Obsolescencia Programada. La obsolescencia programada ha estado presente desde inicios del siglo XX

(…) La obsolescencia programada ha estado presente desde inicios del siglo XX, aunque no siempre de la misma manera, ya que ha ido evolucionando la forma en la que las empresas logran que el cliente tenga la necesidad de adquirir un nuevo producto. Como se mencionó anteriormente, una forma es vender productos diseñados para fallar después de determinado tiempo de uso, pero también se puede lograr lanzando productos “nuevos” constantemente, haciendo que los productos con los que ya contaba el consumidor parezcan viejos, obsoletos. Esto lleva al cliente a sentir la necesidad de adquirir el modelo mas reciente del producto en cuestión. De esa manera, el papel principal de la obsolescencia programada ya no es solo la falla de los productos, también se aprovecha del consumismo.

El consumismo se puede definir como la tendencia al consumo excesivo e innecesario de bienes y productos. Éste se ve incentivado de varias maneras, una de ellas es el marketing. El marketing es un sistema de actividades mediante las cuales se identifican las necesidades o deseos de los consumidores para luego satisfacerlos de la mejor manera posible, así las empresas saben que productos son mas deseados entre la población y las características que este debe tener; como dice una frase célebre: “fabrica lo que la gente quiere comprar, no trates simplemente de vender lo que fabricas”. El consumismo también se ve influenciado por la publicidad,, sobre todo los mensajes subliminales, ambos buscan estimular las conductas de consumo en la población.

Esto crea una disposición de usar y tirar muchos productos, y las empresas generan ganancias mucho mayores, sobre todo si venden productos de baja calidad, los cuales son atractivos por su bajo costo. De esto se deriva el principal problema de la obsolescencia programada, el daño al medio ambiente.

Lógicamente, al producir tanto y generar en la población la necesidad de consumir aún mas, se genera una cantidad gigantesca de desechos, y esto no representaba un gran problema cuando esto apenas comenzaba, hablar de cambio climático era pura fantasía, pero en las últimas décadas han sido muy evidentes los daños que le ha ocasionado al planeta. Se consume una enorme cantidad de recursos naturales, la mayoría de ellos no renovables, genera mucha contaminación, además de grandes depósitos de desechos industriales o de la población en general. Lo peor de todo es que esas consecuencias las sufren las personas mas necesitadas, los productos se generan y se consumen en países de economías medianas y en países poderosos, pero todos los desechos van a parar a países de tercer mundo, sin que ellos puedan hacer algo al respecto. Por eso se han promulgado diversas leyes para la protección del medio ambiente, buscando reducir o incluso revertir el daño que nuestra insaciable necesidad por consumir le ha ocasionado al planeta.

CONCLUSIÓN

La obsolescencia programada tiene sus pros y contras, está claro que sin ella la economía mundial se vendría abajo, pero no debemos permitir que la preocupación por la economía nos haga dejar de lado un problema mucho mas grande: estamos en un mundo de recursos limitados, el cuál no es capaz de sostener un crecimiento y consumo ilimitado. Es un mundo bastante peculiar en un universo lleno de caos y hostilidad, tenemos todo lo que necesitamos al alcance de nuestras manos. Recibimos muchísimo por parte del universo, pero muchas veces pareciera que no nos importa en los absoluto.

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