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EL ENTORNO POLITICO DE LA ORGANIZACIÓN Y EL CURRICULO PARA LA FORMACION GERENCIAL EN ECONOMIAS CON DEFICIT INSTITUCIONAL CASO COLOMBIA

racabaza17 de Julio de 2012

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EL ENTORNO POLITICO DE LA ORGANIZACIÓN Y EL CURRICULO PARA LA

FORMACION GERENCIAL EN ECONOMIAS CON DEFICIT INSTITUCIONAL

CASO COLOMBIA

Rafael Carvajal Baeza

Profesor Universidad del Valle

Candidato a Doctor en Gobierno y Administración Pública

Grupo de Investigación Nuevo Pensamiento Administrativo

RESUMEN

A partir de distintas teorizaciones sobre la nueva economía de la organización (economía

neoinstitucional, teoría de agencia, y teoría de derechos de propiedad), el artículo ofrece argumentos

dirigidos a demostrar que en el escenario latinoamericano, caso Colombia, los problemas de

crecimiento y desarrollo tienen su mas honda raíz en la carencia o débil desarrollo de la estructura

sociopolítica que según Max Weber, caracteriza al mundo moderno con su dinámica productiva: la

autonomía (relativa) del Estado, en el marco de la autonomización de las esferas de valor. A partir de

aquí se argumenta la necesidad que hay en las facultades de administración de enriquecer la

formación gerencial con los aportes que viene haciendo la nueva economía de la organización para

comprender y enfrentar los problemas de la modernidad sui generis de Latinoamérica, es decir, el

subdesarrollo. Se argumenta así la conveniencia de discutir en términos de economía política, y no

solo de política económica la formación de la nueva gerencia latinoamericana y el nuevo papel de las

facultades de administración en el gran debate público.

INTRODUCCIÓN

Una breve observación de los diarios de prensa es suficiente para constatar lo mucho que

espera el empresariado y la sociedad de la política económica convencional, para resolver

los problemas de crecimiento económico y desarrollo social en América Latina (A.L.) Al

respecto llama la atención el hecho de que se tenga tanta expectativa cuando es obvio que

los resultados dejan mucho que desear. También sorprende que muchos de los economistas

responsables de tan crítica situación no parecen dispuestos a dudar del recetario

convencional, recurrirán siempre a la cláusula “ceteris paribus” para sostener la validez de

sus fórmulas dentro de un conjunto de condiciones que suelen estar por fuera de su control.

Aun así, lo normal sigue siendo la insistencia exclusiva en la política económica.

Frente a esta situación, aquí se sostendrá la necesidad de dedicar más atención a la

economía política del crecimiento y el desarrollo; se aportaran argumentos para demostrar

que los fenómenos que le caracterizan son demasiado importantes para permanecer ocultos

tras el “boom” diario de la política económica. En este sentido se defiende aquí la propuesta

de enriquecer el debate económico con la mayor divulgación que se debe hacer de las

1discusiones que se vienen adelantando al interior de la economía política. Como se

comprenderá, las facultades de administración, y en especial los postgrados, tienen aquí una

gran responsabilidad puesto que se trata de una discusión que se ha venido desarrollando en

el seno de tan relevante disciplina de conocimiento.

Por supuesto, los soportes sociopolíticos y culturales del crecimiento y el desarrollo en A. L.

han sido discutidos desde tiempo atrás. Así, durante los 80's se debatió la historia y el futuro

de A.L. a partir de su inserción dentro de la cultura moderna. El balance podría resumirse del

modo siguiente: las promesas de la modernidad cultural materializadas hoy día en el

progreso económico y social del primer mundo, se han frustrado en A.L. a causa de la débil y

hasta indecisa apropiación del ideario moderno por parte de nuestras sociedades, incluidas

las elites, tan ancladas como lo están algunas en tradiciones premodernas.

Este balance puede estar en lo acertado, pero todo parece indicar que en este debate no se

tomaron en consideración algunos de los aspectos que según Max Weber son esenciales

para entender la modernidad como una particular estructura sociopolítica y cultural para el

crecimiento y el desarrollo (véase Weber 1977, Tomo I, Cáp. V.). Se trata de la

“autonomización de las esferas de valor”, como característica de la sociedad moderna que

nos ayuda a comprender la configuración del orden sociopolítico sobre el cual se

implementan con gran expectativa las políticas para el crecimiento y el desarrollo sostenibles.

Como veremos, estamos ante un fenómeno que hace parte de la economía política del gran

capitalismo moderno. Es decir, parte esencial de ese “ceteris paribus” que los economistas

convencionales han excluido del debate público.

De acuerdo con todo lo anterior, se comparte aquí la idea de que el debate sobre la

modernidad tiene aún mucho que decir sobre los problemas de A.L.. Pero no podemos

desconocer que desde los 80's hasta la fecha se han producido y desarrollado por cuenta de

la sociología y la economía interesantes teorizaciones sobre el crecimiento y el bienestar.

Aquí nos ocuparemos de las aportaciones que se vienen haciendo desde la economía, y más

específicamente desde esa “nueva economía de la organización” que estrecha cada vez más

sus vínculos con la “economía neoinstitucional” hasta configurarse como una nueva

economía política del gran capitalismo.

2Hay buenas razones para tomarla en consideración. Se trata de avances que se están

realizando desde la economía para explicar la eficiencia y el comportamiento de las

organizaciones. Por tanto, de algo que es o debe ser del mayor interés en las facultades de

administración. Pero además, los hallazgos que vienen haciendo parecen confirmar la

importancia que Weber concedió a la “autonomización de las esferas de valor” como

estructura anatómica, por así decirlo, de la moderna sociedad capitalista. Para los propósitos

de este artículo esto es relevante en la medida que aporta elementos de juicio para

cuestionar más seriamente que como se hizo en los 80`s -o en el mejor de los casos de

modo más puntual-, el grado de apropiación latinoamericana de la modernidad, y en especial

de la “autonomización de las esferas de valor”. Esto sugiere que no somos tan modernos

como lo creemos y que carecemos de instituciones básicas cuya existencia damos por

descontadas cuando confiamos en la política económica convencional. Es esto lo que habla

en favor de la conveniencia de impartir desde las facultades de administración, y en especial

desde los postgrados, los avances de esa nueva economía política del capital. No es poco lo

que está en juego para las facultades de administración, significa que podrán participar más

activamente en la discusión de la agenda de transformaciones políticas para Latinoamérica.

A fin de argumentar estos planteamientos describiré en el capitulo 1 los fenómenos a los que

alude Weber con su tesis sobre la “autonomización de las esferas de valor”. En el capitulo 2

presentaré los fenómenos de naturaleza sociopolítica a los que se remiten algunas de las

teorizaciones de la “nueva economía de la organización” (teoría de agencia, teoría de

derechos de propiedad) y la “economía neoinstitucional” para explicar el crecimiento y el

desarrollo. Hace parte del propósito de esta presentación tomar nota de la autonomía de las

esferas de la política y la economía que presume Weber, más no así en el escenario

latinoamericano. Con base en todo lo anterior, en el capitulo 3 se formularan algunas

conclusiones con respecto a los ajustes curriculares necesarios para un rol más destacado

de las facultades de administración en el debate público de las transformaciones

sociopolíticas y económicas del subcontinente.

3CAPITULO 1.1

LA AUTONOMIZACIÓN DE LAS ESFERAS DE VALOR

Por restricciones de espacio me limitaré a describir la tesis de la “autonomización de las

esferas de valor” en la política y la economía. Como punto de partida conviene recordar que

hubo durante la edad media una manera cristiana de actuar en todos los ámbitos de la

existencia. En el reino de la política se selló un pacto mediante el cual la autoridad secular se

compromete con la promoción del cristianismo y la defensa de la iglesia y sus intereses

económicos, ideológicos y políticos. En el campo de la economía la influencia de la ética

cristiana se manifestó en la condena a las actividades realizadas con ánimo de lucro. La

producción para la autosubsistencia fue la actividad económica modelo por su compatibilidad

con el ideal de la frugalidad cristiana. Con la irrupción de la cultura moderna, la política y la

economía se erigieron como esferas autónomas de valor. Esto significa que reclamaron con

éxito la autonomía para establecer los valores que regirán la conducta humana en estos

ámbitos. Veamos de qué se trata.

En la trayectoria del pensamiento político moderno que va desde Maquiavelo a Hobbes se

trazan los parámetros de la autonomía del estado (por supuesto, relativa pero cierta y

trascendental) como actor central de la vida política.

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