PESTEL. Economia compartida
Enviado por Monica Sanz Rizo • 29 de Diciembre de 2019 • Trabajo • 1.553 Palabras (7 Páginas) • 340 Visitas
El consumo en la economía compartida es relativamente reciente en nuestra sociedad y ha irrumpido con una gran fuerza en nuestras vidas. Surge gracias a la capacidad que tienen las tecnologías para organizar a los consumidores en su propio beneficio; además, con ello se consigue un mejor aprovechamiento de los recursos, por tanto, se trata de un ahorro o beneficio implícito para todas las partes. Sin duda la economía compartida ha llegado para quedarse a pesar de todos los obstáculos que algunas administraciones públicas y los sectores más afectados están oponiendo.
La economía compartida se organiza mediante plataformas, la mayoría online, que ponen en contacto a personas que ofrecen un producto o un servicio con aquellas que deseen utilizarlo, creando así redes de suministradores y de usuarios que comparten intereses. Pwc prevé para 2025 que estas nuevas plataformas generen alrededor de 335.000 millones de euros en el mundo. Anuncia en su web lo siguiente acerca de 5 negocios concretos:
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El 03/07/2015 se publicaba en el EL PAIS una declaración de Jose Luis Zimmerman, portavoz de Sharing España, en la que decía que siempre habían existido este tipo de economías, pero lo que marcó el punto de inflexión para su expansión fue el auge de las plataformas móviles, la crisis económica y el uso de Internet como una vía de doble sentido: de la empresa al usuario y la valoración que el usuario hace a la empresa.
Estudios realizados fortalecen el punto de vista de que la economía compartida se ha convertido en una profunda tendencia socioeconómica que está cambiando fundamentalmente la forma en que vivimos nuestras vidas. Desde plataformas independientes que cambian la forma en que trabajamos hasta plataformas para compartir alimentos que cambian la forma en que compartimos, las empresas de economía compartida están dando lugar a nuevas actividades económicas y sociales interactuando dentro de los Estados miembros y en toda Europa en su conjunto. Mientras que el rápido desarrollo de estas plataformas debe considerarse como una oportunidad económica para que las economías europeas fomenten un crecimiento sostenible y más extendido, plantea desafíos importantes para lo responsables políticos y reguladores por mantenerse al día con un cambio de entorno tan volátil.
Para entrar más en detalle vamos a usar a la empresa BLABLACAR como ejemplo. Blablacar es la red social líder en el mundo que conecta conductores con pasajeros para viajar en coche compartido. La compañía ha crecido de 1 millón de miembros en 2011 a 25 millones en 2015 y ahora permite que más de 10 millones de personas viajen juntas cada trimestre, tres veces más viajeros que en el EUROSTAR (Empresa de servicios ferroviarios de alta velocidad que comunican la ciudad de Londres con París y Bruselas a través del Eurotúnel). Blablacar se ha expandido desde su mercado local en Francia a más de 22 países, incluidos 15 en la Unión Europea. Partiendo de cuál es su descripción procedemos a realizar un análisis PESTEL de esta compañía.
Existen diferencias entre los nuevos ofertantes y las empresas que están en el mercado ofreciendo servicios o productos sustitutivos. Las compañías que ya están en el mercado reclaman a los gobernantes la existencia de unos obstáculos legislativos y obligaciones, por esto, la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMCI) lo ha dejado claro y comenta legislar a favor de los intereses generales y no sobreproteger a ciertos sectores. Estos sectores que están ahora poniendo barreras a la entrada de estos nuevos oferentes verán cómo todo lo que tienen que ver con las leyes en materia regulativa se transforma o se reforma y esto provocará que ambos modelos se terminen fusionando.
Algunos de los desafíos políticos claves para Blablacar actualmente en Europa es la falta de amortización de las normas del IVA en los países de la EU-28 y la falta de claridad en torno a la definición de la actividad de viaje compartido de Blablacar, así como el hecho de que las contribuciones recibidas por los conductores para cubrir los gastos no constituyen ingresos imponibles. A efectos del IRPF el dinero que se obtiene por el reparto de los gastos del transporte puntual de pasajeros compartiendo coche no tiene encaje dentro de ninguno de los tipos de rentas sujetas al impuesto. Respecto al IVA, dado que no es actividad económica, cae fuera del impuesto completamente y el IVA no aplica al hecho del reparto de gastos realizados.
Algunas de las claves de su alto crecimiento fueron el ahorro económico, ya que los servicios que se ofrecen en la plataforma son más reducidos que los de las alternativas de transporte existente, o incluso la falta de conveniencia en rutas desatendidas por parte de estas agencias ya que Blablacar nos ofrece la oportunidad de valorar opciones que hasta entonces eran inviables.
La situación de crisis mundial vivida estos últimos años ha provocado que mucha gente que antes no tenían problemas de dinero para gastar en gasolina, parking o desplazamientos ahora no quieren o no pueden gastar lo mismo, de forma que buscan alternativas de consumir y de desplazarse. La recesión mundial ha impactado sobre el comportamiento de los consumidores, por ello Blablacar ha creado una comunidad de usuarios que está integrada tanto por consumidores como por productores en la que ambos consiguen una rentabilidad y satisfacción.
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