Observaba quieto esas familias de blancos disfrutando del breve momento en que Phoenix permite a sus residents poder salir al parque

Observaba quieto esas familias de blancos disfrutando del breve momento en que Phoenix permite a sus residents poder salir al parque, cerca de la caida del sol. Fantasioso, imaginaba las tan felices posibilidades de como mi vida hubiese sido de haber nacido en una familia funcional, de la que me pudiese sentir orgulloso.

Era un parque hermoso que reinaba en el centro de Scottsdale, de los pocos con pasto verde en la ciudad. Olia a dinero y el aire susurraba elegancia. Los ninos jugaban con sus padres y parejas paseaban en las colindancias de un monticulo de agua calma. Un lago artificial era mi oceano de reflexion. Por primera vez en 17 anos, sentia que estaba haciendo lo correcto, que al fin habia tenido el valor de darle sentido a mi vida. Orgulloso y valiente, demandaba con devocion independencia,  y ciertamente la independencia vino a mi; en esas formas entre buscadas que a dios le gusta hacer las cosas para distraerse.

Habian pasado un par de meses desde que aquel joven habria decidido emanciparse en todo sentido possible por la naturaleza y la justicia de su familia de origen. Y excusarse en estudios superiores fuera de su entorno para lograr su independencia total. Demonios enfrentaban una batalla dentro de la cabeza de Enrique, en constante conflicto en como viviria su vida de lograrlo. Era un niño inexperto, habia vivido marginado del mundo exterior en el ingenuo concepto que mi madre tenia de prepararme para la vida. Hambriento de experiencia y exito, avergonzado de mi pasado, estaba determinado a hacer lo que fuese para no volver a condenarme a vivir entre las aguas de Oceano pacifico y el Mar de Cortez.

Acostumbrado a un holgado estilo de vida, basado en las competencias de alto impacto y el trabajo, mi familia habia procurado crear dos genios en enmascararse. Para el mundo los hijos de la familia Felix eran hijos ejemplares, educados, articulados y excelentes estudiantes. Los hijos felix trabajaban por las tardes y vacaciones en construir y acrecentar las empresas de su padre, atesorando una herencia cierta y abundante. Era el tipico caso que tanto le gusta a la prensa de masas filmar, de una familia pobre y sin oportunidad que a travez del esfuerzo y la constancia lograba escalar posiciones sociales en un pais tercermundista como lo era el Mexico de los 90s.

Ocio y entretenimiento eran condenables y nunca promovidos, era inaceptable perder el tiempo como lo hacian aquellos que, eventualmente y por una ecuacion inequivoca de macroeconomia basica, terminarian siendo nuestros subordinados en el engranaje productivo de nuestras pretensiones empresariales.  Creados en el depotismo, la soberbia y la agresividad manifesta en un padre con limitadas oportunidades y pobre educacion, No invertiamos nuestro tiempo en interactuar con nuestros subordinados. Eran simplemente irrelevantes.  Mi falsa diplomacia se hacia ver entre los adultos, que continuamente elogiaban a mi madre por tan inteligente metodo de crianza. Era un negocio entre nosotros y nuestros padres, si querian hijos de revista debian a toda costa asegurarnos un futuro ostentoso. Ese era entonces, el mas viciado de nuestros contratos.

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