PROPUESTA DE CREACIÓN DEL NUEVO INSTITUTO AUTONOMO DE SERVICIO POLICIAL PARA EL MUNICIPIO SAN FRANCISCO

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PROPUESTA DE CREACIÓN

DEL NUEVO INSTITUTO AUTONOMO DE SERVICIO POLICIAL

PARA EL MUNICIPIO

SAN FRANCISCO

INTRODUCCIÓN

     En el novel Municipio San Francisco de mediados de los 90, se constituyó un instituto policial con autonomía propia que vislumbraba romper con todos los esquemas establecidos y políticas públicas de seguridad hasta esa época, en poco tiempo sobrepasó con creces todas esas expectativas generadas en la población de San Francisco y en la opinión pública. Uno de los puntos más novedosos para la población y que más llamó la atención era que casi la totalidad de las personas que allí laborarían en su mayoría eran egresados universitarios, profesionales en diversas áreas con títulos, algo sin precedentes en nuestra nación, ello garantizaba al menos algo distinto a lo presente hasta ese entonces; y con el pasar el tiempo los hechos demostraron que era factible un instituto policial totalmente eficiente.

     La presente propuesta fue elaborada en aras de obtener un desempeño similar que paulatinamente logre superar al de esa institución, alejado radicalmente de las prácticas administrativas y gerenciales actuales plagadas de corrupción, burocracia e ineficiencia que es lo que actualmente despunta en las instituciones policiales, y donde solo observamos operaciones sin ninguna planificación y al margen de los lineamientos correctos. Prevemos la implementación de criterios que impidan la injerencia de elementos proselitistas de partidos políticos que propicien el sesgo de las verdaderas funciones policiales, manteniéndonos alejados de prácticas erradas del servicio policial, que ocasionarían eventualmente otro fracaso y arraigamiento de la corrupción que hoy en día pulula en la mayoría de las instituciones de seguridad del Estado.

     Esta propuesta planteada sobre la creación de un nuevo instituto de servicio policial para el Municipio San Francisco realmente autónomo, permitirá mantener una coraza infranqueable para los elementos que pretendan interferir con fines proselitistas en las labores esenciales y propias de una institución de seguridad pública. Somos un equipo de funcionarios que aún conservamos la casta de verdaderos servidores públicos y nos mantenemos dentro de las filas policiales dispuestos a generar esa policía en la que alguna vez nuestros niños soñaron trabajar y convertirse en uno de nosotros; para tal fin, nos enfocaremos en las carencias que se deben disminuir hasta eliminarlas, potenciar las funciones primordiales de los policías y aumentar significativamente con medidas oportunas, la presencia de nuestros funcionarios en todo el Municipio, lo cual conllevará a disminuir sustancialmente y de verdad, los elevados índices delictivos y sensación de inhabitabilidad que dejan en evidencian la implantación actual de una nefasta, incompetente e indolente administración. Creemos que es posible brindar nuevamente el servicio policial en la forma que alguna vez ese recordado instituto prestó y se ha vuelto apremiante reactivarlo para contrarrestar el malestar de la ciudadanía, un malestar generado por una sensación de restricción; restricción que genera la inseguridad de no contar con un servicio policial que les garantice el pleno disfrute de los espacios públicos, el disfrute de ser asistidos en situaciones imprevistas o generadas por la ausencia de los principios de convivencia.

     Es apremiante cercenar esa política de corrupción que se ha vuelto norma en la mayoría de las instituciones policiales, es necesario en virtud de nuestros ciudadanos, en virtud de los funcionarios que muchas veces para cumplir con sus funciones dejaron de lado su familia, su salud y su vida social, en pro de forjar el “nuevo modelo policial” que más tarde sería implementado en Venezuela, en virtud de los pocos de ellos que aún se encuentran esperando poder tener un papel determinante y preponderante en la recuperación de aquel servicio policial, en virtud de esos pocos que necesitan sentir que, su Esfuerzo, Sacrificio y Valor no fue en vano.          

JUSTIFICACIÓN

     El Ejecutivo Nacional a través de su Ministerio con competencia en materia de seguridad ciudadana además de sus organismos conexos trabaja en el desarrollo de políticas, planes y líneas estratégicas en función de sistematizar alcances y logros para detener el flagelo de la delincuencia y la criminalidad.

     En este sentido, las acciones están dirigidas a atacar los factores generadores de conductas criminales, sanción y educación preventiva, aproximación y contacto focalizado de las áreas con mayor índice de delitos.

     Para tal fin, dentro de  la Gran Misión A Toda Vida Venezuela se desarrollan estrategias a través de vértices o ejes de carácter neurálgico que marcan un esfuerzo por detener el alto indicador de conflictividad que ha generado la delincuencia en el país sin obtener ningún resultado verdaderamente notorio. Pero ¿qué vértice o cual eje apunta a terminar con la corrupción dentro de los órganos de seguridad del Estado?, siendo ésta la corrupción más palpable debido a que son los cuerpos de policía las instituciones judiciales de mayor proximidad con las comunidades.

     Actualmente nuestra institución es un pequeño reflejo de lo que más brilla en nuestro país: “la ineficiencia y la corrupción” comencemos con mencionar que en su titulo precede un adjetivo de “autónomo” que se perdió con la llegada de un ciclo de administradores que sólo han sido serviles de una tolda política y que han llenado sus bolsillos mientas han podido, y encaminaron la institución hasta hacerla mutar para apegarse al nuevo modelo policial, cuya misión (del nuevo modelo policial) es estandarizar las funciones policiales en todo el territorio nacional, pero evidentemente también se ha generalizado la descomposición moral de sus funcionarios. En mención de la referida autonomía, debemos acotar que pasó a ser controlada por personas que profesan la llegada de la redención humanista y respetuosa de los derechos ciudadanos, pero que en la práctica emplean la policía como un simple instrumento de seguridad personal, de lucro y de aplicación de la fuerza contra quienes se atreven a adversar los designios de las autoridades políticas de turno, y del servicio a las comunidades no queda nada. Algo contraproducente ocurre, porque quien tiene las riendas de la institución no tiene el poder ni la experiencia ya que carecen del mínimo conocimiento de la función policial ordinaria o moral para controlarla, esto da pie a que ninguna de las acciones puestas en práctica sean sustentables porque quienes las imponen solo acusan a intereses partidistas y personales; Cabe mencionar el desmembramiento sistemático de la institución y del despojo de sus bienes, únicos para el funcionamiento de un cuerpo policial, destacando sobre cualquier otro el despojo de su sede operativa y de su sede administrativa las cuales fueron otorgadas a otros organismos para fungir como destacamento de “la guardia del pueblo” y sede del ayuntamiento municipal respectivamente, dejando los funcionarios policiales relegados a espacios deplorables donde obviamente no cuentan con las condiciones idóneas para el funcionamiento más básico de un cuerpo policial y mucho menos para atender a la comunidad como se lo merece.

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