Matón De Barrio
Enviado por epalacio36 • 25 de Enero de 2015 • 1.423 Palabras (6 Páginas) • 254 Visitas
Matón de barrio con el policía, mansa palomita con el general
El coronel César Carrión no llegó a decir sobre el 30 de septiembre del 2010 ni la mitad de lo que escribió el general Ernesto González; pero al primero lo arrastraron a la cárcel, mientras que al segundo apenas le corrigieron la gramática. ¿Qué produjo este cambio tan drástico en la conducta de la dictadura correísta?
Emilio Palacio
EL CORONEL DE POLICÍA CÉSAR CARRIÓN PAGÓ MUY CARO HABER PUESTO EN DUDA EL SUPUESTO SECUESTRO DE RAFAEL CORREA EL 30 S, en el Hospital de la Policía en Quito.
Rafael Correa: “¡Que sepa con quién se está metiendo! ¡Soy el presidente de la República, pedazo de majadero! ¡Tú eres mi subalterno, y no puedes estar por tus intereses y odios personales tratando de hacer quedar como un mentiroso a quien es tu jefe! […] Este señor, inmediatamente, ¡afuera del Hospital de Policía!, ¡afuera de la Policía Nacional! Y hablen con el fiscal, porque este señor es parte de la conspiración”.
César Carrión pasó casi un año, injustamente, tras las rejas. Su esposa y su familia sufrieron lo indecible. El “valiente” secretario de la Presidencia, Alexis Mera, se burló en público de su hijita de 12 años, a la que acusó de derramar lágrimas “de cocodrilo”.
Cuando se produjeron los incidentes del 30 S, el general Ernesto González era jefe del comando conjunto de las Fuerzas Armadas. Días atrás publicó su libro Testimonio de un Comandante. Allí asevera que nadie secuestró a Rafael Correa el 30 S, que nadie lo intentó asesinar y que no se produjo en esa ocasión ningún intento de golpe de estado.
El general González también era un “subalterno” de Correa, en un cargo de mayor responsabilidad aun. Esta vez, sin embargo, no hubo tuteos ni filípicas:
Rafael Correa: “Si él [Ernesto González] no sabe que retención forzada es igual que secuestro, eso es un mal manejo del lenguaje. Que él crea que el 30-S no hubo un golpe de Estado, ese es su problema. […] El mayor problema del general es el mal manejo del idioma. Puede ser un gran militar pero (sonriendo) no es un buen lingüista”.
Ninguna amenaza, ninguna sanción, ningún juicio contra Ernesto González.
Los militares comienzan a tomar
distancia de la dictadura
¿Qué cambió entre fines del 2010 y comienzos del 2015 para esta mágica transformación de Correa, de matón de barrio a mansa palomita?
César Carrión fue un valiente coronel de Policía, abandonado en su momento por la cúpula cobarde de su institución. González, en cambio, es un general del Ejército que por lo visto no actúa por cuenta propia sino que está representando a un sector de la institución militar.
El día del lanzamiento de su libro, una multitud de uniformados llenó las quinientas localidades del salón principal de la Asociación de Generales y Almirantes en servicio pasivo, en Quito. Otro centenar atendió el acto de pie o desde afuera. Los aplausos más sonoros estallaron cada vez que desde el podio alguien expresaba alguna queja por el trato equivocado del gobierno a la institución militar.
Correa respondió, días después (con el mismo tono cuidadoso), que ningún otro gobierno como este ha invertido tanto en armamento y en los uniformados. Por lo visto no ha entendido el mensaje de los militares. Ellos no están hablando (sólo) de cómo se debe distribuir el dinero del presupuesto, ahora que nos sumergimos, a pasos acelerados, en una crisis económica y financiera que pone en peligro la dolarización, sino de cómo se debe repartir el poder político en este nuevo escenario. Intuyen que el equilibrio de poder impuesto por la dictadura, en estos ocho años, no soportará fácilmente los profundos remezones sociales que se avecinan, y comienzan a tomar distancia en la medida en que Correa sigue construyendo una dictadura unipersonal.
No es la primera vez que actúan así. Hicieron lo mismo con Abdalá Bucaram, Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez. Es el mismo proceso en tres etapas: Primero, apoyo incondicional; luego, tomar distancia; por último, dejarlo solo. El libro de González revela que hemos entrado en el segundo momento de esa difícil relación entre fuerzas armadas y gobierno. A partir de ahora, nada será lo mismo.
Ni retenido,
ni secuestrado
RESULTA QUE RAFAEL CORREA, ADEMÁS DE ECONOMISTA, HA SIDO FILÓLOGO, al punto de que ha comenzado a dar clases de español y
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