Lo que cuatro histéricas hicieron por el mundo: Una lucha incansable hacia la libertad
Enviado por CamilaElias • 10 de Marzo de 2020 • Ensayo • 2.048 Palabras (9 Páginas) • 127 Visitas
Lo que cuatro histéricas hicieron por el mundo: Una lucha incansable hacia la libertad.
Por Camila Elías
Generación tras generación las familias se iban construyendo bajo conceptos e idealizaciones comunes, mayormente adquiridas por antepasados, de la misma manera que se heredaba un apellido o bienes comunes, se heredaban las costumbres, la manera de pensar, el comportamiento, e incluso el valor que se le “debía” proporcionar a cada cosa, animal o persona que integraba la familia. Como es de costumbre saber, siempre había un mandamás, alguien quien encabezaba y daba órdenes al resto, generalmente este papel se le atribuía al hombre, quien fue caracterizado desde inicios de la humanidad por su valentía, fuerza, y capacidad de dominio y que por alguna razón estas características suponían inteligencia superior por lo cual las decisiones culturales, políticas y del hogar igual se las atribuía al hombre. Durante siglos esta idealización del hombre fue tomando fuerza, tanto en la burguesía como en la realeza, denigrando el papel de la mujer, tachándola de incapaz, débil e incluso menos inteligente.
Como las decisiones importantes las tomaba el hombre tanto en puestos del poder del pueblo como en el hogar la mujer se limitaba a la crianza de los niños, las tareas del hogar y a la mera satisfacción sexual de su esposo o el hombre en general, pues la sexualización de la mujer no es algo reciente. Como Wollstonecraft decía en la “Vindicación de los derechos de la mujer”, 1792, “La diferencia de género no es algo natural, es más bien algo cultural” y es así como en realidad se ha estado manejando, tantos años de sugestión por malos tratos y manipulación que nuestro miedo era más grande que nuestras ganas de salir a luchas por nuestra libertad, y gracias a ese miedo y manipulación hubo un tiempo en que hasta nosotras mismas creíamos que nuestro único papel en este mundo era el discursito que ellos manejaban y pasaban de mano en mano. Madres enseñando a hijas y nietas el cómo atender y satisfacer al padre, esposo o hermano y que es lo que pasaba si se desobedecía.
Era demasiado, ya era demasiado el daño que nos hacía, las mujeres estábamos cansadas de tantos golpes, azotes y muertes que unos cuantos (muchos) siglos después, la mujer crea un movimiento colectivo a fines del siglo XVIII, con el objetivo de abordar de aquello a lo que éramos privadas, este movimiento se lo denominó FEMINISMO.
El feminismo básicamente se basa en mostrar lo que toda una vida se ha ocultado, pidiendo ahora la importancia debida al llamado de mujeres reprimidas y obligadas a ejercer roles de bajo perfil, bajo el dominio del hombre y su cultura. En un intento por liberarnos del patriarcado surgen los movimientos feministas, quienes mediante discursos y convocatorias para el pueblo y el gobierno, hacen escuchar nuestros incansables gritos por nuestra libertad de expresión, nuestro derecho a votar, derecho a ejercer una profesión, reclamo del cuerpo femenino como propiedad de una misma, derecho a un salario justo, etc. Distintas corrientes se fueron desglosando a lo largo de la lucha, desde finales del siglo XIX con la primera ola feminista que buscaba esencialmente la igualdad formal entre hombre y mujeres, pidiendo voto libre, la no discriminación de las mujeres frente a las leyes, y derecho de propiedad, posteriormente la segunda ola feminista, donde se abordaba el feminismo radical, que se refería a “eliminar el problema desde la raíz”, esto se dio entre los años 60 y 90 aprovechando la influencia de lo posmoderno. Finalmente pasamos a la tercera ola feminista, que empieza más o menos a finales de los años 90 y continua en la actualidad, esta vez se desarrollan ideas sobre la mujer blanca occidental y lo heterosexual como pilar fundamental del feminismo.
Si, hasta el día de hoy el movimiento feminista ha logrado mucho más de lo que se esperaba, se ha llegado mucho más lejos de lo que uno en pleno siglo XVIII podría imaginarse, pero no nos equivoquemos, el principal pensamiento con el que se construyó el movimiento feminista o sólo era el luchar por los derechos civiles de la mujer, era el luchar por derechos igualitarios, y esto aunque aún se lo deja de lado por mucho, ha proporcionado un gran avance de desarrollo en el mundo, no sólo social y cultural, sino también económico e industrial, pues debido a las leyes y derechos que ahora practicamos, mujeres de poder nos han llevado a grandes descubrimientos y éxitos. Pero, como cuando y quienes fueron estas cuatro histéricas de las que todo el mundo habla? ¿Cómo es posible que haya una brecha tan pequeña entre el feminismo y el desarrollo del país?.
Renacimiento, siglo XVIII, el papel de la mujer como ya se había explicado abarca específicas tareas; hogar, hijos, satisfacción sexual del hombre, no se podía estudiar, trabajar, ni siquiera con quien contraer matrimonio, ni tomar decisiones sobre tu propio cuerpo. Debido a esto surge la Ilustración, un movimiento filosófico, político, literario y científico principalmente desarrollado en Francia y poco después en varios países de Europa. Este movimiento fue elaborado por la burguesía como protesta hacia la nobleza y el absolutismo, que defendía la igualdad social de las personas, independientemente de la clase social, lo que hasta la actualidad con mucho esfuerzo se quiere lograr. Las características de este movimiento se basaban en el amor al prójimo partiendo de la razón y apostaba a la bondad del hombre por naturaleza. Esto no duró mucho pues nos llevaron a lo que fue la Revolución Francesa, que al mismo tiempo nos trae la “Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano”, y como su nombre lo refleja, no hablaba de nada más y nada menos que de los derechos civiles del hombre y no de la mujer que es por lo que se estaba luchando. Resultado de este cinismo, nos embarcamos nuevamente a una nueva revolución, denominada Primera Ola del Feminismo, iniciado por Olympe de Gouges, quien en un intento de reivindicación de los derechos de la mujer, replica “Declaración de los derechos de la Mujer y de la ciudadana” dando paso a la igual jurídica y legal de las mujer. Un poco más tarde Mary Wollstonecraft propone su libro denominado “Vindicación de los derechos de la mujer” donde como ya se había dicho, habla de la discriminación de género de donde viene y una exigencia por educación igualitaria.
Todos estos argumentos y discursos no fueron tomados de la manera en que hubiésemos querido, pues fueron respondidos con muertes, masacres, y encarcelamiento de miles de mujeres, llevándonos a muchas más restricciones de parte del pueblo machista, como un nuevo código donde se explicaba que la mujer debía y tenía que obedecer ciegamente a su marido.
Debido a que el apostar por la bondad y amor natural hacia el prójimo no había dado nada más que resultados negativos, nos encaminamos hacia la Segunda Ola Feminista, con un nuevo movimiento denominado Sufragismo, donde esta vez simplemente se apostaba por algo menos sentimental y lógico, que era la acción social. En los años en el que este movimiento sigue de pie se destaca la defensa por los derechos de los esclavos, esto parte de cuatro mujeres quienes en un intento por participar de un congreso antiesclavista fueron descaradamente discriminadas haciéndoles participar de la discusión detrás de las cortinas. Indignada por tal trato, Lucretia Mott y Elisabeth Cady Staton, quienes en 1848 exponen "Declaración de sentimientos” donde exponen las discriminaciones y restricciones hacia la mujer, haciendo énfasis al derecho a votar, con la creencia de que al aprobar este derecho los siguientes vendrían con más facilidad.
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