Manejo Sustentable De Ecosistemas

MANEJO SUSTENTABLE DE LOS ECOSISTEMAS: UN SUEÑO O UNA NECESIDAD

Las condiciones actuales de los recursos del planeta son alarmantes, se reconoce que vivimos en un planeta hambriento, saturado y amenazado; marcado por un desenfrenado consumismo, desarrollo económico sin límite, ambición económica, explotación inadecuada de los recursos naturales, entre otras, que han ocasionado el deterioro y la degradación social y ambiental. De continuar a este ritmo y con este modelo de desarrollo, en un futuro inmediato la raza humana pone en peligro su existencia. Siendo necesario que el hombre dirija sus esfuerzos, conocimientos y tecnología al adecuado manejo y administración del medio ambiente; cuidando sus recursos mediante la actuación responsable con el entorno.

La vinculación de los conceptos de cuidado del ambiente y utilización de los recursos, aparecieron aproximadamente hace treinta años, como una alternativa para enfrentar la contaminación ambiental y búsqueda de procesos óptimos en la utilización de los recursos sin afectar el ecosistema; acción que se conoce como Manejo Sustentable de los Recursos Naturales; lo cual requiere desplegar grandes esfuerzos por parte de los países, disponer de ingentes recursos, desarrollar conocimientos y tecnología.

La palabra “sustentabilidad” es la más empleada a la hora de definir el tipo de manejo deseado de recursos naturales en el mundo. Sustentabilidad implica poder obtener bienes y servicios de los ecosistemas sin poner en riesgo su potencial para las generaciones futuras. Sin embargo no siempre sabemos cómo hacer para llevar este complejo concepto a la práctica. (Rusch, 2008).

La sustentabilidad es una estrategia planteada y presentada como solución a los problemas actuales de la degradación generalizada de la tierra; pero, el hombre que está en el centro del problema, ¿estará dispuesto a someterse al cambio que le exige esta corriente? ¿Renunciaría a los beneficios generados por la explotación de los recursos? ¿Logrará actuar y pensar realmente en forma global y social?, son los desafíos que tendrá que enfrentar para lograr una sustentabilidad armónica, y requisito fundamental para la permanencia del hombre sobre la tierra en el tiempo. Puesto que, es evidente que la actual trayectoria de la actividad humana no es sostenible. (Sachs, 2008)

A lo largo de la historia, se pueden encontrar varios acontecimientos que han contribuido al aumento de la crisis ambiental, sus efectos son más notorios en nuestros días agravados por la incesante y desproporcionada explotación de los recursos naturales, lo cual ha conducido a casi alcanzar un nivel de colapso ecológico, por el irrespeto del hombre a los procesos naturales, y por el incremento poblacional desproporcionado, factores que inciden directamente sobre el ecosistema por efecto de disponer y asegurar alimentos para un mayor número de personas en el transcurso del tiempo.

El hombre debe ver las señales sobre cómo la utilización de los recursos naturales y las emisiones de contaminantes han crecido más allá de los límites sustentables, y reconocer que el sistema socioeconómico actual no funciona bien, ha sobrepasado los límites y se dirige hacia el colapso. El crecimiento actual no resuelve estos problemas, o si lo hace es con gran lentitud e ineficacia. Hasta que no se presenten mejores soluciones, la sociedad jamás dejará de lado su adicción al crecimiento. (Kremsa, 2002)

El Homo Sapiens, habita en la tierra desde hace aproximadamente cien mil años . Durante los primeros noventa mil años la población experimentó las limitaciones de la capacidad y productividad de los recursos terrestres e hidrobiológicos, además la competencia con otras especies por los recursos. Posteriormente, el descubrimiento y práctica de la agricultura, sucedió hace aproximadamente diez mil años, lo que significó un importante avance del hombre, y representó un cambio cualitativo en el orden natural; el equilibrio entre los seres humanos y el resto de la biósfera se alteró de manera significativa; desde ese tiempo la deforestación ha sido la política escogida por las sociedades humanas para disponer de espacios para prácticas agropecuarias; y partiendo del hecho de que las actividades económicas tal como se las practican o ejecutan actualmente buscando el anhelado desarrollo económico, no aseguran en el largo plazo un adecuado equilibrio medioambiental.

La explosión demográfica ha sido un factor que ha contribuido en gran medida a la crisis ambiental. Durante aproximadamente 1.800 años, la población experimentó un incremento superior al 400% más o menos; al pasar de alrededor de 230 millones estimados en el año 1 a los 1.000 millones en el año 1.830 (Sachs, 2008). En los siguientes 180 años la población mundial se multiplicó por siete en cifras aproximadas, al llegar a 7.000 millones de personas.

En el transcurso del tiempo, el usufructo de los sistemas naturales por parte del hombre para su propio beneficio, ha involucrado a otras especies, dejando un inmenso costo ambiental y social producto de esa explotación, con la justificación de sustentar una población cada vez mayor y con crecientes niveles de consumo per cápita, sin prestar atención a las consecuencias futuras.

Desde el año 1.800, inicio de la era industrial se empezó a utilizar combustibles fósiles como el carbón mineral, el petróleo y el gas natural, que empezaron a ser explotados con ayuda de los avances tecnológicos de la época, y fueron aprovechados para la generación de energía, electricidad, fuerza motriz, la cual incrementó la productividad humana hasta parámetros inimaginables en aquel tiempo. Se pudo también enfrentar el problema de la escasez de nitrógeno para la producción agrícola y asegurar la los stocks de alimentos. Ligado a ello, la explosión demográfica vino acompañada por un incremento simultáneo de la producción económica media por persona, en términos generales la actividad económica experimentó una rápida expansión.

Desde la revolución industrial a la actualidad, la sociedad goza de los avances tecnológicos; pero con las consecuencias de los riesgos masivos que implica, como la transformación y destrucción de los sistemas ecológicos; desde la facilidad de transformar extensiones de bosques en espacios para pastar ganado; las pesquerías marinas han sido explotadas hasta casi su agotamiento por las numerosas flotas pesqueras. La exagerada quema de combustibles fósiles con la consecuente perturbación de los sistemas climáticos del planeta, con la presencia del efecto invernadero.

El crecimiento poblacional en solo 260 años, desde el año 1.750 hasta el 2010, se multiplicó en aproximadamente por 10,

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