MUJERES EN LA CIENCIA: LOGROS DEL OLVIDO

MUJERES EN LA CIENCIA: LOGROS DEL OLVIDO

Por: Gordillo Vázquez Andrea Alessandra

Grupo: TI71

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          Desde la antigüedad la mujer ha sido infravalorada y relegada en temas científicos aun cuando en ocasiones sus aportaciones son importantes e incluso superiores al de los hombres, según la UNESCO^[1] menos del 30% de los investigadores a nivel mundial son mujeres. Si bien es cierto que cada vez más, hay mujeres que se interesan en carreras de ciencia, ingeniería y matemáticas, cuando llegan a nivel doctoral las cifras se invierten y los hombres siguen siendo mayoría (EAFIT, s.). En México, las mujeres en áreas de ciencia y tecnología ha crecido en los últimos años, los datos del Sistema Nacional de Investigadores (2018)^[2], las mujeres ocupan el 36.58%, es decir, de los 27 186  investigadores, 9945 son mujeres, desde el año de 1984 hasta 2018 el numero incremento considerablemente, ya que en el año de 1984 solo habían 283 investigadoras. La investigadora y exdirectora Norma Blázquez Graf^[3] menciona que depende de la categoría y del área, por ejemplo, en el área de física y ciencias de la tierra la presencia de mujeres no llegan al 21% (Blazquez,2019), en el área de ciencias exactas, según los datos del Sistema Nacional de Investigadores (SIN) al año de 2018, de 1311 investigadores, solo 311 son mujeres (Sandoval, 2022).

Como podemos ver, los datos muestran la inequidad de género, a lo largo de la historia se ha ocultado sus aportaciones y si bien muchas ya han salido a la luz, otras más siguen teniendo sus logros en el olvido. La persona que probablemente evito el fracaso de la misión del Apolo 11 fue una mujer, Margaret Hamilton, también conocida como “ingeniería software”, no solo fue pionera de la programación si no que también diseño parte del software que haría funcionar el módulo de mando y el modulo lunar el cual estaba diseñado para no sobrecargarse.  Rosalind Franklin, científica francesa, la cual ayudo a obtener la estructura del ADN, sin embargo, Maurice Wilkins^[4] compañero de Franklin , les iba enseñando imágenes del ADN que Franklin había tomado junto a Raymond Gosling^[5], a Watson y Crick^[6], lo cual en su mayoría de las veces eran sin el permiso de Franklin y sin que ella lo supiera, y fue hasta la fotografía número 51 que Watson y Crick propusieron la estructura del ADN en la revista nature en abril, en esa misma revista y fecha, páginas más adelante, fue publicado un artículo de Franklin y Gosling sobre sus fotografías incluyendo la numero 51, apoyando el artículo de Watson y Crick, pero 16 meses antes de que el artículo de Watson y Crick fuera publicado, Franklin había llegado a la misma conclusión sobre la estructura del ADN pero la rapidez con la que se publicó el artículo de Watson y Crick impidió que ella propusiera su modelo, por lo que se sabe, Franklin nunca se enteró que habían visto la fotografía número 51. Albert Einstein es considerado como el mejor físico del siglo XX por sus aportaciones a esta rama científica y la mayoría conoce su nombre, pero, ¿Conocen el nombre de Mileva Maric? La mayoría no, Maric fue física y la primera esposa de tan famoso físico, ella junto con Einstein trabajaron juntos hasta 1914, cinco años antes de su divorcio, en el primer artículo que trabajaron en conjunto solo fue firmado con el nombre de “Albert Einstein”, aunque se dice que la decisión fue tomada en conjunto por el que dirán si estaba firmado junto con el nombre de una mujer, Maric fue de gran apoyo para Albert, no solo en el ámbito laboral si no también en el emocional, y aunque en todo el mundo conocen el nombre del físico, Mileva Maric sigue sin tener el reconocimiento que se merece.  

Marianne Grunberg Manago, científica francesa de origen ruso, víctima de la injusticia e inequidad de género, trabajo en conjunto con el bioquímico español, Severo Ochoa, Ochoa recibió un premio nobel de fisiología y medicina por sus trabajos en la síntesis de ácidos ribonucleicos in vitro, la cual compartió con el bioquímico Arthur Kornberg por sus trabajos de la síntesis del ADN, no obstante, fue Marianne la que hizo el descubrimiento crucial, es decir, fue ella quien descubrió la enzima que podía sintetizar el ARN in vitro. Y por supuesto, no podemos olvidar a Marie Curie y su hija Irène Joliot-Curie, Marie Curie fue la primera mujer en recibir el premio nobel y la primera persona en obtener dos en áreas distintas, en 1903 los Curie obtuvieron el premio nobel en física por el descubrimiento de la radioactividad y en 1911 Marie obtuvo el segundo premio nobel en química por el descubrimiento del polonio y radio, Marie también fue la primera mujer que dio clases en la universidad de Paris, por otra parte, su hija Irène Joliot-Curie estudio física y obtuvo el premio nobel en química junto con su esposo Frèdèrick Joliot, realizo un experimento sobre la radioactividad natural y artificial, la transmutación de los elementos y la física nuclear, la cual debido a que fallaron en la interpretación del experimento, Chadwick^[7] repitió y amplio el experimento, al tener una correcta interpretación condujo el descubrimiento del neutrón lo que lo llevo a ganar el nobel en física.

Cuando una mujer que se dedica a la ciencia o a la investigación no recibe el mismo reconocimiento que un hombre se produce el efecto Matilda^[8] (AQUAE, s.f), dicho de otra manera, el efecto matilda se da cuando hay discriminación y prejuicio en los logros de las mujeres en la ciencia y sus aportaciones se le atribuyen a los hombres. Algunas mujeres víctimas del efecto Matilda fueron; Trotula de Salerno^[9] (1110-1160), Ángela Ruiz Robles^[10] (1985-1975), Marie Tharp^[11] (1920-2006), Rosalind Franklin (1920-1958) y Margarita Salas^[12] (1938-2019).

Como podemos ver, hay muchas mujeres que a lo largo de la historia han atribuido al conocimiento científico, pero no se les da el reconocimiento que se merecen, si bien es cierto, que actualmente le podemos otorgar ese reconocimiento a varias mujeres, hay muchas más que siguen en el anonimato creando así el efecto matilda.

                                                                       “La ciencia es clave para el conocimiento. No existe igualdad de género sin acceso equitativo al conocimiento; por lo tanto, las mujeres deben de tener acceso a la ciencia.”  (UNESCO, s.f)

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