Medios De Comunicacion
Enviado por Provehitoinaltum • 2 de Abril de 2014 • 2.028 Palabras (9 Páginas) • 173 Visitas
El efecto pecera
Si bien parece que cierto que los medios de comunicación e información imponen su ley en la sociedad, y que sus procesos se replican en los grupos, las comunidades y las organizaciones, también se puede pensar que esto ocurre justamente por la ausencia de posiciones criticas de los espectadores. Es posible hacer una analogía entre los medios y una pecera. Una persona cualquiera prepara un estanque de vidrio con agua –incluso de mar-, deposita unas piedrecillas en el fondo, asegura la oxigenación de la misma, recubre uno de los lados con una panorámica del fondo del mar y finalmente suelta allí unos pececillos. Esta persona se deleita con la imagen que tiene, disfruta de “su pedacito” de mar. Pero aquello no es el mar, lo los pequeños peces no están en su hábitat, se trata, finalmente, de una vana ilusión, de un simulacro. El caso de los medios es muy similar, y en al caso de las organizaciones, no lo es menos. Se trata de medios que pretender construir una realidad diferente a la percibida y vivida por las personas en la organización. Se trata de un construcción que tiende a desviar los contenidos de los medios de lás realidades más hondas de comunicación entre las personas. El medio es un espacio de representación a través de signos y símbolos. Puede decirse que es una dimensión de representación. Esto se explica porque una dimensión implica la confluencia de un espacio y un tiempo. En tal sentido, un medio es un espacio de representación condicionado por un espacio y un tiempo. Sirve de vehículo para un texto que se elabora gracias a una serie de convenciones, de símbolos o expresiones ya sean éstas verbales o no verbales, que pueden dotarse de sentido. Ya decía Gerbner que la comunicación es un intercambio de sentidos. Pues bien, el medio, que permite dicho intercambio, se estructura como presencia real en la confluencia de un espacio - tiempo. Ampliando un poco más el concepto podríamos decir que la comunicación debe ser la construcción de sentido en común y el medio es el espacio de representación que lo posibilita. El mensaje es de una naturaleza diferente a la del medio y por lo tanto responde a la cognición del ser humano, a su posibilidad de codificar, comprender, asimilar. El mensaje lleva consigo una búsqueda del interior del ser humano, conlleva una construcción en la tensión entre inteligencia y sentimiento. Las condiciones y capacidades comunicativas del ser humano encuentran uno de sus meridianos, justamente, en aquella tensión. El medio posibilita la llegada del mensaje y su carga simbólica al sujeto que piensa y que siente; incluso condiciona en gran medida ese mensaje; pero no se convierte en aquella abstracción de ideas y sentimientos en los cuales se puede transformar el mensaje asimilado por el sujeto. El medio puede determinar, en gran parte, las sensaciones de los comunicantes; pero no se constituirá en parte de ellos como lo puede hacer la carga simbólica que ha transmitido. El medio, cada medio, será en sí mismo un espacio limitado de representación; el mensaje se transformará, con lo sujetos que intercambian sentidos, en un infinito “continum” de simbolizaciones. En este mismo orden de ideas, es preciso, a esta altura, resaltar, la que puede ser quizás la gran diferencia entre el medio y el mensaje: la mediación. Si de una parte decimos que es la gran diferencia, de otra parte planteamos que es también su gran encuentro. Así como en el signo se unen el significado y el significante y como en las monedas se encuentran indisolubles la cara y el sello (cruz); la mediación representa la inseparabilidad de medio y mensaje, pero además, y en relación más amplia y generosa, tal indisolubilidad es compartida con los actuantes del proceso comunicativo inmersos en una historia, una cultura, unos proyectos de futuro, y otras alternativas de diferentes órdenes, como pueden serlo las psicológicas, sociales y políticas por ejemplo. La mediación implica la codificación, el medio que transmite y une, el mensaje y los sujetos, los impactos pero también los procesos, las transformaciones; pero igualmente los transformadores. Dicha mediación es real en los procesos sociales que se generan en la interacción de las personas, se erige de la mano de los fenómenos de la realidad y su desarrollo histórico, se moviliza en los medios y se hace viva en la tensión inteligencia-sentimientos de las personas con los consabidos procesos sociales de su interacción. Tener medios no necesariamente implica contar con una buena mediación, ésta es una de las carencias reales de nuestras comunidades y nuestra sociedad. La mediación no se explica sólo por la presencia de medios; y los seres humanos requerimos de medios y mediaciones pero ante todo buscamos comunicación. “Cuando todavía no se usaba el término ‘medios de comunicación’ se conocía a los libreros como intermediarios entre los escritores y los lectores”[1]. Así es que primero se hablaba de inter.-mediación, para expresar la mediación que alguien hacía entre otros. Se reconocía la posibilidad de un sujeto o grupo de sujetos para mediar, hacer de medio, a fin de que otras partes se unieran, o se encontraran. En la actualidad vemos la mediación como el proceso complejo y simbólico que se estructura en los fenómenos de interacción entre personas y colectividades. Éste es posibilitado por unos medios pero vivenciado por personas. En términos de comunicación humana podemos pensar que la mediación implica una vivencia, una experiencia personal de algún tipo. En esta perspectiva la existencia de los medios no implica que el medio deba ser el mensaje, y menos aun, que la existencia de los mismos implique la bondad de los alcances comunicativos. Ya lo había planteado Carlos Castilla del Pino desde los años setenta al referirse al reconocimiento según el cual “…la paradoja con que se nos presenta nuestra situación actual, a saber, el descubrimiento de que nuestra comprensión del fenómeno de la comunicación, y la existencia misma de unos medios de comunicación inimaginables hace años, corren parejos, pero en proporción inversa, con la incomunicación fáctica entre un hombre y otro se verifica”[2]. Así las cosas resultaría necesario buscar una comunicación que supere al medio fundamentándose en él para llegar
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