Las instancias de representación estudiantil

estudiantes, su papel dentro de la estructura es legitimar una democracia universitaria que objetivamente no existe.

¿Cómo se habla de autonomía y democracia universitaria, con una relación de 23 profesores contra 3 estudiantes?, ¿qué intereses prelan, los de las elites profesorales o los de los estudiante?, o incluso, ¿quién representa los intereses de los trabajadores en el consejo universitario?. Entonces es comprensible que antes de reparar los autobuses de la universidad, esta adquiera vehículos nuevos para las autoridades universitarias.

Por su parte, las instancias de representación estudiantil, centros de estudiantes y la FCU , no implican objetivamente la posibilidad realizar transformaciones ya sea en la estructura académica o la estructura social, sólo vistos en el marco de una estrategia general como instrumentos para la acumulación de fuerzas, puede ser coherente apreciarlos como objetivos tácticos.

Ante estas condiciones, la organización autónoma de los estudiantes entrono a objetivos programáticos, debe apuntar a generar condiciones necesarias de fuerza y de articulación que permita anteponer al poder formal ejercido por las elites profesorales, un poder dual o alterno, que en pugna con el sistema educativo en crisis y descomposición transforme la esencia de la educación. Esto en estrecha vinculación con los demás sectores afectados por la hegemonía de las clases dominantes, como los bachilleres excluidos de la educación superior, como por las relaciones de poder, obreros, administrativos, profesores contratados.

Por ello los estudiantes socialistas debemos avanzar en la organización del movimiento estudiantil como una fuerza que contribuya a la construcción del socialismo develando y unificándose en torno a las estrategias planteadas, un movimiento estudiantil que desde el debate asuma conciencia de clase, e impulse la construcción de un modelo de educación que responda a las necesidades que tiene plateada hoy la revolución, como la construcción de un modelo económico, con nuevas relaciones sociales de producción y distribución, para lograr de altos niveles de productividad que permita satisfacer con independencia nacional y autonomía tecnológica, las necesidades básicas del pueblo venezolano, la integración latinoamericana y caribeña, y la solidaridad internacional. En síntesis, que permita nuestro desarrollo social, económico, tecnológico, político, cultural, independiente, libre y soberano.

Es por ello que el estudiante hoy se tiene que preguntar, cuáles son las nuevas relaciones sociales y los principios que definen la educación liberadora, la solidaridad, respeto, equidad, en el marco de un proceso de aprendizaje colectivo entre iguales y en ese sentido como es el sistema académico, administrativo, y su funcionamiento.

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