Mannheim, Ideología Y Utopía
Enviado por aydamar91 • 16 de Noviembre de 2014 • 1.214 Palabras (5 Páginas) • 403 Visitas
Mannheim, K. (1987), Ideología y utopía, Barcelona, Ed.62.
I. APOXIMACIÓN PRELIMINAR AL PROBLEMA
En este texto Mannheim explica la sociología del conocimiento planteando sus antecedentes, a continuación desarrolla la explicación mecánica y la explicación genética de la misma sociología del conocimiento y finaliza el capítulo marcando la problemática relación entre la ciencia y la política y la consecuencia de esta relación.
El propósito de estos estudios es ver cómo funciona el pensamiento en la vida pública y en la política, como instrumento de acción colectiva. El método que se trata de exponer es el de la sociología del conocimiento. La tesis principal de la sociología del conocimiento es que existen formas de pensamiento que no se pueden comprender debidamente mientras permanezcan oscuros sus orígenes sociales. Es evidente que sólo el individuo puede pensar, por lo tanto no existe una entidad metafísica como un espíritu de grupo. Sin embargo, sería un error deducir de esto que todas las ideas y sentimientos que sirven de motivos a un individuo tienen origen en él mismo.
La sociología del conocimiento se esfuerza en captar el pensamiento dentro del marco de una situación histórico-social del cual emerge el pensamiento individual. La segunda característica de este método es que no separa los modos de pensamiento que tienen una existencia concreta de la trama de la acción colectiva. Una de las nociones fundamentales de la sociología del conocimiento es que el proceso mediante el cual los motivos colectivos inconscientes que se vuelven conscientes no pueden desenvolverse en cualquier época.
Las dos formas de la movilidad social, la horizontal y la vertical muestran la multiplicidad de los estilos del pensar. La movilidad horizontal (movilidad de una capa a otra, o de un país a otro, sin cambio de la estructura social) nos muestra que pueblos diferentes piensan en formas distintas. Sin embargo, mientras las tradiciones del grupo nacional y local permanecen intactas, el individuo sigue tan apegado a su acostumbrado modo de pensar que la forma en que piensan otros grupos les parecen meras curiosidades, errores, ambigüedades o herejías. Solo cuando a la movilidad horizontal se le añade una intensa movilidad vertical, esto es, un rápido movimiento entre diferentes capas en el sentido de descenso y ascenso social, vacila la creencia en la eterna y general validez de las propias formas de pensar. La movilidad vertical es factor decisivo para que las personas se vuelvan escépticas y experimenten incertidumbre respecto a su propia idea del mundo.
En toda sociedad existen grupos sociales cuya tarea especial consiste en promover a esa sociedad de una interpretación del mundo. Se les puede llamar intelectuales. Esa capa intelectual, organizada como casta y que monopoliza el derecho a predicar, enseñar a interpretar el mundo, está condicionada por la fuerza de dos factores sociales. su pensamiento tiende a ser más “escolástico” a medida que esa capa se convierte en el exponente de una colectividad completamente organizada; y la segunda característica de este tipo monopolizado de pensamiento es que se halla relativamente alejada de los conflictos de la vida cotidiana: por tanto es también “escolástico” en este sentido, es decir, académico y sin vida. Por lo que surgió una inteligencia libre cuya principal característica es que se recluta constantemente para conquistar el favor de varios grupos. En este proceso desaparece la ilusión del intelectual de que existe un único modo de pensar.
Toda la especulación epistemológica se orienta entre los polos del sujeto y del objeto que en cierto modo suponen dogmáticamente como algo familiar a todos, y con esta base explica la posición del sujeto en ese orden del mundo y deriva su poder cognoscitivo; o bien toma como punto de partida
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