OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE EN COLOMBIA
Enviado por Juan Carlos Hernández • 7 de Diciembre de 2018 • Ensayo • 2.371 Palabras (10 Páginas) • 154 Visitas
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, su implementación en Colombia y la recuperación de la ‘intersubjetividad’ habermasiana.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (a quienes desde aquí se les llamará ‘ODS´) son una especie de puntos o metas desarrolladas por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) que buscan, además de implementarse en los más de ciento noventa países aliados con esta organización, estabilizar los problemas que existen en el mundo. Desde evitar la pobreza, lograr la igualdad de género y promover la paz y el reciclaje, los ODS son una herramienta fundamental para crear ciudadanos más conscientes de su entorno, que defiendan su localidad y, por encima de lo anterior, logren lo que, por ejemplo, Jurgen Habermas denomina ‘racionalidad intersubjetiva’ que no es nada más que hacer que todos se puedan comprender, se respeten el uno al otro en un ambiente donde los ODS estén presentes.
Los ODS, al menos en Colombia, han tenido una prioridad considerable debido a que el país ha pasado por periodos de violencia elevada como el conflicto armado con grupos antigubernamentales como las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), ELN (Ejército de Liberación Nacional), AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) y grupos delincuenciales como las BACRIM (Bandas emergentes en Colombia), los carteles de Medellín, el narcotráfico, los mafiosos, los paramilitares, los cultivos ilícitos de drogas e incluso la guerra de los mil días. Por motivos como aquellos, los ODS se han establecido en Colombia en la cuestión de buscar retribuir a las víctimas, lograr sostenibilidad financiera y terminar de lograr la paz que inició Juan Manuel Santos quien terminó una guerra de más de medio siglo con una de las fuerzas armadas ya mencionadas más poderosas del mundo: las FARC.
El enfoque principal de este trabajo es adecuar una conexión estratégica entre los ODS y cómo estos desarrollan la ‘racionalidad’ intersubjetiva de Jurgen Habermas, términos que se explicarán más adelante. Habermas es un filósofo de la escuela de Frankfurt reconocido por sus aportes a la construcción de la Acción Comunicativa, que es el tema principal que sobre él se abordará agregando la posible ‘racionalidad comunicativa’, el entender al otro pero contemplando también refutarlo y, en especial, la importancia del perdón para lograr los ODS. El libro usado para desglosar la racionalidad es Teoría de la acción comunicativa tomo I, publicado originalmente en 1981 y traducido al idioma español en 1987 contando esa última con nuevas ediciones, la final en 1999 por Grupo Santillana de Ediciones S.A. en la ciudad de Madrid.
El texto de Habermas (1999) principalmente comienza aclarando que “el tema fundamental de la filosofía es la razón” (p.15). Lo anterior con el motivo de decir que cualquier rama de pensamiento o de construcción social, por lo menos, debe ser racional, esto es, válida, correcta, coherente, argumentativa y lógica. Además, el concepto de ‘metafilosofía’ es usado en el libro para decir que los conceptos se transforman pero deben conservar su esencia principal (p.16).
Teoría de la acción comunicativa (tomo I) manifiesta que todas o la mayoría de las ciencias sociales están especializadas, siendo esto tecnificadas, ofrecidas más en solucionar los intereses prácticos del mundo abandonando definitivamente la parte trascendental, la parte ontológica de lo social. Sin embargo, hace una excepción con la Sociología, de la que afirma:
Surge como una disciplina que se hace cargo de los problemas que la Política y la Economía iban dejando de lado a medida que se convertían en ciencias especializadas. Su tema son las transformaciones de la integración social […].ciencia de la crisis, que se ocupa ante todo de […] la disolución de los sistemas sociales tradicionales y de la formación de los modernos […]. La única ciencia social que ha mantenido su relación con los problemas de la sociedad global. Ha sido siempre también teoría de la sociedad, y a diferencia de las otras ciencias sociales, no ha podido deshacerse de los problemas de la racionalización, redefinirlos o reducirlos a un formato más pequeño (pp.20-21).
Con base a lo anterior, los ODS se mezclan con la explicada ‘racionalidad comunicativa’ (que se resume en entender al otro) de Habermas en lo siguiente: Adquieren, por lo menos en Colombia, que el gobierno recompense al pueblo colombiano (en especial a las víctimas del conflicto) después de soportar tantos años de violencia, Determinan que los ecosistemas del país estén libres de cultivos ilícitos, los cuales muchas veces necesitan de químicos que enturbian el buen estado de la tierra fértil o las aguas; que las ciencias sociales, destacando la sociología, le sirven a los ODS para demostrar el cambio histórico que está dando el país referente a ser más sostenible, estable y mejor posicionado por la comunidad internacional por haber puesto fin a una guerra, recuperar ecosistemas, darle voz a víctimas como mujeres, niños, comunidad LGBT, afrodescendientes e indígenas. En otras palabras, los ODS, al menos sus primeros dieciséis, están tomando fuerza en su implementación práctica en la Colombia de 2018, y seguirá creciendo.
Sin embargo, en Colombia no cualquier acción u objeto o logro puede considerarse racional debido a que algunas no aportan a la implementación de los ODS en el país o simplemente son por naturaleza ‘irracionales’ (individualistas) y complementan a lo que sí es racional (colectividad).
Por dar ejemplos directos, las últimas acciones del presidente Iván Duque referente a la baja en el presupuesto a la educación y el incremento del IVA en el 18% para la canasta familiar pueden considerarse a la vez racionales e irracionales debido a que, por un lado, benefician económicamente al país en materias de inflación, mayor financiación rivalizando con los otros países latinoamericanos y el dólar; empero, por otro lado, deja a muchas familias colombianas sin la posibilidad de abastecerse de todos sus recursos necesarios, puesto que en Colombia, al haber un salario mínimo que alcanza poco más de los $800.000 pesos (aproximadamente $260 dólares), un aumento de productos básicos alimenticios influiría en que las familias tengan que rebuscarse cómo sustentarse mientras que otras, las de la élite, los ‘dueños’ de empresas y los latifundistas, se benefician, una racionalidad de conveniencia y una irracionalidad en silencio.
Por buscar un ejemplo más elocuente, en los ODS las familias colombianas, los pueblos, las fincas, el gobierno, las ciudades, los colombianos que residen en el exterior, los extranjeros que se radican en Colombia, los niños, las mujeres, las minorías (LGBT, afrodescendientes, punks, indígenas, entre otros), los ancianos son personas racionales porque de todas estas personas depende que se apliquen, por lo menos, los primeros dieciséis Objetivos de Desarrollo Sostenible: (1) Fin de la pobreza; (2) Hambre cero; (3) Salud y bienestar; (4) Educación de calidad; (5) Igualdad de género; (6) Agua limpia y saneamiento; (7) Energía asequible y no contaminante; (8) Trabajo decente y crecimiento económico; (9) Industria, innovación e infraestructura; (10) Reducción de las desigualdades; (11) Ciudades y comunidades sostenibles (12) Producción y consumo responsable; (13) Acción por el clima; (14) Vida submarina; (15) Vida de ecosistemas terrestres; (16) Paz, justicia e instituciones sólidas.
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