Padres toxicos- experiencia personal

Padres Tóxicos.

- “No eres culpable de tu pasado, pero si eres responsable de transformar tu vida y recuperar tu derecho a ser feliz”

Es interesante como el autor narra un momento de su vida, como es que te hace ver tu vida poco a poco mientras se lee su narración.

En el primer capítulo José Luis Canales habla sobre el padre toxico y el sistema familiar que es un grupo de personas donde nos desarrollamos e interactuamos entre sí que es llamado “familia”. Explica que una familia es un grupo donde las acciones de cada integrante afecta de manera directa e indirecta a los demás miembros.

 A esto creo que se refiere a que todos somos uno mismo. Indirectamente o directamente, lo que hacemos siempre tiene que afectar a otras personas. A que cuando tomemos una decisión personal siempre se debe recordar que hay personas a nuestro alrededor y tomar en cuenta las afectaciones que podemos ocasionarles y no evitar pensar en egoísmo si la decisión solo me beneficia a mi sin considerar si también puede tener algún daño en las personas más cercanas a mi vida.

Otro punto importante en este capítulo es que nos dice que cuando somos niños, nuestro sistema familiar representa toda nuestra realidad y nuestro punto de referencia. Aprendemos a tomar decisiones basados en lo que nuestro sistema familiar nos enseña a entender y percibir del mundo.

Comprendemos el mundo a partir de nuestra experiencia y de los que nos inculcan nuestros padres. Nos guste o no, terminamos por parecernos física y emocionalmente a las personas con las que crecimos, y vaya que es impresionante que sea as.

Creo que lo que nos quiere explicar aquí es que cuando somos niños todo lo que conocemos es nuestra familia y nuestro punto de referencia. Aprendemos a tomar decisiones basándonos en lo que aprendámonos de ese entorno familiar.

Aprendemos a comprender el mundo a partir de nuestras experiencias y de lo que nos enseñas nuestros padres.

Cuando somos niños, nuestros padres lo son todo para nosotros. Nuestra estabilidad emocional depende de ellos al 100 por ciento. Y llegamos a la conclusión de que sin ellos nos encontraremos solos, sin ningún tipo de cuidado, sin amor, viviendo un estado constante de miedo, somos totalmente conscientes que dependemos de ellos, pues saben todo lo que necesitamos.

Un padre sano no desquita su enojo o su frustración con sus hijos y deja claro que el amor no está condicionado a ningún estado de ánimo ni a ninguna conducta. El amor es incondicional, aunque existan errores de los hijos y los estados de ánimo fluctúen en la familia.

Y es interesante ver como relaciona el tema con la mitología de los griegos, ya que su estado de ánimo dependía de los dioses, y ellos para evitar sus molestias de los dioses les cumplían con todo lo que pudieran e incluso les hacían ofrendas ¡Qué horror!

Y es tan cierto cuando se habla de los tipos de familia que hay, una familia estable y una familia disfuncional, podría parecer mentira, pero quien lea este libro podría identificarse con cualquiera de las dos familias. No es posible que tus padres te hagan sentir tan chiquito ante el mundo, es tan difícil de entender, pero lamentablemente si existen padres así.

Al final de este capítulo nos narra un par de casos con José Luis y Javier que vaya que fueron sumamente interesantes, ya que es increíble como de venir de una familia disfuncional ellos no lo ven desde ese punto e incluso se piensa en el suicidio, ¿Cómo es posible? Pero incluso al terminan de leer esos casos y saber que ellos pudieron dejar aquel niño pequeño que aun llevaban dentro con mucho dolor, fue genial y porque no decirlo, impresionante porque después de pasar por tan momentos dolorosos lucharon por su bienestar propio y dejaron a un lado los prejuicios de esos padres tóxicos.

Me identifique un poco con el caso de Javier, bueno no totalmente con ese caso, pero con sus palabras al intentar defender a su padre.

 En lo personal para mí, mis padres lo son todo y desde pequeña mi padre siempre fue mi héroe y lo seguirá siendo, porque sin duda alguna lo amo, pero no lo sé yo soy de esas personas que pese me hagan daño siempre estoy al pie del cañón para esas personas, y tal es el caso con mi papá; ocurre que él ha cometido bastantes errores, años anteriores era tan impulsivo en cuanto a carácter, no sabía manejar su enojo y llegaba a desquitarse a casa, ¿Qué culpa tenía mama, hermanas y yo? Siempre me lo preguntaba, jamás encontraba respuesta… pero siempre yo intentaba defenderlo con palabras ante todos, porque aunque el fuera impulsivo y desquitaba su coraje con mi familia yo siempre decía “está molesto porque algo no salió bien en el trabajo” “quizá algo no salió como él quería” “se disgustó con alguien más, entiéndanlo” pero mientras fui creciendo mi pensamiento fue cambiando y así fui entendiendo que él no tenía por qué desquitar su coraje en casa y mucho menos con quienes somos su felicidad y llego un momento en que decidí planteárselo… que eso también es algo increíble que hicieran los hijos con los padres que solo intenten hacerles saber sus errores y ya si ellos cambian pues que genial ¿no? y si no ellos seguir tranquilos con sus vidas y no depender de las emociones de los padres.

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