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Los Saberes


Enviado por   •  7 de Diciembre de 2011  •  2.090 Palabras (9 Páginas)  •  451 Visitas

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LA ACADEMIA

Julio - Agosto de 1997

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FORMACION BASADA EN COMPETENCIAS

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Blanca Estela Gutiérrez Barba

Luis Mauricio Rodríguez Salazar

EL SISTEMA DE ACREDITACION Y CERTIFICACION

En junio de 1993 representantes de Canadá, Estados Unidos y México firmaron una declaración conjunta cuyo objetivo era apoyar que el sistema de acreditación mexicano fuese homólogo a los correspondientes de los dos primeros países y que contase con el reconocimiento de las agrupaciones profesionales respectivas. Un año después, se crea el Consejo de Acreditación de la Enseñanza en la Ingeniería (Gutiérrez Barba, B; Rodríguez Salazar, L & Ojeda Delgado, A. 1995).

Aunque es claro que los ingenieros abren este proceso de acreditación, también es claro que todos los profesionistas en ejercicio, enfrentan la exigencia de certificar sus conocimientos (o competencias), por lo que todas las instancias de educación superior (y medio superior de tipo terminal), están preocupadas por acreditar su modelo educativo a fin de garantizar el éxito de los recursos humanos que forman.

La acreditación propuesta por la Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Ingeniería (ANFE), contempla como rubro importante a los recursos humanos (Comité Institucional para la Evaluación de la Enseñanza Superior, 1994). En otras áreas como la de turismo, la Norma Mexicana para el reconocimiento de excelencia académica, señala muy claramente, como uno de los siete indicadores establecidos, los requerimientos de la planta docente.

No obstante, la más compleja y mejor planteada de las propuestas no considera que los recursos humanos de las instituciones de enseñanza superior no solamente deben ser excelentes técnicamente sino además pedagógicamente. ¿Cómo se supone que los docentes que deben formar recursos humanos capaces de responder a las exigencias del sector productivo, lo hagan eficientemente si carecen de los elementos formativos para ser facilitadores del conocimiento? En Australia (Kennedy, 1993) hay fuertes presiones políticas, industriales y laborales para reformar la educación de los profesores, de tal suerte que provea el tipo de profesor que pueda apoyar los objetivos de gobierno en áreas tales como la restauración de la industria a la vez que desarrolle la competitividad económica internacional.

LOS DOCENTES DE ENSEÑANZA SUPERIOR: SU EXTRACCION

Sin temor a equivocarnos, creemos que el 100% de los profesores del nivel superior, a excepción hecha quizá del área de ciencias educativas, son profesionistas de las diferentes áreas del conocimiento que han tomado la docencia como una opción laboral (en la mayoría de los casos como última alternativa). Muy pocos y dignos ejemplos, desde sus años de estudiante, ven la docencia como su vocación profesional. Esta opinión la comparten Arnaud y Olmedo & Sánchez (citados por Barba-Casillas & Zorrilla-Fierro, 1987).

La situación que prevalece -por ende- es que la planta docente está formada por profesionistas con una sólida formación en su área, pero a su vez, una marcada carencia de elementos para la actividad docente.

SU INGRESO

El ingreso del personal docente a las tres instituciones oficiales de mayor importancia en nuestro país (UNAM, UAM e IPN), se lleva a cabo mediante concursos de oposición en los que se somete al sustentante a pruebas para "conocer" su dominio del tema, sus conocimientos y expectativas en la asignatura, y su capacidad didáctica. Esta última mediante la exposición frente a un grupo de estudiantes o frente al jurado mismo.

LOS PROGRAMAS FORMACION DOCENTE

No obstante los procedimientos de ingreso, existe un reconocimiento generalizado dentro de las autoridades el alumnado y los propios profesores, sobre la necesidad de que existan planes y programas de formación docente. Actualmente son escasos los planteles oficiales y particulares que no cuentan con uno o varios cursos a este respecto, desafortunadamente carecen de un sustento teórico filosófico, conceptual y se llevan a cabo más por la convivencia de la acreditación que por una convicción ideológica y social.

En contra parte se debe mencionar que los profesores en ejercicio, a pesar de reconocer su necesidad, se muestran en general apáticos a los cursos de formación docente y acceden a ellos por el beneficio económico indirecto que puede representar, por situaciones condicionantes, por curiosidad u ocio más que por convicción. Coincidimos con Fernández (citado por Barba-Casillas & Zorrilla-Fierro, 1987) en que hay pesimismo o cinismo respecto a la utilidad de la didáctica de las disciplinas.

"... como trabajador de la educación, lo que define esencialmente es que no está formado. Su ideología y sus valores educativos son debidos fundamentalmente por la socialización abierta (informal) y la escolar. No está capacitado para enseñar, menos para educar" (Op. cit.).

Nosotros creemos además que existen trabajadores de la educación aprendizaje y algunos sobre métodos de enseñanza.

LA EDUACION BASADA EN COMPETENCIAS

Canadá, Estados Unidos de Norteamérica, Inglaterra y Australia, han estado operando modelos de educación basada en competencias, que es aplicable fundamentalmente para técnicos profesionales, con serias dificultades en el nivel superior. En México, el CONALEP y actualmente algunos centros del IPN están tratando de hacer las modificaciones pertinentes a fin de implementar el modelo.

A grandes rasgos e independientemente de las particularidades de cada modelo, la educación basada en competencias exige:

1. Marco conceptual

2. Establecimiento de estándares

3. Evaluación de las habilidades de un conocimiento dado

4. Certificación

Hay que resaltar que este modelo de educación está alcanzando todos los niveles, incluyendo las instituciones de educación superior (Hyland, 1994). Que resulta incongruente hablar de las competencias de los recursos humanos que se insertan en el sector productivo, desconociendo las competencias de los recursos humanos (docentes) que forman a esos profesionistas, y finalmente, que es deseable que seamos los profesionales de la educación los que confeccionemos nuestros propios criterios y parámetros versus la situación de la que siempre nos quejamos en relación a la imposición de modelos.

De las definiciones existentes sobre competencia, tomaremos la que presenta Leat (1993), quien la menciona como un estado de comportamiento, conocimiento y sentimiento en armonía. Sugerimos que se descarten aquellas concepciones como la propuesta por Jones (1993), que de inicio predisponen negativamente,

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