OTELO Y EL HOMBRE DE PIEL AZUL.

OTELO Y EL HOMBRE DE PIEL AZUL

Por Sara Bertrand

Ilustraciones de Leonardo Ríos

No es fácil ser perro. Un ejemplo, las pulgas, son más molestas que caminar con una piedra en el zapato.  Pican, se mueven y basta con 1 para al otro día estar lleno de muchas pulgas.

Incluso, más molestas que los piojos.

También es triste sentirse extraño en la propia casa de uno, como a mí me pasa en la casa de los Fuendejalón. Ellos me quieren y regalonean harto, y me pusieron Otelo en honor a la ópera de Giuseppe Verdi.

Todo bien, pero no me gusta que me mencionen: ¡Oh, que inteligente es este perro! y no me llamen por mi nombre. O peor que me digan esteperrol.

Mi raza es dauchshand, de pelo negro e hijo de un tres veces campeón nacional.

Me gusta mirarme en el espejo que está en el baño, mi hocico puntiagudo, mis bigotes alargados y esas arrugas de color café que tengo sobre las cejas.

Estando solo una vez que la familia se fue a la playa descubrió los libros de Blanca, que era la hija menor de los Fuendejalón. Una vez descubrió un libro de ella, donde salía un hombre calvo, cabeza redonda y de traje terracota. Y en las imágenes salía volando, levitando.

Le gustaban las láminas de éstos.

En el segundo libro salía un flacucho con un turbante lleno de hojas, y en otra página, el mismo príncipe pero sólo con unos pañales blancos.

Otra historia era de un hombre barbudo que recorría los mares en una balsa.

El perro comía de un dispensador de alimentos comida para perros, la que no le gustaba mucho.

Tenía 3 años y nunca había salido de casa.

Al día siguiente decidió salir a pasear.

Al salir le llamaron la atención los aromas y colores.

Se encontró con perro de raza terrier, quien se acercó y le olió el trasero, algo que no le agrado mucho. Y también se acercaron otros perros de distintos colores y tamaños y también le olieron el trasero.

Le llamo la atención las calles, que era un verdadero laberinto.

Se dio cuenta que el mundo era muy distinto al de los libros de Blanca.

Al volver a casa abrió un cuaderno azul, que estaba con la letra de Blanca, dibujos y recortes de ella. La palabra Africa aparecía en todas las páginas. También había una imagen de un mapa del mundo.

Blanca le había mostrado esas imagen y le decía que en Africa moría mucha gente, porque no llovía y la gente y animales morían de sed. Además habían muchas guerras en esos países africanos.

Blanca le hablaba del continente olvidado.  Y que había que saldar una deuda con Africa.

Vio fotos de Africa con una cantidad impresionante de animales e insectos.

LA TORMENTA

Kofi le indicó al hombre blanco que no podían seguir el viaje en medio de la carretera, porque se avecinaba una tormenta.

El hombre blanco temió y también que pasaría con el avión que debía tomar, ahora que estaba en la camioneta en medio del desierto. Debieron caminar a casa de Kofi.

NOMADES AZULES

Perturbado el perro vio unas imágenes que eran de un hombre vestido de una túnica azul, de la edad similar al jefe de la casa donde vivía, pero este hombre se veía enfermo a diferencia de su amo.

El hombre de túnica azul también tenía la piel de color azul.

Era un hombre azul...

En las fotos aparecía con otras personas vestidas de azul y con la piel teñida de color azul.

Todas las fotos eran del desierto, y en una el hombre de azul aparecía bajo un árbol...

En realidad Africa se veía horrible y cruel.

KOFI Y SUS TREINTA Y CINCO

La casa de Kofi era una choza sin ventanas y piso de tierra. El hombre blanco contó adentro a 35 personas. Era una familia numerosa.

Los más chicos corrieron a las piernas del hombre blanco para que les diera golosinas, así que les dio los pocos chicles que le quedaban.

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