Las tradiciones de los mexicanos

Las tradiciones de los mexicanos.

México es un país pluricultural, lleno de tradiciones, costumbres, olores, misticismo, sabores, cultura, fiestas, música, bailes, nos identificamos como un país lleno de folclor y alegría ante los ojos del mundo.

Desde los tiempos prehispánicos, las festividades o rituales, han sido parte importante de la vida del mexicano. Nuestra idiosincrasia es una mezcla de culturas, una combinación de religiones, fiestas e idiomas, que se ha ido modificando desde tiempos precolombinos, hasta las influencias que recibimos actualmente de otros países, sobre todo de Estados Unidos.

Aunque actualmente México es un país que se encuentra mayormente urbanizado y la mayoría de la población vive en las grandes ciudades y poco a poco, con el paso del tiempo, nos hemos adaptado a los cambios que ha traído consigo la modernidad, muchos pueblos indígenas todavía respetan los usos y costumbres de sus antepasados.

Cuando una tradición es practicada en todo un país por bastante tiempo, se considera Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), señala que “…consiste en el reconocimiento de los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas transmitidos de generación en generación y que infunden a las comunidades y a los grupos un sentimiento de identidad y continuidad, contribuyendo así a promover el respeto a la diversidad cultural y la creatividad humana”. UNESCO (Ed.). (n.d.). Patrimonio Inmaterial. Tomado de: http://www.unesco.org/new/es/mexico/work-areas/culture/intangible-heritage/

Las fiestas, costumbres y tradiciones, resultan ser rituales fundamentales de la vida de las personas, no importa su religión, raza, cultura, ideología, etc., forman parte de la identidad de un pueblo, que hace que se diferencie de otro.

Celebración y fiesta, son dos expresiones básicas del ser humano, a través de las cuales nuestra especie encuentra alivio, distracción y gozo; de ellas obtenemos una forma de escape de los problemas cotidianos y podemos utilizarlas como un buen pretexto para estar en compañía de la familia y de las personas que queremos.

Aunque bien es cierto, la mayoría de los mexicanos compartimos diferentes fiestas y tradiciones, algunas de ellas varían de lugar a lugar, muchos factores, como la geografía, la situación socioeconómica y política, son factores determinantes para el desarrollo de una sociedad, por los tanto sus rituales, fiestas, tradiciones y costumbres pueden variar.  

El día de los muertos.

Una de las tradiciones que más distingue a la cultura mexicana es el Día de los Muertos, ésta se celebra el día 1 y 2 de noviembre de cada año. La muerte se viste de fiesta durante estos días, la creencia es que los muertos regresan del más allá para participar en las fiestas juntos con los vivos; es por eso que en muchos hogares de la república mexicana se colocan ofrendas con comida, flores de cempasúchil, pan de muerto, frutas como cañas, mandarinas y algunos de los dulces o comida favoritas del difunto, velas, sal y espejos que, se cree, que indican el camino al espíritu para que regrese a su hogar para disfrutar lo que su familia ha dispuesto para él.

Durante esta época México adopta un aire festivo y se viste de colores con procesiones, flores, música, altares, cantos, comida. Luto y alegría, tragedia y diversión, son  los sentimientos del mexicano durante esta época, un mexicano que tiene miedo a morir, pero que a diferencia de otros pueblos, los refleja burlándose jugando y conviviendo con la muerte lo que ha dado lugar a diversas manifestaciones de arte, sin freno a la imaginación.

Los mexicanos festejamos la muerte tal y como festejamos el estar vivos, hacemos sátira de ésta, nos burlamos de ella, por medio de rimas, canciones y calaveras literarias.

Según el Diccionario de la Real Academia Española, el sincretismo cultural se refiere a la combinación de distintas teorías, actitudes u opiniones. Así mismo como un sistema filosófico que trata de conciliar doctrinas diferentes.

Entonces, podemos concluir que esta celebración es un claro ejemplo de sincretismo cultural; la fusión entre la fe cristiana y las tradiciones autóctonas, una festividad con gran contenido espiritual, que une a los vivos con sus propias raíces, su historia y sus antepasados. Recordando la historia y nuestras raíces, sabemos que el pueblo mexicano rinde honor a la muerte desde la época prehispánica, sin embargo, ellos lo hacían cerca del mes de agosto, muchas veces poniendo los cráneos de los difuntos como trofeos y así recordando las hazañas que hicieron en vida, sin embargo, cuando los conquistadores llegaron, catalogaron estos actos como atroces y decidieron mover las fechas a inicios del mes de noviembre para que así coincidiera con el “Día de Todos los Santos”, día marcado en el calendario católico.

Sin duda, es una tradición mexicana que debemos seguir manteniendo, ya que nos distingue y nos una identidad como un pueblo lleno de cultura y de mezcla de creencias que nos hacen únicos.

El día de la Virgen de Guadalupe.

Es indiscutible que una de las fiestas más grandes para los mexicanos es el día de la Virgen de Guadalupe. Ésta tradición se ha mantenido por más de 480 años, y durante ese tiempo, miles de mexicanos, organizan peregrinaciones de miles de kilómetros, que llevan semanas, para rendirle tributo en la Basílica de la Virgen de Guadalupe, ubicada en la Villa de Guadalupe en el estado de Hidalgo, cada 12 de diciembre.

Los peregrinos normalmente le rinden tributo a la Virgen por medio de ofrendas con flores, música, cantos, rezos, bailes, comida, algunos de ellos, suelen caminar sobre sus rodillas, ya que se cree que así es una manera de limpiar sus pecados o es una forma de agradecer las peticiones que le han hecho y Ella ha escuchado. Normalmente los feligreses, piden a la Virgen que les conceda algún milagro por medio de las diferentes maneras que tienen de rendirle tributo.

Ésta tradición se convirtió en fiesta nacional a partir de 1859. Después de que los españoles llegaran a México y trataran de conquistar a los indígenas inculcándoles su religión como forma de vida, se dieron cuenta de que era difícil, ya que los nativos mexicanos tenían fuertes creencias hacia sus propios Dioses, tenían su forma de rendirles tributo y así ellos creían obtener favores a cambio, tal y como se cree hoy en día también. No fue hasta que, según cuenta la historia, la Virgen de Guadalupe se apareció ante los ojos de un indígena llamado Juan Diego, que el cambio verdaderamente empezó.

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