Medios De Comunicacion

A los medios de comunicación de Venezuela les ha tocado en los últimos años hacer el papel de quinta columna en el frente conspirativo para tratar de tumbar el gobierno de Chávez. No estoy inventando nada. Está claro que el papel de los medios de comunicación (especialmente la televisión) ha sido formar una matriz de opinión contra un gobierno democrático. Pero los medios de comunicación no están solos. Muchos intelectuales (algunos pagados, otros obcecados hasta el fanatismo) se han sumado a la campaña de desprestigio del gobierno (gobierno hecho por y para el lumpen, según dicen). Toda la tramoya radica en acabar con un gobierno de mulatos, marginales y pobres no aptos para autogobernarse.

Pero ¿por qué tanto odio contra un gobierno garante de la Constitución? Porque trastoca todo cuanto ha venido sucediendo en Venezuela desde los años sesenta, cuando se fijaron las normas y regulaciones políticas por medio del Pacto de Punto Fijo. Todo gobierno no acorde con los lineamientos establecidos por Acción Democrática (AD) y COPEI debe ser execrado de toda realidad política, sin posibilidades de mandato. En pocas palabras, se hicieron dueños del país sin margen para ninguna otra opción. Pero una cosa es el burro y otro quien lo cabalga. Desdichadamente para la buena aplicación de ese mínimo entendimiento impuesto por AD y COPEI, siempre existió un tercer protagonista, el pueblo.

Hace cuarenta años, la sociedad venezolana, heredera de una dictadura, aceptó la entente cordiales de los dos grandes partidos políticos de la época; quizá por miedo, cansancio o ignorancia. Mas hoy, ese trato está roto, porque esos dos partidos sólo representan a dos conspicuos actores de una trama pasada de moda. La sociedad, sin la muleta ya de los partidos tradicionales, está dando los primeros pasos hacia un mejor entendimiento en el juego político. Y de ahí la intervención de los medios de comunicación sociales como actores de la obsoleta trama política.

Pero llama poderosamente la atención que no habiéndose preocupado del pueblo en los últimos veinte, treinta o cuarenta años, ahora traten de hacerlo de una forma muy sui géneris, como es la manipulación de la información y la apología de la violencia para crear el miedo entre los ciudadanos con el objetivo de obligarlos a aceptar cualquier fórmula de escape.

La matanza y el golpe de Estado del 11 de abril fueron provocados adrede por los dueños de los medios de comunicación venezolanos para montar en vivo una película como “Tierra de nadie”, que además de reportarles una respetable audiencia, contribuía a la caída de un régimen que no les estaba respetando sus mafiosas reglas de juego. Y es tal el poder de estos medios que incluso habiendo cometido múltiples crímenes ese día, posteriormente, mediante chantajes, lograron una decisión del Tribunal Supremo de Justicia que dictaminó que no pasó nada, que no hubo golpe de Estado (extracto de Las putas de los medios).

No solo Venezuela padece la imposición del “pensamiento único” mediante la mentira y la tergiversación. La necesidad de controlar la acción desinformadora de los medios de comunicación social es una preocupación mundial. La incorporación de los medios como parte activa en la imposición de un modelo económico brutal de dominación mundial es una preocupación creciente que manifiestan los usuarios de todo el mundo y ha llevado a un grupo de destacados periodistas, intelectuales y simples usuarios a constituir una organización para actuar en este campo creando el Media Global Watch u Observatorio Mundial de los Medios.

La gravedad de la situación en Venezuela ha llevado a que el Observatorio Global de los Medios decidiera la creación de un Capítulo Venezuela para hacer un seguimiento al funcionamiento de los medios de comunicación en este país. Después de varios meses de trabajo emite la siguiente declaración.

No solo Venezuela padece la imposición del “pensamiento único” mediante la mentira y la tergiversación. La necesidad de controlar la acción desinformadora de los medios de comunicación social es una preocupación mundial. La incorporación de los medios como parte activa en la imposición de un modelo económico brutal de dominación mundial es una preocupación creciente que manifiestan los usuarios de todo el mundo y ha llevado a un grupo de destacados periodistas, intelectuales y simples usuarios a constituir una organización para actuar en este campo creando el Media Global Watch u Observatorio Mundial de los Medios. La gravedad de la situación en Venezuela ha llevado a que el Observatorio Global de los Medios decidiera la creación de un Capítulo Venezuela para hacer un seguimiento al funcionamiento de los medios de comunicación en este país. Después de varios meses de trabajo emite la siguiente declaración.

DECLARACIÓN DEL OBSERVATORIO GLOBAL DE LOS MEDIOS OBSERVATORIO GLOBAL DE MEDIOS / CAPITULO VENEZUELA

No solo Venezuela padece la imposición del “pensamiento único” mediante la mentira y la tergiversación. La necesidad de controlar la acción desinformadora de los medios de comunicación social es una preocupación mundial. La incorporación de los medios como parte activa en la imposición de un modelo económico brutal de dominación mundial es una preocupación creciente que manifiestan los usuarios de todo el mundo y ha llevado a un grupo de destacados periodistas, intelectuales y simples usuarios a constituir una organización para actuar en este campo creando el Media Global Watch o Observatorio Mundial de los Medios.

La gravedad de la situación en Venezuela ha llevado a que el Observatorio Global de los Medios decidiera la creación de un Capítulo Venezuela para hacer un seguimiento al funcionamiento de los medios de comunicación en este país. Después de varios meses de trabajo emite la siguiente declaración:

A LA OPINION PÚBLICA: Los venezolanos, y en forma especial, los periodistas, vivimos, desde hace más de un año, en condiciones de extrema tensión y de permanente confrontación que amenazan seriamente la normalidad de nuestras vidas, nuestros trabajos y nuestra salud mental.

Reconocemos que los acontecimientos políticos que han tenido lugar en el país constituyen el origen de ese preocupante estado de cosas. Sin embargo, consideramos que la intensidad de comportamientos agresivos en nuestra mutua relación social, su extensión a amplias capas de la población y las manifestaciones de intolerancia fuera de todo control son producto directo de la acción de los medios de comunicación social.

Defendemos el derecho de los ciudadanos a asumir la defensa de sus posiciones políticas e ideológicas como también su derecho a desarrollar una acción proselitista acorde con sus convicciones, siempre en el marco de las normas

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