Los Bienes Terrenales Del Hombre

“Los bienes terrenales del hombre”

El objetivo del libro es explicar la teoría económica y su relación con la historia. Trata de explicar el origen, desarrollo y cambio de las instituciones económicas.

En resumen lo que el autor quiere explicar es que la historia de la humanidad ha sido una lucha constante entre el rico y el pobre, entre los patrones y los trabajadores, en la diferencia de clases sociales, es entonces cuando el comunismo se consagra como la realización histórica de la justicia social, la liberación del hombre. Otro punto importante que el autor menciona en la primera parte del libro es la iglesia católica que toma una visión enormemente negativa, ya que se presenta como una aliada del capitalismo y la explotación de las clases oprimidas.

La iglesia era el mayor terrateniente en la época feudal y sus inclinaciones solo eran económicas. Por ejemplo en el primer capítulo cuando menciona el pago de diezmos a la iglesia que era un impuesto agrario, sobre el salario, la muerte, etc. en esa época se pagaba diezmo por todo. Son impactantes las declaraciones que el autor menciona sobre la iglesia, como la prohibición de los matrimonios de los sacerdotes, ya que menciona que solo lo prohibieron para no heredar tierras a sus hijos y así conservarlas. Afirma que la ayuda caritativa de la iglesia hacia los necesitados no fue importe en comparación de toda la riqueza que poseía.

Huberman también menciona a las cruzadas como una movilización general de interés comercial, afirma que la tercera cruzada no tuvo por objetivo la recuperación de tierra santa sino la adquisición de beneficios comerciales para las ciudades de Italia. Las ventajas que las cruzadas traerían serían muy convenientes para ciertos grupos como:

• La iglesia: quería expandir su poder y en consecuencia su riqueza

• Imperio Bizantino: avance musulmán en su propio territorio

• Los nobles

• Italia, Génova y Persia que querían mejorar su comercio

El capítulo IV se refiere a la conversión que sufrió el sistema de préstamos de dinero, con esto el autor ataca una vez más a la iglesia católica, la acusa de tener una “doble moral” y de adaptar los sucesos a su conveniencia. A lo largo de todo el libro se percibe el descontento hacia la iglesia y no muestra objetividad hacia la historia.

Su explicación de la reforma protestante es igualmente un problema político económico; “La lucha tomó un disfraz religioso” como dijo Engels, se le llamó Reforma protestante pero en realidad fue la primera batalla de la clase media contra el feudalismo.

En el capítulo XIV habla de la colonización y la conquista de los países recién descubiertos y a la evangelización por parte de la iglesia. Un punto a favor de la iglesia es que atenuó el rigor de la conquista, veló por la justicia y defendió los derechos humanos de los indígenas

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