PENSADORES POLITICOS
Enviado por chelsea697 • 22 de Octubre de 2012 • 1.690 Palabras (7 Páginas) • 749 Visitas
PENSADORES POLITICOS
BIOGRAFIA DE JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI Y EL “COMUNISMO INKAICO”
El octogésimo aniversario de la muerte de nuestro amauta José Carlos Mariátegui es una buena ocasión para revisar algunas de sus principales ideas. Mariátegui se definía a sí mismo como marxista y, como tal, fundó el Partido Socialista. Pero Mariátegui no era un socialista común y corriente. Su socialismo ofrecía, a su vez, una nueva y original interpretación de la historia peruana.
En sus Siete ensayos, Mariátegui buscó revalorar la identidad indígena colocándola en el centro de su análisis. Argumentaba que el imperio de los incas, con su énfasis en lo colectivo y solidario, había representado un socialismo sui generis.
Este socialismo de corte incaico -marcadamente diferente del socialismo europeo- no habría desaparecido con la conquista ni con la independencia. Según Mariátegui, seguía influenciando la vida indígena y campesina del Perú republicano.
A diferencia de pensadores contemporáneos como Víctor Andrés Belaunde, Mariátegui no creía en la asimilación del “indio” dentro de los valores cristiano-occidentales (Belaunde 1987, 153-160). Mariátegui propone un dualismo duro, irreconciliable:
El Perú tiene que optar por el gamonal o por el indio. Este es su dilema. No existe un tercer camino. Planteado este dilema, todas las cuestiones de arquitectura del régimen pasan a segundo término. Lo que les importa primordialmente a los hombres nuevos es que el Perú se pronuncie contra el gamonal, por el indio (Mariátegui 2005, 215).
BIOGRAFIA DE VÍCTOR ANDRÉS BELAUNDE T.
Belaunde fue desterrado en 1921 por Augusto B. Leguía. La razón fue simple: su tenaz oposición al autocratismo del oncenio. En efecto, nuestro personaje, que siempre estuvo atento a lo que pasaba en su tiempo, denunció la violación que estaba perpetrando Leguía en contra de las libertades civiles. Utilizando su gran retórica, Belaunde pronunció, en 1921, un tremendo discurso acerca de los derechos ciudadanos y la libertad del poder judicial en contra del dictador, lo que le valió ser deportado junto a su amigo Luis Fernán Cisneros quien desde La Prensa también había fustigado al gobierno. Es así que parte como exiliado, antes que Haya de la Torre, por ejemplo, rumbo hacia Estados Unidos. Este es otro aspecto que merece ser relevado, pues los exiliados del leguiísmo, dorados o no, no fueron exclusividad de los radicales del centenarismo, sino también de los novecentistas críticos, pues Riva Agüero también tuvo que viajar a Europa obligado por el acoso que sufría del gobierno.
Lejos del país, Belaunde tendría la oportunidad de revisar sus ideas, reafirmar sus lazos espirituales con el Perú y elaborar una nueva visión del mismo. Es así que vuelve al catolicismo que había abrevado desde su experiencia familiar y se vuelve en un teórico del mismo. A diferencia de sus amigos como los García Calderón, Belaunde siguió teniendo al Perú como un elemento definitorio de sus reflexiones y, en contraste con Riva Agüero, la realidad peruana actual seguiría ejerciendo un alto grado de compromiso intelectual a la que quiso entender y sobre la que ofreció explicaciones. A lo dicho, que conformaría un lazo de continuidad entre el Belaunde pre-exilio y el Belaunde que luego retornaría a nuestro país, es necesario agregar su interés por la realidad mundial, como lo testimonian sus artículos “Crónicas de Norteamérica”, “La verdad sobre el bolcheviquismo” (1920), “La elección de Harding y la política internacional de los EE.UU”, “La marcha del mundo. El nuevo presidente de los Estados Unidos” (1921), “Lloyd George y la política mundial”, “La política contemporánea” (1922), “La destrucción de Alemania” 1923), “La crisis política en Inglaterra” (1924), “Los países Hispanoamericanos y la Liga de las Naciones” (1926).
EL PENSADOR CRISTIANO
Como he recordado, la publicación del libro de Mariátegui, 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana, de 1928, ofreció a Belaunde la gran oportunidad para, en debate con el pensador socialista, exponer su nueva visión del Perú desde el punto de vista social-cristiano. De esta manera, y teniendo como plataforma las páginas del Mercurio Peruano que seguía dirigiendo desde el exilio, Belaunde empezaría comentando uno a uno los ensayos de Mariátegui. Lamentablemente, la muerte de éste dejó trunco un debate que prometía con ser uno de los más elevados que pudo espectar nuestro país. No obstante, Belaunde siguió redondeando sus reflexiones que verían forma de libro en enero de 1931 (aunque terminó de imprimirse en diciembre de 1930) en París, titulado La realidad nacional, obra integral que constituye una de las reflexiones más cabales que se han hecho sobre la vida peruana.
En La realidad nacional Belaunde expresa su evolución ideológica definitiva hacia el cristianismo. En esta obra, el intelectual arequipeño nos presenta con claridad su posición desde la cual va a desplegar su análisis. Sin pretender realizar un balance de la polémica sostenida con Mariátegui, me interesa tan sólo presentar su programa y su responsabilidad por cumplir una función específica como intelectual, tema sobre el que volveré más adelante.
BIOGRAFIA DE GARCÍA CALDERÓN
Se muestra liberal y conservador, tradicionalista y modernista, indigenista e hispanista, segregacionista e integrador a un mismo tiempo.
¿Ambigüedades, tal vez, de un diplomático que pudo haber su parte de la herencia cortesana de esta Lima, reforzada por el ejercicio
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