Los juegos de Mexico

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INTRODUCCION

Durante 21 años, 6 meses y 5 días que tengo de vida, creo que empiezo a ver el mundo de diferente manera.
Siempre me ha gustado la lectura, mis libros favoritos, Los Juegos del Hambre. Mientras los leía, no pude evitar comparar la trama del libro con nuestro país. A grandes rasgos; Los juegos del hambre tratan temas importantes como la pobreza extrema, el hambre, la opresión y las consecuencias de la guerra.  La trilogía en sí posee influencias de obras de William Shakespeare (concretamente de Julius Caesar, que es de mis libros favoritos por excelencia) donde se habla del poder total y luego de la caída. Raro tal vez, pero luego de leer esa trilogía, de procesarla en mi cerebro, y de comparar el contraste de una novela con la realidad, salió a mis manos la idea de escribir este trabajo.

Es época de elecciones, de cambio, de nuevos proceso y sobre todo de tomar decisiones para saber, o al menos, predecir qué es lo nos espera como ciudadanos, como duranguenses y como mexicanos.

Somos seres cambiantes, “independientes”, pero a la vez sumisos y conformistas, tenemos sed de justicia pero flojera y valemadrismo hasta los huesos; siempre ha sido de mi interés el tema de la política, me gusta saber la situación en la que vivimos, las cosas por las que pasamos y como nos ven desde otros países, a este país que encabeza nuestro magno presidente Don Enrique Peña Nieto.

Desde hace casi ya 4 años que asumió la presidencia, en medio de un caos y de una etapa de cambios, fuimos varias las personas que confiamos en que tal vez, era lo mejor que tenía el país, pero pasando la mitad de su primera mitad, México y el mundo despertó a la realidad, a darse cuenta de que si México había tenido malas rachas, estábamos en un hoyo que se veía cada vez más profundo.

Este trabajo no solo lo hice por presentarlo, sino porque es de mi gusto el tema, porque me dará una calificación pero sobre todo porque aquí expresare mi pensamiento y forma de ver la realidad, que hasta cierto punto no sea trascendental, pero al menos expresara un punto de vista de un joven ciudadano, estudiante y trabajador, que vive al día y cada día trata de dar lo mejor de sí, de una persona que según su mentalidad, cree que el cambio no está arriba con los gobernantes, si no abajo, con nosotros, los ciudadanos.

Es un tema tal vez bastante usado, pero bueno nunca está de más, el dar un punto de vista.

Vivimos tiempos difíciles de comprender en México, tras la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa el panorama nacional cambio por completo. Cientos de marchas, millones de indignados, una presión internacional increíble y una reacción pobre del gobierno federal, son los ingredientes perfectos para que los mexicanos reclamen al presidente de la república su renuncia.

Pero la renuncia de Peña Nieto no resuelve nada, buscar la renuncia del presidente es una actitud mediocre que en nada ayuda a resolver los problemas del país. Vamos a ser claros, es como tener cáncer en fase terminal y despedir al médico por no curarnos, al despedir al médico no resolvemos nuestro problema, al despedir a Peña no conseguiremos que nuestros problemas se esfumen por arte de magia.

Que no renuncie Peña Nieto, de alguna manera, su renuncia es continuar con el circulo vicioso de nuestra cultura mediocre, es rendirnos cuando las cosas se compliquen, no vote por Peña, ni soy un PeñaBot, pero exigir su renuncia es desaprovechar el momento histórico, debemos exigir gobiernos comprometidos, nos puede gustar o no está administración, pero quitarla es rendirse, hoy tenemos al gobierno actual tomado por la cabeza, temeroso, moribundo y dispuesto a hacer lo que sea para mantenerse en el cargo. Hoy como nunca antes, los ciudadanos están vigilando puntualmente al gobierno federal (aunque a veces nos distraemos de manera fácil), impidiéndoles hacer trampa, como ejemplo la licitación del tren México-Querétaro, donde el gobierno al sentirse acosado se retractó por una ciudadanía informada que impidió su acto deshonesto.

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