La ética protestante y el espíritu del capitalismo - Weber.
Enviado por lfsr13 • 30 de Junio de 2016 • Resumen • 1.017 Palabras (5 Páginas) • 336 Visitas
Weber problematiza acerca del proceso de racionalización en Occidente, el cual ha hecho repercusión en todos los ámbitos de la existencia humana y ha encasillado todos los supuestos básicos de orden político, económico y técnico en moldes de organización de funcionarios especializados. Es así que el capitalismo se consolidó en Occidente debido a una esencial combinación de elementos decisivos.
Weber critica el concepto de afán de enriquecimiento asociado al capitalismo y propone, en cambio, una definición menos ingenua: el capitalismo como aspiración a la ganancia lograda con el trabajo incesante y racional, ganancia siempre renovada a la rentabilidad.
En otras civilizaciones han existido comerciantes, especuladores, entre otros. Sin embargo, en Occidente el capitalismo se distingue por su organización racional del trabajo libre. Weber se propone determinar la influencia de ciertos ideales religiosos en la formación de una mentalidad económica, específicamente la influencia de la doctrina protestante en el desarrollo de la organización e industrialización capitalista.
Se analizan las estadísticas sobre las profesiones en Alemania, así como las confesiones o creencias religiosas. A partir de estas estadísticas Weber deduce que los empresarios, capitalistas y mandos de niveles superiores de las empresas modernas y obreros cualificados, y técnicos, son protestantes. Tras examinar las estadísticas considera que este fenómeno se reproduce por toda Alemania, concluyendo que en las regiones católicas del país hay una menor dinámica capitalista y, por el contrario, en las regiones protestantes del país hay una mayor dinámica capitalista (más empresariado e industrialización, más profesionales, trabajadores calificados, más actividad bancaria y mercados).
Weber analiza el ethos capitalista a partir de escritos de Benjamin Franklin, para quien la ganancia es la expresión de la virtud que tienen los hombres al trabajar arduamente. El trabajo o profesión es una obligación que constriñe a los sujetos. Así, la ética capitalista consiste en que los hombres tienen el deber profesional de cumplir con sus actividades laborales.
Esta ética se vio enfrentada a varios adversarios en el proceso de su implementación, uno de los cuales fue el tradicionalismo. La conducta tradicionalista se caracterizaba por satisfacer las necesidades sin tener que acumular mayores riquezas. En oposición a este estilo de vida, la ética capitalista proponía cálculo y racionalidad.
Las fuerzas que impulsaron la expansión del capitalismo moderno están relacionadas con el mismo desarrollo del espíritu capitalista: cuando logra imponerse, el capitalismo crea las posibilidades dinerarias que le sirven de medio de acción.
La palabra alemana Beruf (sentido de posición en la vida, delimitación del trabajo) lleva en sí un sentido religioso, como un llamado divino. Los pueblos católicos carecen de una expresión con esa connotación religiosa existente en los pueblos de mayoría protestante. La existencia de tal sentido no es debido a una condicionalidad étnica de los respectivos idiomas, sino que dicha palabra nació de traducciones de la biblia.
El sentido del término fue producto de la reforma. Con ella nace el concepto ético religioso de profesión, es decir, el sentido sagrado del trabajo. Así, señala Weber, la ética protestante se diferencia de la ética católica, en el sentido de que la primera reconoce el cumplimiento de los deberes que a cada cual impone la posición que ocupa en la vida, y que por lo mismo se convierte para él en profesión.
Por otro lado, si bien Lutero fue una figura importante en la Reforma y en las traducciones de la biblia al alemán, no se puede plantear afinidades íntimas entre él y el espíritu del capitalismo, ya que Lutero condenó contra la usura y los intereses en los préstamos.
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