Making a Murderer

Making a Murderer

En el mundo audiovisual actual contextualizado por la globalización de los contenidos, nos damos cuenta todos en cuestión de segundos de algo acaecido a millones de kilómetros de distancia. Como un caso de carácter local, que le incumbe a una comunidad apartada en los confines de los Estados Unidos de América, más exactamente en el condado de Manitowoc de Wisconsin, logra traspasar fronteras y volverse un fenómeno televisivo mundial gracias a las redes sociales. Resultado: los dramas son universales, sin importar de donde provengan.

El culpable: la internet. Las plataformas digitales que cada día más nos permiten consumir series, películas y programas al mismo tiempo de su estreno en los cinco continentes, tienen en Netflix un buen ejemplo: es el portal online o vía streaming más famoso en la red hoy. Gracias a este tipo de canales virtuales desde el mes de diciembre de 2015 podemos apreciar un documental realizado por dos cineastas, Laura Ricciardi y Moira Demos, quienes durante 10 años recolectaron información sobre un hombre injustamente encarcelado, liberado y vuelto a encarcelar en un pueblo del Medio Oeste norteamericano, al lado del Lago Michigan.

Este es el hecho: Un buen día de 1985 del siglo XX violaron a una prestante mujer de ese condado y la policía gracias a un retrato hablado de la víctima consideró que se parecía a Steven Avery. Las pruebas de ADN no existían para entonces y una descripción verbal y un dibujo dictaminaron que un hombre con un pasado algo problemático era el autor de ese asalto sexual. El alguacil del condado fue el encargado de hacer el dibujo, para acto seguido proceder a encarcelarlo. El veredicto: nuestro protagonista termina en la cárcel y paga con 18 años de su vida por un delito que no cometió. Fuentes cercanas a la comisaría de policía de ese condado habían enviado información sobre un sospechoso que tenía antecedentes con ataques sexuales, su nombre: Glenn Allen. Nunca esa comisaria presto atención a otros hechos que no fueran los que incriminaban a Avery. Nunca hubo una verdadera investigación, todo partió de unos supuestos. El protagonista es una celebridad gracias a su tragedia personal.

Estos son los antecedentes: la historia detrás de esa historia es que la esposa del alguacil dibujante había tenido recientemente un encuentro no grato con Steven Avery cuando iba a su casa en el auto y un carro en sentido contrario la cierra y se detiene, de el se baja Avery quien le apunta con un rifle. Los Avery son considerados por la comunidad de Manitowoc como unos miembros ignorantes, agresivos y por sobre todo pobres. Se dedican a la chatarrización de automóviles. No se les aprecia como integrantes de una sociedad formal. Los antecedentes por robo y quema de un gato tampoco ayudan a Avery. Con este tipo de palmarés nuestro protagonista se vuelve en el único y principal sospechoso. Es algo típico de la vida en un small

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