Lula Da Silva Y Su Gestión En Brasil
Enviado por eder1006 • 25 de Noviembre de 2012 • 3.208 Palabras (13 Páginas) • 666 Visitas
Introducción.
El imperialismo se puede definir como una doctrina que soporta el dominio de unas naciones sobre otras por la fuerza militar, política y económica. Existe una predilección de limitar el "imperialismo" al proceso de expansión económica que tuvo lugar en Europa a mediados del siglo XIX y fue conocido como imperialismo librecambista. El librecambismo es la doctrina económica que defiende la no intervención del Estado en el comercio internacional, permitiendo que las mercancías se gobiernen por las ventajas de cada país y la competitividad de las empresas, y suponiendo que con ello se producirá una adecuada distribución de los bienes y servicios. En este periodo, varios países europeos se extendieron, primeramente de forma no oficial y después anexaron territorios formando colonias en África, Asia y el Pacífico. El Imperialismo, también llamado expansionismo fue consecuencia de la búsqueda fuera de Europa de mercados y materias primas para la revolución industrial y se dio hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial.
Siguiendo el tema, una vez que se ha hablado del imperialismo, uno de los sistemas imperialistas más destacados en el mundo ha sido el de Portugal.
El Imperio portugués se destacó en el Siglo XV, XVI y XVII. Comenzó con el viaje a tierras desconocidas por los europeos y empezando la Era de los descubrimientos. Durante sus comienzos, el imperio se estructuraba en ciudades propiamente portuguesas; factorías (construcciones realizadas exclusivamente para el comercio en ciudades no portuguesas) y bases o zonas de intercambio directo (ciudades no portuguesas sin edificios cuyo mercado lo realizaban desde las propias cargas del barco).
El objetivo principal del imperio portugués era llegar a la India y con ello ampliar su mercado en general, además de buscar metales preciosos que ayudaran a fortalecer su economía.
Diversas publicaciones aseguraban que la Tierra era redonda y que los tres continentes descubiertos hasta entonces (Europa, Asia y África) estaban cubiertos por un mismo océano, lo cual hacía más tentadora la idea de explorar Asia y África. Aunado a ello, la misión de la Orden de Cristo que era evangelizar los pueblos descubiertos, defender la fé cristiana y combatir a los musulmanes la hacía aun más importante que enriquecer su misma economía. Unidas a las razones religiosas estaban las razones sociales que estaban inclinadas hacia el crecimiento del status social y las razones políticas dirigidas al ennoblecimiento de los plebeyos. En cuanto a los motivos económicos se buscaban los beneficios comerciales, la recolección y descubrimiento de materias primas, además del negocio de esclavos y la búsqueda de oro.
Es importante saber qué motivó a Portugal a comenzar con el imperialismo, cuales fueron sus razones, estrategias. También es importante conocer cómo Portugal, consiguió llegar a tantos lugares en África y Asia, qué hizo en esas partes y qué obtuvo en esos viajes. También debemos abordar las fechas más importantes que se han dado, ya sea por sus descubrimientos o por sus enfrentamientos, conoceremos en un margen temporal específico como el imperialismo de la mano de Portugal se fue dando y cómo éste influyó en la economía e historia de los países que llegaron a ser colonias portuguesas.
Colonias portuguesas durante el imperialismo.
Causas de la expansión de Portugal
Las explicaciones acerca de las causas de la precocidad y alcance de la expansión portuguesa se dirigen a muy diversas motivaciones religiosas, sociales y económicas.
El espíritu de Cruzada y los ideales caballerescos habían encontrado un fuerte resurgimiento desde inicios del siglo XV en la Corte portuguesa. En los primeros tiempos de la Casa de Avis, llegada al trono tras la guerra de Sucesión de 1383-1385, habían dominado los intereses económicos de los sectores mercantiles. Ello llevó al ennoblecimiento de parte de este sector pujante originando un cambio de objetivos, ya que la nueva nobleza se encontró deseosa de conseguir rápidamente los honores que faltaban a sus linajes. Así, en el reinado del proaristócrata Alfonso V se impondrían los objetivos nobiliarios, anteponiéndose la expansión territorial en Marruecos a la continuación de las exploraciones.
Junto a ello, el espíritu de Cruzada pudo aspirar a una compensación ante la derrota cristiana frente a los turcos en el sudeste europeo, que se materializó en el deseo de un imperio portugués en Marruecos, para lo que no se escatimaron esfuerzos.
La forma de vida de la frontera pudo coexistir perfectamente con los ideales caballerescos. El avance de la frontera fue lo suficientemente largo y duradero como para que se afianzasen estilos de vida y organización social que habían nacido de ella. La tendencia a perpetuarse de éstos, por encima incluso de la supervivencia de la frontera, empuja a buscar una nueva. De ahí que la nobleza portuguesa se empeñase en continuarla en el norte de África, volcando en ello una cantidad absolutamente desproporcionada de los recursos económicos y humanos del país.
La vieja nobleza, por su parte, había sufrido el declive de los ingresos señoriales en los siglos XIV y XV, tratando con la consiguiente utilización de la violencia, legal o ilegal, recuperar el nivel adquisitivo. La expansión territorial fue una de las vías, y, dada su situación geográfica, Portugal lo hizo por mar y con barcos, en lugar de por tierra y con caballos.
Por último, son muchos los factores económicos que tuvieron su papel. Así, en lugar destacado hay que poner la sed de oro. Desde el siglo XIII, las importaciones europeas de oro africano intensificaron el tráfico transahariano, pero las necesidades, para el comercio continental y con Oriente, eran mayores. La búsqueda de los yacimientos al sur del Sahara estaría así entre los mayores acicates de las expediciones portuguesas.
En segundo lugar, la escasez de artículos alimenticios de primera necesidad hacía depender a Portugal de las importaciones de cereal, realizadas por el comercio hanseático y bretón. La agricultura fue la principal razón de la colonización de los archipiélagos atlánticos, donde el desarrollo agrícola fue rápido y basado en la tetralogía de cereal, azúcar, vino y tintes.
El azúcar también era un producto básico, como conservante y como complemento de la dieta a la que proveía de calorías en sustitución de las grasas. Se utilizaba también para la elaboración de bebidas alcohólicas, como el ron. Las plantaciones de caña de azúcar se estaban introduciendo en Portugal, pero el gran desgaste del suelo que suponían era un incentivo para la búsqueda de tierras cultivables fuera de la península.
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