Los Éxitos de Carlos Vela
Enviado por raulleon • 24 de Septiembre de 2013 • Informe • 555 Palabras (3 Páginas) • 301 Visitas
Después del éxtasis que provoca un partido soñado, una brillante actuación o un gol artístico, podemos cometer el error de sobrevalorar el hecho. Pero cuando algo, o en este caso alguien, deja tan buenas sensaciones.
Ante el Lyon, Carlos Vela vivió, en sus palabras, una noche mágica. En un equipo tan voluntarioso y dinámico, ha sabido erigirse como el mediador perfecto entre el vértigo, la ocupación de espacios y la posesión de pelota. A mí no me sorprende. Quizá peque de Velista, pero es que siempre ha enseñado detallitos de figura, a cuenta gotas, pero de figura a fin de cuentas.
Después de una destacadísima actuación en el Mundial Sub 17 de Perú con un título mundial y el campeonato de goleo como cartas de presentación, el Arsenal de Londres pagó 4 millones de euros por el juvenil mexicano.
Carlos Vela se unió al Olimpo del desarrollo de talento joven: el Arsenal de Arsene Wenger. Todo parecía encajar a la perfección, nada podía salir mal en la ecuación. Pero quizá, Vela llegó en un mal momento a Londres. Entre que se encontró con un Wenger que se debatía entre gustar y ganar y cesiones fugaces a equipos con pocas aspiraciones, el Bombardero mexicano nunca cobró el protagonismo que su talento exigía. Eso sí, cada que jugaba y sumaba minutos, desarrollaba una mágica fascinación por los goles estéticos patentando la vaselina de cara a gol. Soy de los que piensan que la confianza es la base de la pirámide, y el mexicano, jamás la tuvo en el Emirates.
De pronto, tímidamente, apareció la Real Sociedad. Un equipo bien intencionado técnica y tácticamente, pero a fin de cuentas, concebido para sobrevivir. De elegir 10 años antes a Anoeta, habría llegado un equipo contendiente, pero de eso, hace tiempo que no quedaba nada. El proyecto era encabezado por Philippe Montanier, que de entrada, por el simple hecho de tener acento francés, evocaba a la última época brillante de la Real: la de 2002-04 con Raynald Denoueix en el timón y futbolistas como el goleador Darko Kovacevic, el verticalísimo Nihat y el juvenil Xabi Alonso.
Carlos Vela encontró estabilidad y continuidad en San Sebastián y se notó. El primer año, en calidad de cedido, marcó 12 goles, ganándose la aprobación de la afición, directiva y cuerpo técnico.
Con su carta de transferencia en mano, su segundo año fue aún más brillante. Montanier patentó un 4-2-3-1 con transiciones rápidas y mucha movilidad en zona de definición y ahí, el mexicano se transformó en protagonista. Que si jugaba el Chori Castro por derecha, Vela corría por izquierda. Que si Griezmann alineaba por izquierda, Vela ocupaba el lado opuesto. Que si Xabi Prieto no estaba para jugar, Vela aparecía por detrás del nueve. Que si Agirretxe se ausentaba, Vela monopolizaba el eje del ataque. Claro, la demarcación del mexicano era simple referencia, aparecía en todo el frente de ataque. Lo hacía todo bien. Así de
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