Mercados Verdes

Mercadeo verde: un mercado amable con las generaciones futuras

La preservación del medio ambiente es un tema de gran preocupación mundial que tiene

mucha fuerza desde 1970, ya que desde ahí se empezaron a ver los grandes cambios climáticos que está sufriendo la tierra. Por este motivo, se empezaron a cuestionar las actividades económicas que sacrifican el medio ambiente, como la explotación indiscriminada de recursos naturales o las industrias que no tienen responsabilidad ambiental y así se han buscado alternativas viables que logren mitigar los daños ambientales que se han generado. Ahora, en el siguiente texto se pretende analizar una de las alternativas que ha tenido mayor auge como lo son los mercados verdes para así demostrar que estos mejoran el desarrollo de la economía del país mediante el aprovechamiento sostenible del medio ambiente, en donde hay crecimiento económico en el que se cuide y aproveche el medio ambiente y de igual forma responde a necesidades sociales y económicas del país, como es la inclusión de sectores vulnerables como los campesinos.

En primer lugar, es preciso ver de qué manera el plan de mercadeo verde que se está llevando a cabo en Colombia responde a un desarrollo sostenible que trae beneficios tanto económicos como ambientales y sociales. La Corporación Autónoma Regional del Alto de Magdalena (CAM) propone que los mercados verdes ¨son mercados de productos y servicios ambientalmente amigables, derivados del aprovechamiento sostenible del medio ambiente¨ (2009, p.3) en la medida en que responden a las necesidades y preferencias de los potenciales compradores involucrando elementos ambientales que llevan al crecimiento de este nuevo sector económico. De igual forma la CAM (2009) propone que los mercados verdes en Colombia buscan involucrar la mayoría de las actividades económicas en el país, razón por la cual existe una clasificación o diferenciación dentro de los mismos mercados, en la que se incluye a) uso y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y la biodiversidad, que se refiere básicamente a los productos naturales y a la explotación responsable de los mismos, b) ecoproductos industriales, los cuales son básicamente productos de carácter industrial que son certificados por generar menos impacto ambiental en el sentido en que se utilizaron tecnologías limpias para el manejo de los residuos y la mitigación de lo daños ambientales, y c) Servicios ambientales, que hacen referencia al ecoturismo y a los programas de educación ambiental (p.3-4). Así, entonces se puede ver que los mercados verdes no sugieren nunca un estancamiento en el desarrollo económico, sino que por el contrario proponen una ¨inserción de conceptos ambientales a las actividades tradicionales de mercadeo¨ (Corporación ambiental empresarial, n.d, p. 7).

Ahora, teniendo en cuenta lo propuesto por Dasgupta (2007), quien dice que se deben tener en cuenta los costos sociales o ambientales y no solo los costos de producción a la hora de vender un producto para que haya un verdadero desarrollo sostenible, se puede decir que en los mercados verdes están tratando de tener en cuenta esos costos ambientales, en la medida en que buscan autofinanciar actividades que benefician el medio ambiente (Corporación ambiental empresarial, n.d, p. 11). En este sentido, se habla de incrementar el gasto ambiental, ya que ¨una forma de aproximarse a la construcción del parámetro de sostenibilidad consiste en valorar los costos ambientales generados por la actividad económica y establecer el gasto ambiental necesario para proteger, conservar y mejorar el medio ambiente y los recursos naturales, con el fin de garantizar el mantenimiento del capital natural¨ (Correa, 2006, p. 106). Es preciso tener en cuenta que dichos costos ambientales no impiden la competitividad del producto amigable con el medio ambiente en cuestión de costos, sino que por el contrario incluyen otro factor que los hace más competitivos en la medida en que responden a una nueva preferencia de los consumidores, quienes están dispuestos a pagar un sobreprecio por un producto verde que además es más saludable que los tradicionales y tiene en cuenta el bienestar de las generaciones futuras (Bolívar, n.d, p.13).

Además de ver cómo funcionarían los mercados verdes en Colombia y ver cómo responden a un desarrollo sostenible, es pertinente cuestionarse si es posible penetrar los productos verdes en los canales de comercialización tanto a nivel nacional como a nivel internacional. Para lograr está penetración propone Nicola Borregaard y otros (2002) que es necesario acortar la cadena de los mercados verdes para lograr una mayor confianza, teniendo en cuenta que la confianza según Dasgupta (2006) es uno los elementos fundamentales para el buen desarrollo de los mercados. Y de igual forma se propone la importancia de la información en la medida en que es necesario que todos los ciudadanos conozcan los parámetros requeridos para que un producto sea considerado verde y asimismo sepan cuales lo son y cuales no lo son para comprar dependiendo a sus preferencias. Por otro lado, se habla de la importancia del apoyo estatal, en la medida en que el estado puede dejar de dar subsidios agrícolas a quienes no cumplen con parámetros de cuidado ambiental y dárselos a quienes hacen agricultura orgánica, se dice que este apoyo del Estado es determinante para la penetración de los productos verdes en los canales de comercialización, en la medida en que ¨estos subsidios pueden, dependiendo del producto y la región geográfica, alcanzar montos muy significativos y, por ello, se transforman en elemento decisivo para la competencia¨ (Borregaard et al, 2002, p. 11). Así, entonces se puede ver que existen barreras que puedan bloquear un poco el acceso de los productos verdes a la comercialización tradicional, pero de igual forma existen estrategias que contrarrestan dichas barreras.

Por otro lado, se propone que los mercados verdes pueden ser una salida para muchos de los problemas económicos, sociales y ambientales que existen en Colombia. En primer lugar, es preciso tener en cuenta que Colombia como un Estado social de derecho debe garantizar ante todo el bienestar común de los ciudadanos, es decir la comunidad debe ir antes que la individualidad, por lo que debe existir una intervención por parte del Estado en los mercados para asegurar aquellas cosas que el mercado por si solo no puede asegurar (Alviar, 2009). El problema con lo anterior es que en la práctica ese bienestar no se está dando y que por el contrario vivimos en una constante

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