó miles de sueños, pero aun la investigación continua. ¿De qué sirve una taza?  En esta obra también nos dan a conocer los vestigios de la guerra en donde encontraron 29 campamentos en los Montes de María (departamentos como Sucre y Bolívar) en los cuales fueron campamentos de las FARC-EP, la mayoría de ellos fueron bombardeados por el ejército, algunos de estos campamentos se encontraban en los Montes de María con arroyos una vegetación tupida e inmensos arboles como el majestuoso caracolí además son cinco años de búsqueda de algunos rastros y huellas de los combatientes  podemos detallar en esta exposición máquinas de coser , hilos, peinetas, zapatos con musgo, cassette , platos, cucharas, tazas , pastillas , un termómetro de temperatura  y entre muchas cosas más, también hay una obra  que me llamo  mucho la atención titulada “la maría” en donde 7 mujeres fueron secuestradas hace como  5 meses y 1 semana que estuvieron en campamentos guerrilleros coleccionaron  insectos, hojas , tallaron  piedritas con los nombres de sus hijos como por ejemplo  un ángel, una letra A  un enlace de corazones  e  incluso traen una olla en donde se alimentaban y esta  esculpida en ella la  palabra “libre “ como vestigio de su secuestro, ni siquiera se olvidaron de aquel  el trapo rojo con el que el grupo entero se secaba durante el secuestro. Pasaremos en otra obra que la denominaron réquiem N.N. metieron a miles de personas inocentes en tumbas y querían darles una familia como por ejemplo la palabra ESCOGIDO y después de eso le ponían un nombre para que no queden como N.N. y los colores eran simbólicos se decía que les pedían deseos o peticiones en muchos casos las peticiones eran cumplidas. Además, se encontraban unas listas que fueron realizadas en puerto barrio de las personas que murieron en la masacre, incluso existieron muertes que no solamente eran a causa del narcotráfico si no la explotación de la minería y de allí los esclavos, el rio siempre estaba presente se decía que lanzaban los cuerpos para que se descompongan, además de eso el rio reflejaba a las personas de color y el sufrir que ellas pasaban , o se  depositaban los cuerpos de las personas que habían fallecido o los habían matado. En la obra “EL CORAZON” en donde las victimas cuentan sus historias cantando daremos a conocer a varias personas y con cada verso de sus canciones muestran el dolor y lo vivido en la guerra es el caso de Luzmila palacios y canta lo siguiente “toda su gente era alegre y cumbiambera pero la guerra acabó con la alegría y los cilindros cerraron la frontera”, Vicente Mosquera  “una cuchita vecina de mi casa me dijo  hijo aquí que es lo que pasa  que todo el  mundo sale de sus casas” Noel Gutiérrez “ eran las 6 de la mañana compadre cuando sucedió un caso muy grabe sonó un fusil una metralla respondieron los para, la gente corría  los niños lloraban al ver como su pueblo lo acababan ” y los 2 hermanos Nacer Hernández “ voy a contarle una triste historia que nos sucedió  donde muchas personas murieron y es lo que me da dolor eso fue un 10 de febrero íbamos de relevo donde un hijo del diablo nos acusó que éramos guerrilleros, todos estamos con Dios y esta vida está llena de misterios” Dorismel Hernández  “señor tú me salvaste la vida cuando yo más te necesitaba y ahora  de nuevo tengo que seguirla para entregarte mi alma entregarte todo mi cariño todo mi amor y me ilumines el camino para  seguirte señor porque para mí eres lo más lindo, quiero vivir para alegrarte cuando yo estaba esposado atado te pedí por  mi hermano y por mí” analizando cada verso o frase de estas personas y  mirar su mirada quebrantada sentimos mucha tristeza y nostalgia al escuchar sus historias es duro aceptar la realidad en la que vivimos. Ahora pasaremos a otra que es aún más dolorosa como la desaparición forzada y las masacres en comunidades y en pueblos daremos algunas obras trágicas de lo que se vivió en la guerra, ese sufrimiento fue allá en las márgenes de este país de muchos millones y millones de campesinos. John Gerardo, ex militar, enseñó su obra y en medio de la crudeza de la descripción veía esperanza. Él mismo, es una señal fehaciente de esa esperanza, pues podía perdonarse, perdonar y reflexionar sobre su experiencia en la guerra, podía seguir adelante con su vida, pero no solo eso, es ahora capaz de mostrarnos a los colombianos lo que sucedió aquí, con el propósito de que esta historia jamás vuelva a repetirse. En medio del relato dijo una frase impactante: “Esta era la carreta con la cual sacaban las cenizas de los cuerpos calcinados y los tiraban en este lugar donde nacieron estas flores”. Así lo creo, de estas cenizas en las que nos dejó la guerra podemos levantarnos, podemos resurgir, podemos florecer. hay una obra que relata que Por el río Fragua navegaban deslizadores con bultos de dinero, en una ocasión con 2.000 millones de pesos para la compra de coca por parte de la guerrilla. Los paramilitares se enteran de la transacción y emprenden la búsqueda del dinero. En el pueblo se da un enfrentamiento entre los dos bandos en medio de la población civil, quien es tomada para obtener información por medio de la tortura. El corazón fue pintada en 2008. Nueve años después Juan Manuel Echavarría viajó a La Novia con su equipo y Henry para que relatara nuevamente lo ocurrido en 2003. De esta pelea quedan garabatos con el nombre “El corazón", la historia dice que por un señor que mataron los paramilitares en ese palo. Un civil al que torturaron, le sacaron los ojos y el hombre no se moría. Lo que decidieron fue rajarlo y arrancarle el corazón. Cuando veía estas pinturas, pensaba: posiblemente a los citadinos les sea extrañas estas imágenes, porque la guerra sucedió lejos de ellos; pero en regiones como la Nariñense, se sintió, se olió, se vivió, por esto identificaba esas imágenes con nuestra realidad. Las pinturas de los militares, ex combatientes de las FARC o de las autodefensas, muestran el horror de la guerra, en lugares tan olvidados que, posiblemente, ni siquiera hacen parte del registro geográfico de nuestro país, pero sí de la memoria de quienes recorrieron estos lugares como miembros de los grupos armados. Aquí la narrativa es descarnada: descuartizamientos, incineraciones, asesinatos selectivos, combates, violaciones, suicidios, fosas comunes. Después de ver esta obra ¿Alguien puede seguir pensando que la guerra es el camino, el destino de los colombianos?, alguien puede continuar creyendo en los discursos que plantean la necesidad de la guerra para hacer justicia a las víctimas? Después de ver y escuchar los relatos de los excombatientes ¿quién duda de la necesidad de poner fin al conflicto? ¿De la necesidad del perdón y la reconciliación?, se requiere tener un corazón sin vida para pensar que la guerra es el camino; no quiero insultar a las piedras diciendo “Un corazón de piedra”, pues los taitas dicen que las piedras también tienen espíritu.

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