Los Universales

EL PLANTEAMIENTO DE LOS PROBLEMAS UNIVERSALES

El problema universal se evidencia por primera vez en la antigüedad, siendo la edad media la etapa donde se vivió su mayor auge; en uno de los debates de Platón y Aristóteles “en la crítica aristotélica de la doctrina de las ideas y la concepción platónica del universal. Según platón, los geómetras no se refieren en sus razonamientos al cuadrado y la diagonal de una figura individual y sensible dibujada en un tablero, sino al cuadrado en sí, accesible únicamente desde el pensamiento. Aristóteles, sin embargo, opinaba que los entes matemáticos no existen en sí mismos, sino que son entes abstractos que resultan de la separación efectuada por el entendimiento a partir de las cosas individuales" .

El problema se derivaba en dos conceptos; por un lado, del estatuto ontológico del universal; es decir del tipo y conjunto de entidades que se asume como existentes fuera de la mente. No obstante el otro concepto refiere, de saber cómo se forma o se da en nosotros el universal y si en el consiste la objetividad del conocimiento científico, refiriéndonos a un problema epistemológico y psicológico.

El más grande momento de esta problemática fue en la edad media puesto que el llamado “problema de los universales” alcanzo su máximo auge con las reflexiones escolásticas en el marco de la dialéctica y los problemas suscitados por el lenguaje y su relación con la realidad. Adicionalmente, la edad media como su etapa de vigencia, siguió alimentándose por dos posiciones, de los grandes pensadores filosóficos como lo fue, Aristóteles y Platón. estas dos “versiones” o conceptualizaciones causo controversia, pues todo pensador medieval consideraba plenamente pertinente la crítica de Aristóteles hecha a Platón: se rechazaba la existencia separada del universal en la forma de idea platónica; ya que la posición de Aristóteles se situaba así entre un conceptualismo donde decía que el universal existía solo en la mente, y un realismo que no era el platónico, sino el de la inherencia o inmanencia del universal a las cosas individuales como su esencia específica.

Adicionalmente, hay quienes afirman que el que realmente estableció el problema con todas sus aristas fue Platón, al establecer que esto universal (ideas), había que existir por sí mismas y aparte de lo material; estos llamados universales que a nivel lingüístico se podrían nombrar como los sustantivos genéricos; ejemplo:

Con la idea de “hombre”, no se refiere a este u otro hombre en particular, sino al sustantivo hombre.

De este modo con los pensadores presocráticos, la cuestión consistió, en determinar si había algo en común a todo lo que hay y que al mismo tiempo fuera origen, causa y fin de todo ello.

Si había algo común a todo lo existente había de ser al mismo tiempo universal, pero dada a la pluralidad de seres y cosas su condición habría de ser formal y no material.

Si bien el problema de los universales parte con Platón y el mundo de las ideas, de él se derivan críticas y cambios definidos en tres clases de doctrinas.

Realismo Exagerado, una de las soluciones adoptadas para el problema de los universales. La razón de llamarlo así es clara: se debe a que según esta posición los universales existen realmente incluso con una realidad mayor que las entidades concretas, puesto que éstas son copias imperfectas de aquéllas (de hecho Platón afirmaba que el mundo de las cosas era falso, mientras que el mundo ideal es verdadero).

Realismo Moderado: los universales existen, pero no separados de los individuos, sino en cuanto formas configuradoras del ser de las cosas (formas substanciales); tienen pues su fundamento en las cosas, existen en las cosas como inmanentes a ellas aunque no identificados con cada una, sino con la esencia común a todos los seres de la misma especie. Por otra parte, esta misma doctrina de la creación da origen a una nueva suerte de realismo Realismo Agustiniano que situaba las ideas platónicas en Dios, identificadas con El, y que cumplían la función de servirle como modelo al crear las cosas; de ahí el nombre de ideas ejemplares. Estas ideas eran los arquetipos en la mente de Dios.

Nominalismo: frente a esta doctrina común escolástico-tomista, el nominalismo quiere ser consecuente con la prioridad dada ya desde Aristóteles al individuo, al objeto singular. Sostiene que los llamados universales son nombre sin ninguna realidad extramental. La realidad, lo que existe, es el dominio exclusivo de los individuos singulares.

PREGUNTAS:

1. ¿Cuál es la época más representativa donde se evidencio los problemas universales?

a. Edad Antigua

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