MERCADO DE LOS TIQUETES AEREOS EN COLOMBIA
Enviado por lordfilip • 13 de Noviembre de 2017 • Ensayo • 1.188 Palabras (5 Páginas) • 220 Visitas
MERCADO DE LOS TIQUETES AEREOS EN COLOMBIA
En las últimas décadas, el uso de transporte aéreo se ha estado frecuentado más, esto se debe a que las personas buscan un medio eficiente y rápido para llegar de un lugar a otro. Colombia no ha sido ajeno a esta tendencia, esto se debe a que geográficamente dificulta el viaje a diferentes municipios y hace que esto sea más demorado.
El uso de transporte aéreo tiene diferentes ventajas económicas en un país. “para que el sector desarrolle su actividad requiere del consumo de bienes y servicios de otros sectores y éstos, a su vez, como consecuencia de dicha demanda, generan actividad económica, empleo e impuestos por concepto de esa demanda. De otro lado, la prestación de servicios de transporte aéreo genera actividad, empleo e inversión en aquellos sectores que demandan esos servicios para poder llevar a cabo su actividad” (…) (Fedesarrollo, 2015).
En Colombia según Díaz (2015), el transporte aéreo ha estado creciendo en mayor porcentaje en su contribución al PIB comparado con medios de transporte; terrestres y marítimos, donde su media anual fue del 6% en contra de 4.1% y 1% respectivamente.
En Colombia hay diferentes aerolíneas que ofrecen el servicio de medio transporte y carga de equipaje. “Actualmente en Colombia operan de manera significativa cinco aerolíneas: Avianca, LAN, Copa Airlines, EasyFly y Viva Colombia (…)” (Cubides, 2015).
Colombia es un país con gran potencial en biodiversidad cultural, en flora y fauna, además de tener espectaculares playas y conexión con el mar caribe y el océano atlántico, hace de esto que sea un sitio atractivo para el turismo tanto de personas que vienen del exterior como ciudadanos del interior del país. Según Díaz y López (2016) en las ciudades más turísticas el 99% de turistas internacionales, llegan allí por medio aéreo.
A pesar de lo anteriormente dicho; “El mercado colombiano tiene una particularidad dado que es un país donde su mayor demanda es doméstica, alrededor del 70%. Esta proporción se ha mantenido estable pasando de un 72% de demanda doméstica para 2000 y para 2015 representó el 68% del mercado. El crecimiento de la demanda muestra su mayor fuerza en 2010 y 2012; 2010 por la consolidación de la alianza Avianca-Taca, LAN, Copa Airlines y la capitalización de Satena (Superintendencia de Industria y Comercio, 2015)” (Luengas,2016).
Dado la gran demanda interna que se produce en el país, es de gran importancia analizar como los precios afectan al consumidor en su decisión de comprar o no comprar un tiquete aéreo, y ante qué tipo de bien o servicio estamos. Para realizar lo anteriormente propuesto se debe primeramente observar los factores que determinan la demanda de un tiquete aéreo. Según Benítez (2000) la demanda de este lo podemos dividir en dos campos: Factores económicos y factores estructurales, donde se subdividen en primer lugar en la renta del consumidor y los precios de los tiquetes y en segundo lugar la población, la distancia, modos de transporte alternativo y tipos de red respectivamente.
Observando la demanda desde un punto de vista microeconómico, primero se deben de tener en cuenta a que lugares hay mayor demanda de transporte aéreo. Según Alonso (2013) los 5 aeropuertos con mayor concentración de pasajeros en Colombia son: Aeropuerto internacional el dorado (Bogotá), Aeropuerto Internacional José María Córdova (Rionegro), Aeropuerto Internacional Alfonso Bonilla Aragón (Cali), Aeropuerto Internacional Rafael Núñez (Cartagena), Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz (Barranquilla).
Teniendo en cuenta lo anterior, Echeverry, Escobar, Navas (2013); en su investigación determinan la elasticidad precio de la demanda de los trayectos aéreos más concurridos, para esto primeramente dividen en dos clases al consumidor; turístico o de negocios. Empíricamente se esperaría que el consumidor que viaje por negocios esté dispuesto a pagar un precio más alto por un tiquete, mientras que el consumidor que viaje por turismo planee su viaje con meses de anticipación, y no esté dispuesto a pagar un tiquete con un alto precio.
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