Las políticas Públicas y los Proyectos Políticos

Las políticas Públicas y los Proyectos Políticos

Según Deubel el análisis de las políticas públicas se ha ido construyendo en un campo de estudio cada vez más importante para la ciencia política. Este análisis se elabora a partir de la confluencia de varios enfoques, en los años ´50 y ´60 se consideraba que las políticas públicas eran variables dependiendo de la actividad política.

Para definir el objeto o el concepto de política pública es tradicional partir de la dificultad semántica que existe en el español con el término política. Es preciso señalar por lo menos tres acepciones que se encuentran cobijadas por la misma palabra y que idioma ingles si distingue. Primero, la política concebida como el amito del gobierno de las sociedades humanas, polity en inglés. Segundo, la política como la actividad de organización y lucha por el control del poder, polítics en inglés. Y, finalmente, la política como como designación de propósitos y programas de las autoridades públicas, policy en inglés. Claramente, nuestro propósito tiene que ver en especial con esta última acepción.

Entendiendo a las políticas públicas como el plan de acción de un sistema de gobierno, a través de este trabajo nos proponemos analizar el programa “Escuelas del Futuro”. El mismo nace en el año 2017 durante gobierno de Mauricio Macri, en el marco del plan Nacional Integral de Educación Digital.  Dicha política pública está orientada (tal como lo describe en su propuesta pedagógica) a brindar oportunidades de aprendizaje a través de una diversidad de tecnología digital. Esta iniciativa del Ministerio de Educación de la Nación propone integrar la comunidad educativa en la cultura digital con el fin de favorecer la innovación pedagógica, la calidad y la inclusión. El mismo está organizado en doce ejes de implementación, seis para Primaria y seis para Secundaria, todos ellos orientados a áreas de conocimiento emergente como la programación y la robótica, y áreas curriculares tradicionales como las ciencias naturales, matemática y las lenguas extranjeras.

En la descripción de este programa, mediante palabras o frases tales como “el camino hacia el futuro”, “crear nuevas realidades a partir de los talentos de los alumnos” y/o “preparar para insertarse a la realidad” podemos dilucidar e interpretar desde que lugar nace el diseño de esta política pública. Tal como lo expresan un grupo de investigadores autoconvocados/as reunidos para analizar este programa, no existe un indicador ni un diagnóstico claro sobre la realidad educativa y sus falencias y/o tensiones que fundamenten dicha propuesta.  Esto nos hace pensar que la base de la misma se sustenta en un supuesto generalizado que se manifiesta en gran parte de la sociedad, el cual se sintetiza en una insatisfacción respecto al sistema educativo actual que hay que modernizar y transformar profundamente, aunque los motivos sean dispares y opuestos.

Dice Adriana Puigrós (Educación neoliberal y quiebre educativo”, 19996): “El argumento central que sostiene a las políticas educativas neoliberales es que los grandes sistemas escolares son ineficientes, inequitativos y de baja calidad. De tal afirmación se deduce que la educación pública ha fracasado y se justifican políticas públicas de reducción de las responsabilidades del estado en la educación”.  Consideramos que el proyecto político de Juntos por el cambio (expresamente de posicionamiento neoliberal), supo encontrar ese matiz y poner en la arena de conflicto esa imperiosa “necesidad” de cambio y transformación a través de las tecnologías emergentes aplicada en la educación.

El creciente rol adoptado por los Estados en la política económica y social tras, el fracaso del neoliberalismo, ha potenciado estudios cada vez más dirigidos hacia las políticas públicas. La multiplicación de nuevos programas públicos ha empezado a generar mayor interés por conocer de modo riguroso el funcionamiento efectivo de las intervenciones estatales, a diferencia de los abordajes tradicionalmente asentados en los aspectos jurídicos o técnicos. Consecuentes a esto, nos preguntas respecto a “Escuelas del Futuro”: ¿Desde qué visión se piensa esta “innovadora” política pública? ¿Desde qué perspectiva?, basándonos en el estudio de investigadores/as del CONICET, y en una lectura fina y profunda dicho programa,  entendemos que desde un lugar que responde a criterios y principios de la meritocracia y la mercadotecnia, donde los logros y los alcances esperables y alcanzados se deben a talentos y esfuerzos propios, como también se entiende y se diseña a los sistemas educativos como objeto de marketing a mejorar.

¿Dónde observamos esto? El proyecto dice pretender situar  a los estudiantes como protagonistas en la construcción de conocimientos favoreciendo el pensamiento crítico y el desarrollo de habilidades, pero parece desconocer la realidad (que hoy la situación pandémica dejo más expuesta que nunca) respecto a los problemas de conectividad y de acceso a los soportes virtuales y digitales, no solo por parte de los/as alumnos/as y sus familias, sino también por parte de los/as docentes.

A su vez, el programa estimula y premia a los/as alumnas destacados/as otorgándoles el rol de “animadores de conocimiento”, quienes podría “ayudar” a los docentes en su tarea, generándose así una idea  errónea y confusa de lo que implica un trabajo cooperativo y colaborativo, desdibujándose los roles de alumnos/as y docentes en dicha construcción del conocimiento.

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