PENSADORES DEL PERÚ

PENSADORES DEL PERÚ

Desde el punto de vista socioeconómico, el Perú sufrió mucho durante y después de la guerra de la independencia. La destrucción causada, el dinero colocado en la preparación de los ejércitos, y la deuda exterior acumulada en ese periodo, dejaron un país pobre y sin grandes perspectivas futuras. Así fue la vida peruana hasta los primeros años de la década de 1840, en que, súbitamente, aprecio la explotación de la riqueza guanera de las islas. Los ingresos del guano imprimieron un nuevo impulso a la economía nacional. Sin embargo, el Perú tenía en aquellos tiempos varios problemas serios que debían llamar la atención de los pensadores.

BARTOLOMÉ HERRERA (1808 – 1864)

Fue sacerdote católico y, después de tener una notable participación pública, primero como rector del Convictorio de San Carlos y San Marcelo de Lima, y luego como parlamentario y presidente de la Convención Nacional elegida en 1956.

Como fundamento de todo su pensamiento sostenía la idea de que la verdadera soberanía en el mundo pertenece a Dios, gran ordenas de todas las cosas.

Consideraba que los seres humanos también poseen una soberanía, pero subordinada a la de Dios. Pueden elegir a sus gobernantes, pero no podrán hacer que vayan contra la soberanía de Dios.

Era partidario de que las responsabilidades no estuvieran abiertas a ser ejercidas por cualquier persona: solo los más inteligentes e ilustrados deberán ocuparlas.

JOSÉ GÁLVEZ EGÙSQUIZA (1822 – 1866)

Era un liberal radical y, como tal, tenía permanentemente presentes la libertad y la igualdad de las personas. Esto lo llevo, por ejemplo, a luchar arduamente hasta lograr la abolición de la esclavitud y del tributo indígena, dos verdades lacras de la sociedad de aquellos días. Creía que la libertad traería la prosperidad, el progreso del país.

Consideraba que la igualdad era esencial para que el Perú progresará como Nación: cada uno de los peruanos debía mirar a los demás como iguales a él y con los mismos derechos esenciales. Así, pugno por el voto universal, incluyendo a los pobres y los analfabetos, quienes finalmente llegarían a votar recién en 1980.

MANUEL GONZÁLES PRADA

Intelectual de buena formación, combatió también en las filas nacionales, y cuentan que, durante la época de la invasión chilena, prácticamente no salió de su casa para no cruzarse con los miembros del ejército de ocupación. González Prada fue un enérgico critico de los políticos y la organización política de entonces.

Sostenía que en el Perú existía un gobierno centralizado en un hombre, que era el presidente de la Republica, ante el cual toda la institucionalidad del Estado caía a pedazos, impidiendo un gobierno moderno y razonado. Incluso dijo esto del congreso:” Muchos diputados y senadores merecieron figurar en la servidumbre de Palacio (del presidente)“.

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