Las Políticas Públicas, Tributarias y Redistributivas

Las Políticas Públicas, Tributarias y Redistributivas

Las semanas anteriores habíamos estado hablando de Estado y gobierno. El Estado es un conjunto de instituciones que serán conducidas por personas que llegaron a tener esa responsabilidad al haber sido elegidas por el pueblo de ese Estado y que formarán lo que llamamos gobierno. En ocasiones, los gobiernos no son elegidos por el pueblo. Se trata de gobiernos autoritarios que se imponen por la fuerza. Dado que el gobierno está a cargo de unas pocas personas, se deberá delegar tareas en otras personas elegidas por éste para cumplir funciones determinadas y que llamaremos empleados públicos. Así, no sólo habrá un presidente, gobernador, intendente, diputados o senadores, sino empleados municipales, de ministerios, de embajadas y consulados, de entidades recaudadoras de impuestos, empresas que brinden servicios públicos, médicos, maestros, etc.

Los habitantes de cierto territorio deciden ser conducidos por este gobierno para que dicte las normas, las haga cumplir y, a través de esta red de empleados públicos, pueda satisfacer muchas de las necesidades que tienen. Así tendremos un sistema de justicia al cual recurrir si no podemos resolver un conflicto con otra persona, médicos para que nos curen en el hospital público, maestros que nos eduquen en las escuelas, empleados municipales que corten el pasto en la plaza de nuestro barrio, profesionales de la construcción que arreglen los edificios públicos que sean sede de todos estos organismos públicos, que hagan rutas, puentes, ampliación de redes cloacales, de agua potable, de gas o funcionarios que realicen gestiones ante naciones extranjeras para que las empresas privadas de un país puedan vender sus productos en otros países y así fomentar la industria, generando más puestos de trabajo para el bienestar de la población al aumentar la rentabilidad de las empresas.

Con lo explicado hasta aquí, ¿logran ver alguna relación con las teorías del Contrato Social?

El éxito de un gobierno radica en su capacidad para comprender qué es lo que hace falta hacer en el territorio que gobierna y cómo hacerlo eficientemente. Para cumplir con estos requerimientos de la población, el Estado implementa lo que conocemos como “Políticas Públicas”.

Las políticas públicas son todas las acciones que el Estado lleva adelante para mejorar la calidad de vida. Pero, ¿cómo determinamos qué hay que hacer? Ante todo, es necesario observar qué pasa a nuestro alrededor y luego escuchar las necesidades de la gente, que sin duda lo darán a conocer.

Además de observar y escuchar a la gente como conducta cotidiana, los gobiernos cuentan con una herramienta muy interesante y que brinda muchísima información sobre la situación en que vive la totalidad de los habitantes de un país. Esa herramienta es el “Censo Poblacional”. En nuestro país este censo se lleva a cabo cada diez años y no sólo nos permite conocer cuántas personas habitan un determinado lugar, sino también cuáles son las condiciones de vida de cada familia (si tienen o no empleo, el nivel educativo de cada uno, nivel de ingresos, condiciones de construcción de la vivienda y nivel de comodidad, accesibilidad a grandes centros urbanos, acceso a la salud, disponibilidad de electricidad, gas o agua potable, etc.). De esta forma se recoge una gran cantidad de información que permitirá conocer cuáles son las necesidades insatisfechas de un grupo poblacional y determinar luego qué hacer para solucionar cada una de las carencias que tengan.

El Estado entonces, puede determinar que hay gente que necesita ayuda social de diversas formas (refuerzo alimentario, ayuda económica dineraria, apoyo escolar, que se requiere el fomento de determinada actividad económica donde esa gente podría emplearse, el otorgamiento de créditos blandos para que personas desocupadas puedan comenzar con un emprendimiento propio, la necesidad de extender redes cloacales, de agua potable, construir obras públicas, planes de acceso a la vivienda, etc.).

Una vez identificado el problema o necesidad, los funcionarios públicos encargados del tema, deberán analizar cuáles son las opciones que tienen disponibles para poder realizar la obra necesaria y armarán un plan de acción poniéndolo luego en práctica. Una vez transcurrido un tiempo prudencial comenzará la etapa de evaluación. Esta consiste en analizar los resultados obtenidos para determinar si la obra realizada logró cumplir el objetivo o si la necesidad de la población continúa existiendo. Si el plan aplicado fue efectivo, habrán sido exitosos y seguirán aplicándolo con un plan de mejora continua o cesará su aplicación en caso de ya no ser necesario , pero si no lo fue, si la necesidad sigue sin satisfacerse, deberán implementar un nuevo plan de acción en virtud del fracaso del anterior.

A todo este proceso de observación, determinación del problema o necesidad, elección del plan de acción, implementación del plan y evaluación, se lo conoce con el nombre de “Ciclo de las políticas públicas”, que no es más que la explicación de todo el proceso que debe llevarse a cabo.

Podemos clasificar las políticas públicas en políticas públicas de Estado y políticas públicas de gobierno. ¿Cuál es la diferencia entre ellas?

 Las políticas públicas de Estado suelen durar en el tiempo aún cuando el gobierno que la ideó y la comenzó a implementar ya no se encuentre en el poder y sea un nuevo gobierno el encargado de llevarla a cabo. Un ejemplo de esto es la salud o la educación públicas. No importa qué partido político esté en el poder en nuestro país, todos mantendrán los hospitales y las escuelas públicas. Unos los atenderán como mayor compromiso, otros los descuidarán un poco más, pero a ninguno se le ocurriría eliminarlos porque está aceptado que es así, que el Estado debe ocuparse de esas cosas. Todos estamos de acuerdo en que son obligaciones del Estado.

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