Mi experiencia del día de la Independencia Mexicana en Chicago

Mi experiencia del día de la Independencia Mexicana en Chicago

Nunca me había sentido tan extraño celebrando una tradición que pensé que pertenecía a mi gente, pero de alguna manera se distorsionó de los recuerdos que tenía de niño, y me hizo sentir que ya no pertenecía. El año pasado, el 15 de septiembre, me sentí un extraño entre los mexicanos en Chicago. La celebración fue diferente de lo que recuerdo cuando crecí en México. Mi experiencia fue muy decepcionante y no me gustaría asistir en el futuro.

Era sábado, mi esposo, nuestros hijos y yo fuimos al parque Millennium en Chicago. Caminamos por un par de horas. Luego, nos dirigimos al oeste para cenar en un restaurante en La Villita, el barrio mexicano de Chicago. Después de la cena, cuando salíamos del restaurante, observé muchos autos con banderas mexicanas que sobresalían de las ventanas y techos corredizos, y algunas camionetas con gente en la cama del camión sosteniendo las banderas. Todo el mundo estaba sonando las bocinas y conduciendo por la calle. En ese punto, me sentí fuera de lugar.

Al crecer en México, el 15 de septiembre, la celebración comenzó temprano en la mañana con un desfile en la calle principal. Todas las escuelas públicas e instituciones gubernamentales estuvieron representadas en el desfile. Los preescolares vestían trajes que honraban a los héroes que ayudaron a derrotar a los españoles para obtener la independencia. Después del desfile, los miembros de la familia y los amigos se reunían en la casa de alguien para celebrar una fiesta tradicional de la "Noche Mexicana". En la fiesta, todos trajeron un plato diferente de comida típica, postres y bebidas. Se tocaría música de mariachi. Pocas personas traerían fuegos artificiales. Por la noche, salíamos de la fiesta y regresábamos a la plaza para el tradicional "Grito de Independencia", que se traduce como "Grito de Independencia". Para cuando llegamos a la plaza, habría muchas personas esperando en frente de Ayuntamiento Municipal. Algunos vendedores irían en la multitud ofreciendo instrumentos de madera de trinquete / sonajero para hacer ruido. Otros vendedores estarían vendiendo bocadillos, y otros venderían banderas de todos los tamaños. Más tarde, el alcalde de la ciudad saldría por un balcón en el ayuntamiento y, después de recibir la bandera mexicana de un miembro de la fuerza policial, el alcalde agitaría la bandera a la gente mientras lloraba el nombre de los héroes caídos y culminaba. con el grito de "Viva México", esto significa "Viva México".

Posteriormente, una banda musical popular o una banda de mariachi comenzaría a tocar canciones populares. Habría muchos fuegos artificiales en lo alto. Luego, volveríamos a la casa para continuar la fiesta. Comería más comida y jugaría con mis hermanos y otros miembros de mi familia de mi edad. Después de correr todo el tiempo, estaba demasiado cansada para seguir despierta y simplemente me iba a dormir mientras los adultos seguían divirtiéndose. Hoy en día, la tradición continúa en México, y nada ha cambiado de lo que recuerdo cuando crecí. Mi familia todavía celebra la misma forma en que lo han estado haciendo durante años. Primero, asistirían al desfile temprano en la mañana del 15 de septiembre. Más tarde, tendrían una fiesta en la "Noche Mexicana". Finalmente, se reunirían en la plaza frente al Ayuntamiento para el "Grito de Independencia" y el espectáculo de fuegos artificiales. Sin embargo, en Chicago parece que nadie recuerda cómo se celebró esto, y simplemente salen a la calle para hacer ruido.

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