Monopolio, definición y caso en Colombia

Un monopolio se puede definir a grandes rasgos como una situación en la economía, en la que un productor tiene un fuerte poder de mercado y es el único productor en una industria específica, con productos, bienes, recursos o servicios diferenciados.

Se pueden identificar los monopolios de diferentes formas: Cuando hay un producto único, es decir, no hay otro producto en el mercado y ningún otro producto puede reemplazarlo o cuando el comprador no optó por obtenerlo de ninguna otra forma ni de otros proveedores y cuando los monopolistas controlan el volumen de producción y los precios.

Cuando hay un monopolio, la cantidad producida es menor y el precio es más alto que en el caso del mercado competitivo. Esto beneficia directamente al monopolista que obtiene más ganancias pero perjudica a los consumidores. 

Un caso de monopolio en Colombia fue el cemento. En esta dirección se puede citar a la Doctora Sandra Forero Ramírez, presidente ejecutiva de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) en su momento, quien dijo que el precio del cemento no podía ser fijado por una empresa o un grupo específico de empresas. Según la titular del gremio, el precio del cemento constaba de dos criterios básicos: la estructura de costos de la cadena de producción y la competencia entre las empresas que operan en el mercado, independientemente de su participación, tamaño o área.

Aunque la presidente de Camacol afirmó que existen condiciones de libre mercado en Colombia, enfatizó que es importante darse cuenta de que la estructura del mercado de la construcción plantea barreras naturales para la entrada de nuevos competidores, como la necesidad de inversiones significativas en plantas de fabricación, logística de distribución y gestión ambiental; en otros aspectos. Este tipo de inconsistencia es lo que hace que la evidencia del poder monopolista sea aún más sólida. En agosto de 2018, el precio del cemento en Colombia subió un 8% en los primeros seis meses del año, superior al aumento del índice de inflación, que fue un 1,73% superior al mismo período. También se han realizado comparaciones donde el precio por tonelada es cinco veces mayor que en otros países de América Latina.

La subida de los precios del cemento es un factor muy preocupante, es un desastre para las personas, sobre todo para las familias que quieren construir viviendas.

La competencia monopolística en este sector fue muy grave, solo en los últimos meses de 2003 el precio del cemento bajó más de un 60%: de $21,700, pasó a $7000 y $8000, esto hizo que muchas empresas que lo producían no pudieran sobrevivir en el mercado, debieron tener una alternativa: vender la fábrica o desaparecer. Los resultados muestran que la primera opción es la mejor alternativa para muchas empresas. La situación no son más que las barreras de entrada que caracterizan a este tipo de mercado.

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