Medio Ambiente

"La Tierra es nuestro hogar y el hogar de todos los seres vivos. La Tierra misma está viva. Somos parte de un universo en evolución. Somos miembros de una comunidad de vida interdependiente con una magnificente diversidad de formas de vida y culturas. Nos sentimos humildes ante la belleza de la Tierra y compartimos una reverencia por la vida y las fuentes de nuestro ser..." Extracto de La Carta de la Tierra.

El mundo como se conocía no hace más de un siglo ha cambiado drásticamente, la humanidad como especie ha logrado grandes avances en los últimos cien años. Continuamente, la mayoría de los grandes números que indican cómo se desarrolla la vida de nuestra especie en este planeta, han mejorado visiblemente. Hace tiempo se hicieron públicos tanto el “Human Development Report 2013” de la ONU, como el “World Health Statistics” de la OMS, cuyos datos expresan el avance general de los indicadores más importantes del desarrollo de los 194 países que componen estas organizaciones.

Estos documentos dicen que se han observado mejoras notorias de todos los componentes del IDH (Índice de Desarrollo Humano) en todos los grupos y regiones, con un mayor progreso en los países con un IDH bajo y medio. Sobre esta base, se considera que el mundo es cada vez más equitativo. Si bien la mayoría de los países en desarrollo han avanzado, en muchos el progreso ha sido particularmente bueno.

Estos últimos años han sido los mejores para los habitantes de este planeta en toda su Historia, por ejemplo: La esperanza de vida de cualquier persona nacida en 2013 es la mayor de toda la Historia. Estadísticamente la esperanza de vida mundial se coloca ya en los 73 años (frente a los 68 del año 1990 y los 70.5 del año 2011)

Además, en este mismo año el porcentaje de muerte infantil ha descendido dramáticamente y las tasas de mortalidad mundiales de niños menores de 5 años han disminuido a un ritmo del 2.5% en las últimas dos décadas.

La Ciencia moderna ha conseguido eliminar por completo muchas enfermedades históricamente mortales o en algunos casos, como el SIDA, (cuyo número de infecciones ha disminuido en un 24% desde 2001) los nuevos tratamientos las han convertido en enfermedades crónicas aumentando la supervivencia del enfermo y su calidad de vida.

Es importante saber que en la mejora de las condiciones de vida de la gente que está experimentando la humanidad en su conjunto han tenido mucho que ver la ciencia y la tecnología. O sea que, sin el grado de desarrollo científico y tecnológico que hemos alcanzado a comienzos de este siglo, casi nada de todo eso habría sido posible.

Todos esos datos y estadísticas nos muestran que la generación actual de seres humanos ha llegado al punto más alto de desarrollo y crecimiento en la historia de la humanidad. Pareciera que la vida como se conoce ahora es sin duda alguna, la mejor en la que pudimos coexistir. Sin embargo, a pesar de que, en efecto éstas son las mejores condiciones en las que ha vivido el ser humano, todas estas ventajas de las que disfrutamos provienen del incremento en nuestras actividades.

Las actividades humanas han crecido rápida e ininterrumpidamente por tanto tiempo que ahora se observan indicios de que este desarrollo no puede seguir así.

En un mundo con límites nada puede crecer indefinidamente, pero el planeta es tan grande y las actividades humanas son tan complejas que el límite no se ve con claridad.

Todo ser humano que habita en éste planeta deja una huella ecológica que termina por impactar de manera sorprendente a la naturaleza.

Con el desarrollo urbano del mundo, la evolución de la tecnología y los avances de las grandes empresas, viene inmerso un drástico cambio ambiental; la falta de conciencia de la sociedad respecto a lo indispensable que es un medio ambiente sano, implica un daño fatal a la vida.

Sin embargo, a pesar de que todo esto parece lejano e incierto para muchas personas, no falta mucho para que el daño ambiental sea vuelva claro para todos. Durante cientos de miles de años el hombre ha luchado por abrirse un lugar en la naturaleza. Las cosas son diferentes ahora, hoy es indispensable hacerle un lugar a la naturaleza en el mundo del hombre.

El desarrollo humano se vuelve cada vez más intenso y voraz, la forma en que vivimos ahora, nuestra civilización, nuestra alimentación, nuestros usos y costumbres cambiaran radicalmente en el momento en que los recursos que necesitamos para sobrevivir sean insuficientes o inutilizables.

Es tiempo de que los gobiernos, las grandes corporaciones y todas las personas inicien un cambio de paradigmas que permitan un desarrollo más consiente.

“La tierra es suficiente para todos pero no para la voracidad de los consumidores.” Mahatma Gandhi.

Durante más de 200 000 años en el mundo han habitado entre 3000 y 7000 generaciones de seres humanos genéticamente iguales a nosotros, a lo largo del tiempo la cantidad de seres humanos que habitó el planeta se mantuvo lineal. Sin embargo, hace aproximadamente doscientos años, luego de la revolución industrial, se dio un crecimiento acelerado en la población mundial.

El capitalismo naciente, en su fase industrial, conoció de un período de larga expansión entre 1760 y 1800. Es la época en que los comerciantes comienzan a invertir en talleres donde el trabajo se ha dividido en distintas tareas. La división del trabajo y la especialización de los trabajadores aumentan su productividad, incrementando fuertemente la generación de excedentes. La inversión en maquinaria es importante, tratándose aún de herramientas de trabajo con poco cambio de tecnología con respecto al período anterior: es el período de la manufactura. Desde sectores pre-capitalistas, el campo especialmente en el período considerado aunque también los artesanos de la ciudad, se provee de la mano de obra que constituirá el nuevo proletariado. La competencia entre las empresas existe pero no es intensa dado que se trata de un mercado que se crea y está en expansión formado por empresas de pequeño tamaño.

Así, toda acción económica es sistémica y cumple con funciones asignadas por los diversos tipos acciones dentro de la división del trabajo, de la distribución, del intercambio y del consumo. Sin embargo, en cuanto institución, el sistema económico, en último término, se comprende si se tiene en cuenta la gestión y la asignación del excedente de la producción, lo común, que se acumula como la riqueza de la comunidad, en principio. El ser humano, por su poder cognitivo y emotivo cerebral, puede producir más bienes que los que necesita para su inmediato consumo.

Así nace el consumismo y del consumismo vienen los problemas ambientales en todo el mundo. Pero no solo es el consumista, sino el capitalista

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