Las políticas públicas de juventud

Las políticas públicas de juventud

¡SI USTEDES LOS JÓVENES NO ASUMEN LA DIRECCIÓN DE SU PROPIO PAÍS, NADIE VA A VENIR A SALVÁRSELOS!... NADIE. Esta frase dicha por el periodista Jaime Garzón hace referencia al problema que Colombia ha tenido desde tiempos inmemorables, esta es la nula conciencia colectiva que se tiene y esa falta que se ve reflejada en el gran individualismo que desde hace tiempo se observa en el país.

Colombia es un país lleno de personas intelectuales y muy pro activas solo que las instituciones gubernamentales han querido opacar esto por fines meramente egoístas, buscando solamente su propio bienestar, por esto, sé pretende que las nuevas generaciones (la juventud) tengan más garantías y posibilidades puesto que esta población es el futuro del país; por todo esto, en Colombia se creó una ley estatutaria 1622 establecida en el 2013, la cual tiene como objeto reconocer y garantizar el ejercicio pleno de los derechos de los jóvenes y promover el cumplimiento de sus deberes consagrados en la Constitución. Así mismo, orientar políticas, planes y programas, por parte del Estado y la sociedad civil para la juventud. Para los fines de participación y derechos sociales de los que trata la presente Ley, se entiende por joven a la persona mayor de 14 y menor de 26.

Al crear esta ley la idea del gobierno nacional era darle voz a aquellos grupos que se consideraban olvidados tales como afrocolombianos, los indígenas, los campesinos, miles de hombres y mujeres jóvenes, entre otros, comprometidos en procesos sociales. Este objetivo se pretendía alcanzar asegurándoles a los jóvenes la posibilidad de intervenir dentro de los organismos públicos y privados que están encaminados a la protección, educación y progreso de la juventud. Dentro de esta ley podemos resaltar muchos puntos tales como la elección de un representante de los jóvenes, la participación de estos al momento de votar por el que sería su representante, creación de diferentes grupos los cuales estarían vinculados con las actividades política, ofrecer garantías laborales, educativas, de salud y educación, entre otros. Ahora bien, ¿todas estas maravillas ya firmadas en un papel y puestas en un libro son la realidad de este país? ¿Los jóvenes quieren participar en esta iniciativa? La respuesta es NO, a los jóvenes no se les ve involucrados ni interesados por participar en la toma de decisiones políticas gracias a la falta de integración e información que debería proveer y promover el gobierno. 

 NO HAY CONFIANZA EN EL ESTADO, los jóvenes de ahora ven más factible expresar sus

exigencias en protestas que, solicitando una cita en la gobernación, esto se puede demostrar gracias un estudio realizado por la Universidad de los Andes y el Barómetro de las Américas se pudo concluir:

“Esta investigación demuestra una generación inquieta, crítica, disgustada y que desconfía en las instituciones de la democracia representativa. Queda también claro que a los jóvenes sí les interesa la política y mucho. Participan, pero no a través de partidos o votaciones cada cuatro años. Lo hacen por causas democráticas y a través de las redes sociales. Por eso es tan importante que el Congreso de la República sea consiente que la reforma política que se va a tramitar es una oportunidad para actualizar nuestra democracia e incluir a las nuevas generaciones”, señaló Luis Ernesto Gómez, viceministro del Interior.

Por mucho tiempo el poder e importancia de la opinión y participación de los jóvenes estuvo marginada y casi que olvidad , no fue hasta el movimiento de la séptima papelera cuando se pudo reconocer que esta parte de la población si tiene ideas y si se interesa por el país ,  años más tarde se creó una ley que les dio el derecho a opinar , a participar , a hacer el cambio pero mucho simplemente deciden dar opiniones en foros virtuales o participar en modelos académico más que con el propio estado.

La falta de efectividad demostrada por el gobierno con respecto a garantías ha causado que muchos jóvenes prefieran expresarse, participar y opinar en foros virtuales o modelos académicos, además de verse atascados en un país sin progreso:

“La característica que tiene la sociedad digital es que no tiene instituciones. Su elemento

central no es ni la economía ni la política, sino la comunicación y el consumo. Y en

ausencia de instituciones, lo que se va a debilitar es la institución fundamental de lo

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