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ORIGEN, HISTORIA Y PRESENTE DEL DINERO


Enviado por   •  15 de Marzo de 2018  •  Ensayo  •  2.778 Palabras (12 Páginas)  •  154 Visitas

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ORIGEN, HISTORIA Y PRESENTE DEL DINERO

      El presente documento se propone realizar una breve descripción del origen e historia del dinero, haciendo énfasis en el objetivo por el cual se creó, su función dentro de la economía, su evolución y su presente reflejado en la aparición de las criptomonedas.  Adicionalmente se tratará simultáneamente la aparición, función y evolución del crédito como instrumento de la actividad económica en las sociedades.

      Desde que apareció el Homo Sapiens la humanidad ha perseguido el objetivo de sobrevivir satisfaciendo sus necesidades más inmediatas. Para esto, en la prehistoria, el ser humano desarrolló herramientas rústicas que le permitieron cazar y recolectar durante miles de años; el ser humano entonces se movía constantemente de un lugar a otro en la medida en que agotaba los recursos existentes en determinados lugares. La vida nómada no permitía que el hombre obtuviera excedentes en alimentos y en tiempo para dedicar a otras tareas. Fue hasta el descubrimiento de la agricultura y la ganadería que la humanidad pudo ver importantes avances en productividad.

       La agricultura y la ganadería aparecieron hacia los años 11.000 y 12.000 a.c (Sala -i-Martin, 2016), éste importante avance permitió que las tribus se asentaran, organizaran y distribuyeran de mejor manera el trabajo. En esta etapa la especialización del trabajo se acentuaba más (mayor productividad) y los excedentes permitían hacer intercambios de mayor volumen, dado que según Sala-i-Martin (2016) el ser humano ya comerciaba pequeños o nulos excedentes hace 100.000 o 70.000 años a.c.

       Las mejoras en productividad traídas por la agricultura y la ganadería condujeron a intercambios dentro de las mismas tribus y con tribus foráneas, allí aparecen los mercados como se conocen hoy. Con la frecuente intención de intercambio aparece consigo el problema que evidencia la necesidad de crear el dinero; dicho problema se refiere puntualmente a la incapacidad de encontrar un valor exacto a una mercancía. En dicho sentido, el primer paso para solucionar el problema de asignación de valor lo dieron las comunidades prehistóricas a través del trueque (Banco de la República, 1998).

        El trueque funcionaba de manera simple, se intercambiaba una mercancía por otra, sin embargo esto no solucionaba el problema dado que era difícil determinar si se estaba dando demasiado o poco por adquirir una mercancía, lo cual significaba volver al problema inicial ¿cómo determinar el valor de la mercancía y en qué términos? Además, como lo menciona Menger (1892) en la vida primitiva el trueque revestía de dificultades concernientes a las preferencias de los individuos, las cantidades de mercancías que se demandaban y se ofrecían en el mercado.

        Antes de determinar el valor aparecieron los términos para intercambiar mercancías, que a la postre funcionarían como una asignación indirecta de valor. Según Menger (1892) se pasó del trueque a un patrón mercancía en la medida en que las comunidades observaron el grado de liquidez de un producto y su aceptación social era universal. Es decir, el producto de mayor abundancia se concebía como un patrón de referencia del valor de otros productos.

       El ganado fue uno de los primeros productos que fungió como dinero o patrón para el intercambio de mercancías. Otro producto fue el tabaco, que facilitaba el transporte, era homogéneo y además permitía descomplejizar la asignación de valor a distintas mercancías; lo mencionado eran requisitos para una aceptación social de una mercancía como dinero (Banco de la República, 1998). Simultáneo a este proceso de aparición del dinero, la acumulación de excedentes provenientes de la agricultura daría paso a otro instrumento fundamental de la actividad económica: el crédito.

        Aproximadamente en el 4.000 a.c aparece la escritura en la baja Mesopotamia, ésta región se caracterizó por acumular excedentes provenientes de la actividad agrícola, hecho que hizo ver la necesidad de registrar lo que se producía, lo que se adeudaba y lo que se consumía. Así, quien necesitara consumir trigo anticipadamente registraba la cantidad de producto consumida para posteriormente reponerla con producción, de ésta manera nació el término del latín credere, en inglés credit, o crédito (Varoufakis, 2015).

         Por siglos el dinero y el crédito estuvieron sujetos a los patrones mercantiles propios de cada sociedad primitiva. No fue sino hasta la aparición de los metales (3.000 a.c)  que sea da una innovación en la determinación de un elemento como medio facilitador del comercio. Con el transcurrir del tiempo las sociedades se hacían más complejas: aparecía el Estado, el clero, las milicias organizadas, etc.; con todo esto los flujos de comercio eran de mayor volumen y entre grandes distancias.

         Los flujos de comercio se extendieron en la edad antigua a un ritmo nunca antes visto, fenómeno que ocasionó que se adoptaran los metales como medio para el intercambio (dinero) de todo tipo y volumen de mercancías, debido principalmente a que los metales eran bastante abundantes, fáciles de transportar, y tenían además un valor intrínseco por su capacidad de atesoramiento y durabilidad (Banco de la República, 1998).

        Tras siglos de uso del metal como dinero y facilitador del intercambio, los gobiernos entraron a jugar su papel a través de la legalización del mismo. Con una mayor intervención de los gobiernos en las economías, se acuñaron las monedas de curso legal con el fin de facilitar el comercio y combatir la falsificación de los metales ya existentes; estas monedas  asignaban valor a través del peso-valor de la moneda (Ibíd.)

          Con la decadencia económica de la edad media cerca del siglo XV, Europa pierde por conflictos bélicos la ruta de la seda y empieza a hacerse más frecuente un fenómeno: la escases de oro; de esta manera con la caída del comercio y la escasez de oro y plata para el curso de la moneda, Europa se volcó a la búsqueda de nuevas rutas comerciales, desembocando esto en el descubrimiento de América (Huberman, 1936). Inicialmente la búsqueda de nuevas rutas se dirigió a las Indias Orientales, de esta forma y casi por accidente, se descubrió un nuevo y exótico continente a los ojos de los europeos.

       A partir del descubrimiento de América en 1492, el comerció tuvo el mayor auge en la historia de la humanidad hasta ese momento. La moneda, representada por el oro y la plata, tomó por consiguiente mayor relevancia y fue el centro de atención de países e intelectuales. Tanto así que hacia el siglo XVI-XVII surge una corriente de pensamiento denominada ‘los mercantilistas’, que concebía como fundamental la relación entre comercio exterior, riqueza y dinero (Banco de la República, 1998). Durante esta época el oro y la plata se consideraban como riqueza, y de esta manera las naciones que atesoraran la mayor cantidad de dichos metales a través de las exportaciones, se consideraban  naciones ricas.

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