Mujeres Jóvenes y discapacidad

Problemática de la Educación Especial        

Facultad de Ciencias Humanas

Tramo de Formación Pedagógica para Nivel Medio

Profesora: Lic. Cecilia Saullo

Año: 2021

Estudiante: G. Josefina vega

Si bien nuestro sistema escolar argentino se encuentra dentro del modelo de educación inclusiva, todavía se necesita trabajar en la articulación de las políticas de discapacidad producidas por los actores e instituciones. Continua dominando una mirada diferencialista y negativa de las personas con discapacidad, especialmente sobre las mujeres. Las ideas sociales dominantes de la mirada externa contribuyen a construir la interna como:

“Las mujeres con discapacidad son sumisas, asexuales, amargadas y llenas de aversión hacia ellas mismas. En pocas palabras, son víctimas de las ideas erróneas y de su propia incapacidad de rechazar y trascender del prejuicio de los demás” (PETERS, 1998, p. 231).

Mujeres observadas como enfermas e inferiores a las cuales se desconoce cómo interlocutoras plenas dentro de la trama de relaciones sociales. Con sus cuerpos controlados y oprimidos, sin potestad para tomar sus propias decisiones.

Las experiencias y prácticas juveniles de las mujeres con discapacidad han permanecido invisibilizadas en las investigaciones y representaciones de la cultura juvenil y de los medios. “invisibilizadas como productoras de prácticas y sentidos específicos de juventud.

 Las publicaciones que abordan el tema de las jóvenes mujeres con discapacidad son casi nulas. En las investigaciones desde una perspectiva cultural se pone en evidencia que dichas mujeres no pueden acceder a las funciones laborales tradicionalmente masculinas y que se les niega el acceso a “funciones femeninas” como por ejemplo la maternidad (ideas patriarcales sobre el rol de la mujer). La experiencia de la discapacidad en mujeres jóvenes deviene en una menor participación social con relación a los hombres con discapacidad.

El género es una categoría que posibilita pensar en la interdependencia de la identidad sexual con otras variables relativas a la opresión.

 Esta doble experiencia involucra tres cuestiones que intervienen afectando y empobreciendo el desempeño social de las jóvenes mujeres con discapacidad respecto de los varones: el sexismo, el discapacitismo (discriminación sufrida por las personas con discapacidad) y el binomio mujer/discapacidad. Esto conlleva a una visión de las mujeres con discapacidad como pasivas, dependientes e infantiles, minimizadas en sus habilidades y subestimadas en sus contribuciones a la sociedad. Lejos de los modelos dominantes de belleza y juventud.

En estos discursos intervienen los supuestos sexistas patriarcales acerca del rol de la mujer: “No pueden cumplir con el rol social asignado a la mujer: ser madre, esposa y pareja sexual, etc por su condición de discapacidad. Esto genera que construyan una mirada de sí mismas desde el rechazo social, perdiendo la confianza y visión positiva respecto de sí mismas.

Son oprimidas por este sistema capitalista haciéndolas sentir poco juveniles, alejadas de las ideas dominantes de juventud, belleza y persona sexualmente capacitada.

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