Las Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

Cada vez es más común encontrar en las escuelas una gran cantidad de niños diagnosticados con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), lo cual informa que hoy en día existe un aumento sostenido de los niños que son medicados para poder controlar su impulsividad, su dificultad para poner atención y su inquietud, lo que según Arcos(2008) son síntomas normales de un niño, solo que en algunos casos se pueden ver un poco más intensificados (Arcos, 2008).

¿Qué peligro corren los niños al ser medicados? Esta es la gran pregunta que se hacen muchos psicólogos, psiquiatras y las mismas familias de los niños que presentan el TDAH, es por lo mismo que distintos doctores han comprobado que los medicamentos utilizados para el tratamiento tienen efectos contrarios, que no son la mejor solución y hasta se ha señalado que el TDAH es una enfermedad ficticia, por lo que los medicamentos no debieran existir.

También es importante destacar que han surgido distintos métodos que pueden ayudar al control del TDAH, de los cuales el que más se rescata es el buen uso de la alimentación, ya que suprimiento las azúcares y los colorantes, entre otros alimentos, los síntomas de la enfermedad se pueden reducir en gran cantidad, sin tener la necesidad de usar medicamentos que inhiban el comportamiento natural de cada niño (Stevens, 2001). Además se ha demostrado que existe una gran diferencia en la forma de diagnosticar el TDAH entre los países, por ejemplo en Francia existe una mínima cantidad de niños diagnósticados y eso es porque la enfermedad se plantea como un problema psicosocial, en donde influye mucho el contexto que rodea al niño día a día, mientras que en los Estados Unidos o Chile se manifiesta como un problema psiquiátrico el cual solo puede ser tratado a través de medicamentos (Wedge, 2013).

En este ensayo se pretende convencer de que no se deben usar medicamentos en los niños diagnosticados con el TDAH, ya que tienen efectos contrarios en ellos y no son beneficiosos para la vida natural del niño . Esto se hará a través de distintos argumentos respaldados por personas de gran prestigio y luego de esto se presentará una conclusión que reafirme que los medicamentos no son favorables para el desarrollo integral de los niños.

Comenzaremos por la descripción de los medicamentos más utilizados en el tratamiento del TDAH. Estos fármacos tienen una estructura química similar a la de una familia de neurotransmisores cerebrales, llamados monoaminas, que incluyen la norepinefrina y la dopamina. Los psicoestimulantes tienen la propiedad de aumentar la cantidad de estas sustancias químicas en el cerebro, de estos medicamentos el más utilizado es la Ritalina o también llamado Metilfenidato (Aboitiz & Carrasco, 2009).

La Ritalina, es el medicamento que constituye un 90% de las preescripciones en Estados Unidos, y aún así se ha comprobado que con una dosis de 0.5 mg/kg es suficiente para inhibir el 70% de los transportadores de dopamina en el cerebro, lo que nos niega que el Ritalin es un estimulante de fuerza débil, de hecho se compara al Metilfenidato con una droga tan fuerte como la cocaína, ya que su unica diferencia es el tiempo que necesita el cuerpo para absorberlo, es decir, la rapidéz a la cual aumentan los niveles de dopamina, y esto es lo que abre el paso al proceso adictivo de la drogodependencia. Lo que nos afirma que si se crea una dependencia a esta droga tan comúnmente utilizada por psiquiatras (Volklow, 2007). Por lo tanto podemos darnos cuenta de que a pesar de los avances que ha habido en la medicina, actualmente existe un gran porcentaje de niños a los cuales les estan creando una drogodependencia, únicamente por su diagnóstico de TDAH.

También se ha señalado que los fármacos utilizados para el tratamiento tienen una serie de efectos secundarios, es decir, además de provocar una mayor concentración y control de la impulsividad, provocan síntomas o daños biológicos en distintas partes del cuerpo humano.

El anteriormente nombrado Ritalin y también las Anfetaminas causan distintas reacciones negativas en los niños. Según Breggin (2001) estos fármacos son capaces de producir daños enormes en el desarrollo biológico de los niños, estos daños se han comprobado, aunque no necesariamente se ven en todas las personas que han sido diagnosticadas con estos medicamentos . Principalmente, el daño más común en los niños es el desfase de crecimiento, ya que el fármaco interrumpe los ciclos del crecimiento liberados por la glándula pituitaria, de este desfase, generalmente, se encuentra afectada la etapa de la pubertad, ya que hay veces que se puede saltar sin que los niños la vivan como deben hacerlo (Breggin, 2001).

¿Cómo puede ocurrir que los especialistas recomienden cada vez con más frecuencia a los niños con TDAH un medicamento que afecte en el desarrollo natural de crecimiento de un niño? Es increíble la falta de conocimiento respecto al Ritalin o a las Anfetaminas , creemos que todos los médicos del mundo, siendo de cualquier especialidad, antes de recetar un medicamento debiesen analizar los pro y los contras de estos y que además en el caso del TDAH aunque se logre controlar la impulsividad, hiperactividad y desconcentración, no es la mejor forma. Creo que debemos hacernos responsables del uso de medicamentos en los menores, debido a que afectan gravemente en su desarrollo natural.

No solo los fármacos utilizados para el TDAH son adictivos y dañinos para el crecimiento de los niños, si no que afectan muchísimo más de lo que nosotros creemos, ya que, generalmente, los médicos que los recetan no son quienes han investigado a fondo sobre sus consecuencias, si no que solo lo promueven a partir de su

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