Pandemia sin fin

Pandemia sin fin

La pandemia que ahora resulta no tener fin nos está matando.

Dice Mauricio Pombo “…El distanciamiento social siempre ha existido en nuestro país, lo de ahora es el distanciamiento físico, y ha sido uno más de los factores que inciden en la inequidad. En cuanto al tapabocas, se trata de un silenciador que viene siendo cotidianidad desde hace un buen tiempo…”;  entre otras, nos encontramos entre la espada y la pared o como diría entre el COVID y el hambre.

Millones de colombianos tienen que salir,  no tienen que comer, muchos ya no pueden ni cocinar, pues los años se les han venido encima y su energía poco a poco  se les agota; los niños y jóvenes ya no asisten a sus instituciones educativas, pues el virus ronda toda nación. Solo unas pocas personas salen y traen el sustento a su hogar y sin intención alguna llevan el virus a sus hogares. En este momento puede que se encuentren en cuidados intensivos con una probabilidad de que no sobrevivan.

No son miles, sino millones, quienes perderán sus empleos y negocios. Las cifras ya son bastante altas, sin embargo, la otra cara de la moneda pinta una pandemia artificial pues para muchos el virus no existe, ya que varios de los casos de muertes no solo han sido por COVID y aun así pasan como si lo fuesen, es aquí donde el poco conocimiento que tenemos acerca de este virus influye en la decisión de quedarnos en casa,  pasar hambre o salir y arriesgarse a contagiarse.

En cuanto al gobierno, si antes era algo evidente la gran desigualdad social y económica, esta resalta más a medida que alargan el confinamiento, las ayudas que ofrece el gobierno solo les llegan a las personas con los más bajos recursos, es decir, los estratos 1 y 2 son pocas las personas de estrato 3 que reciben estas ayudas,  quienes no han de ver por su cuenta como se sostienen mientras continua la cuarentena, son  los que pertenecen a la clase alta en su mayoría dueños de las empresas no les queda más solución que hacer recorte de personal y dejar desempleados a mas colombianos.

Detrás de todo esto, existe un gran enojo por parte de los colombianos que hasta ahora no son desempleados, este enojo proviene de la mala manera en la que las empresas se aprovechan y usan como excusa el hecho de que  hay confinamiento y lo usan no solo para recortar el sueldo a sus empleados, sino también para hacer que trabajen más horas de las establecidas, horas que lo más probable es que no se les sea remuneradas como debe de ser.

¿Cuánto tiempo más? Es la pregunta que todos nos hacemos, tendremos que seguir viendo morir de hambre a los colombianos o tenemos que ver como quienes si deciden trabajar son explotados y ponen en riesgo su salud al salir solo para no morir de hambre.

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