PLAN IV DE LA PATRIA EN VENEZUELA
Enviado por aparra • 5 de Mayo de 2014 • 12.850 Palabras (52 Páginas) • 293 Visitas
INTRODUCCIÓN
El IV Plan de la Nación es instrumentado bajo una situación nueva. La social democracia es sustituida por el social cristianismo en la representación de Rafael Caldera. El plan está destinado para cubrir el lapso 1970-1974, fundamentada políticamente en una reordenación de los objetivos del desarrollo social.
El IV Plan postula como las grandes metas estratégicas, la posibilidad de una sociedad nacional más próspera y más justa, que políticamente supere la democracia representativa por la participativa y que progrese y se fortalezca económicamente sobre la base de la expansión del comercio internacional.
En estos postulados acerca del porvenir a cuya materialización se dirige el IV Plan, observamos dos modificaciones: la noción democracia participativa en lo político, y la fundamentación del desarrollo económico en el crecimiento de nuestra participación en el comercio internacional. De estos postulados el que podría significar una variante de importancia es el de la sustentatividad participativa de la democracia que se propone, ya que el postulado económico estratégico no supone ninguna variación estructural del aparato económico, sino la modificación del factor dinámico de la producción, sin olvidar que, de hecho, el comercio exterior (petróleo) ha venido siendo un componente fundamental del proceso económico nacional desde fines de los años veinte.
Podemos afirmar, que los postulados del IV Plan de la Nación ofrecían un cambio sustancial en cuanto a las reformas sociales, económicas y políticas que el país necesitaba y que eran prioritarias y esenciales para erradicar progresivamente el subdesarrollo. Sin embargo, la ingenuidad de pensar que el camino para llegar a la meta era cuestión de poco tiempo, sin la continuidad por los gobiernos siguientes, fuesen de la doctrina que fuesen, hizo caer el proyecto por su propio peso.
1. DESARROLLO NACIONAL
1.1.- OBJETIVOS Y ESTRATEGIA
ESTRATEGIA PARA EL DESARROLLO
Según el IV Plan de la Nación (1970-1974), Venezuela confrontaba un momento decisivo en la historia económica. El país debía optar entre la creación de una economía industrial moderna, que estaba en mejores condiciones de alcanzar que otros países en vías de desarrollo, o la perpetuación de la dependencia externa que caracteriza el subdesarrollo, que impedía que el país pudiese valerse por sus propios medios, aun cuando su economía estaba creciendo.
La pérdida de dinamismo de las exportaciones en el ultimo quinquenio y el agotamiento de la primera fase del proceso de sustitución de importaciones constituyeron los dos puntos de estrangulamiento mas importantes que confrontaba en ese momento la economía venezolana. Eliminar estos puntos de estrangulamiento y poner a la economía en condiciones de crecer aceleradamente para poder obtener logros sociales de importancia en el curso de ese periodo, seria la gran tarea que se pretendía realizar con esa estrategia para el desarrollo.
Para esto se requería de una racionalidad creciente en la explotación y mercadeo de nuestro primer recurso no renovable, el petróleo, para sembrarlo efectivamente en inversiones reproductivas que lo pudieran complementar como fuente permanente de riqueza; de que la economía no petrolera financiara progresivamente una proporción mayor de las necesidades de importación e inversión y contribuyera en forma creciente al gasto económico y social que se impusiera en el país.
En otras palabras, la nueva estrategia de desarrollo buscaba dar los pasos necesarios para cambiar el modelo de crecimiento económico tradicionalmente aplicado en la mayoría de los países de América Latina por uno de mayor apertura hacia el exterior, que requería, sobre todo, de un esfuerzo sin precedentes en el comercio internacional.
Los lineamientos básicos de esta nueva estrategia, constituían los lemas de acción para este IV Plan de la Nación que se resumían en los siguientes cinco principios:
• Más producción
• Más exportaciones
• Más empleo
• Mayor autonomía externa y
• Promoción del pueblo para el desarrollo
Para alcanzar los objetivos previstos era necesario aumentar la exportación de productos primarios, pero simultáneamente se debía crear un sector manufacturero exportador que contribuyera al logro de una estructura productiva con interrelaciones más complejas y que originara un efecto multiplicador dinámico en el resto de los sectores productivos. Al mismo tiempo debía dinamizar el proceso de integración latinoamericana y ampliar las relaciones comerciales con el resto del mundo a fin de que la creación de esta oferta exportadora fuera acompañada de la consecución de nuevos mercados por la exportación.
Esta orientación iría complementada con la creación de condiciones que permitieran ampliar y ordenar el mercado interno. Es decir, que a la vía del crecimiento hacia fuera se añadiría una política dirigida a la superación de los estrangulamientos estructurales que impidieran el fortalecimiento de la economía nacional.
En la medida en se redujera el grado de marginalidad y se mejorara la distribución del ingreso crecería el mercado interno, con la consecuente ventaja para las economías de escala.
Este crecimiento no seria suficiente para que la mayoría de las industrias operara en forma eficiente, por lo que la integración de nuestras economías y mercados con países con grados de desarrollo similares al nuestro, aparece como la única solución recomendable a largo plazo. La alternativa seria concentrar todos los esfuerzos en la fabricación de determinados productos para la exportación y utilizar las divisas obtenidas para su venta para importar todos los bienes que el país requería.
La política económica del Plan, estaba orientada a lograr una tasa de crecimiento económico permanente en condiciones de estabilidad monetaria, que hiciera posible elevar los niveles de ingreso per cápita y mejorar su distribución, permitiendo al mismo tiempo disminuir en forma sustancial la desocupación existente.
Durante el período del Plan la economía en su conjunto crecería a un ritmo superior al registrado por el Sector Petrolero, de modo que la estructura' productiva se transformara progresivamente en beneficio de los sectores internos.
Para ello sería necesario aumentar la tasa de inversión, aprovechando las grandes posibilidades que brinda el ahorro potencial y canalizar los recursos de acuerdo con las prioridades que implica la transformación de la estructura productiva.
El mayor esfuerzo de ahorro requerido para elevar la tasa de inversión, sería realizado internamente. Sin embargo, la participación financiera interna- seria un complemento importante, especialmente
...