Marco, Siendo cónsul De Roma, Continuaba Sintiendo Desconfianza, Recelos Y Dudas, Su Esposa Terencia Estaba Que No Cabía En sí De Gozo. Ahora Era La Primera Dama De Roma. Su Magnífica Litera, Llevada Por Cuatro Enormes Esclavos Nubios Espléndidamente
Enviado por ZIZIDANE • 28 de Noviembre de 2012 • 205 Palabras (1 Páginas) • 713 Visitas
Marco, siendo cónsul de Roma, continuaba sintiendo desconfianza, recelos y dudas, su esposa Terencia estaba que no cabía en sí de gozo. Ahora era la primera dama de Roma. Su magnífica litera, llevada por cuatro enormes esclavos nubios espléndidamente ataviados, era reconocida en las calles y saludada. Su casa del Palatino estaba siempre atestada de distinguidas damas patricias, que buscaban recomendaciones para sus ambiciosos maridos. Ella las atendía condescendientemente, prometiéndoles todo lo que le pedían, presentando luego estas peticiones a su esposo con palabras y gestos de reina, como si le presentara regalos. No podía comprender que él frunciera el ceño y le contestara impaciente, que se sintiera fastidiado y que le contestara que si aquellas peticiones se basaban en méritos, ya las consideraría a su debido tiempo.
Pero como la mayoría de los individuos de su clase y posición social, era víctima de un fatal engaño; estaba convencido de que la mayoría de los seres humanos, si se les daba oportunidad, se elevarían a las alturas más nobles y desinteresadas, que el hombre era por naturaleza bueno y prefería la virtud al mal, que el corazón humano estaba inclinado a la nobleza y que sólo las circunstancias y el medio ambiente pervertían su corazón.
...