NEGOCIO INMOBILIARIO

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NEGOCIO INMOBILIARIO

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24/07/17

INTRODUCCION

En el universo de las actividades productivas y de servicios, visto desde el prisma de los resultados en función de los esfuerzos de inversión, la industria inmobiliaria es una de las más lucrativas, permitiendo grandes aumentos de capital a ritmos exponenciales.

Eso se debe a que la actividad no solamente es una mezcla de conocimiento profundo del mercado y los productos, manejo de la trayectoria y experiencia, comunicación con el mercado objetivo y acceso al capital, sino porque funciona con un modelo análogo a la industria del retail. La rentabilidad está dada fundamentalmente por el factor financiero, y no tanto por el manejo de la comercialización del producto. Esto porque la relación capital / deuda es lo que apalanca las utilidades. El objetivo es buscar que el capital como máximo se acerque o iguale a la utilidad esperada del proyecto, para así apalancar los resultados y dejarlos cercanos al 100%, generando en consecuencia ciclos acotados y repetitivos de proyectos, circunstancia que hace crecer el capital, como lo dijimos anteriormente, en forma exponencial.

El verdadero objetivo que se persigue al ingresar a la actividad inmobiliaria, es recoger utilidades con crecimiento exponencial y capitalizar rápidamente. Es normal hablar  de utilidades del 90% al 100% del capital propio en ciclos de hasta 30 meses. Esto significa que cada 30 meses se duplica el capital, y así sucesivamente.

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Sin embargo, el acceso a esta industria no es para todos, ya que las condiciones y exigencias para ingresar son tan altas y complejas, que la gran mayoría de las empresas o emprendedores que desean hacerlo, se ven impedidos o imposibilitados, mejor dicho, vetados y discriminados selectivamente. Incluso si se posee buen background comercial, algo de capital y un buen proyecto, para aplicar el modelo que apalanca utilidad a través del capital aportado por el sistema financiero, el acceso a los recursos será negado sostenidamente.

Resumiendo, la actividad está reservada fundamentalmente a la élite formada por  las inmobiliarias existentes, con vasta trayectoria y gran respaldo; a los grupos empresariales con gran poder de maniobra financiera (fondos de inversión, AFP, holdings, etc), a los tenedores del capital circulante, a las influencias y redes de contactos de alto nivel, etc.

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lunes, 24 de julio de 2017

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