Paradigma de la educacion superior

El paradigma de la educación superior

   Habitualmente, solemos “escuchar “esto se resuelve con educación” o “hace falta mayor educación”.

   Basta ver la realidad del país, que destina cerca del 6% de su presupuesto a la misma y, pese a ello, nada cambia.  

   Preguntamos; que tienen en común Bill Gates y Paul Allen (creadores de Microsoft), Jack Dorsey, Evans Williams, Biz Stone (creadores de Twiter); Mark Zuckerberg y Dustin Moskovitz (creadores de Facebook), y el extinto Steve Jobs (uno de los creadores de Apple)?

   Ninguno termino sus estudios universitarios, es decir, rompieron paradigmas. Recordemos que un paradigma es un conjunto de creencias y actitudes, como una visión del mundo compartida por un grupo de científicos que implica específicamente, una metodología determinada. Es un esquema teórico, una vía de percepción y compresión del mundo que un grupo de científicos, ha adoptado.

   Como dijimos anteriormente, cambiaron paradigmas y volvieron todo a cero. En Argentina, la universidad es vista como una forma de ascenso social, pero no como una parte importante del motor de la economía y generadora de ideas que promuevan emprendimientos. Es claro que si observamos a la facultad como una fábrica que produce abogados, contadores, médicos, etc. Estos deben ser homogéneos; pero esto atenta contra la creatividad (materia prima indispensable para desarrollar una idea), este modelo económico educativo ya no funciona (como antes), antiguamente un universitario/a se concluía sus estudios y dependía posteriormente de sus contactos o familia, pero tarde o temprano conseguía trabajo, este al cabo de un tiempo y esfuerzo le permitía tener un cierto bienestar económico y social; podía acceder a la propiedad privada y, si tenía hijos, trataba de que siguieran el mismo camino; es decir, la educación era parte del ascenso social.

   En los tiempos actuales, un universitario obtiene su titulo y salvo aquellos casos en los que posea contactos o provenga de familias prominentes, su acceso al mercado laboral y a la propiedad privada le es mas dificultoso (vivienda o departamento) y es muy probable que sus hijos sigan la “escalera…que va hacia abajo”; por eso debemos decir: la educación ya no es parte del ascenso social, ni permite de modo fácil el acceso a una mejor calidad de vida.

   A todo esto, hay que sumarle el aumento de la expectativa de vida, por lo que es probable que una persona llegue casi sin problemas a los ochenta años, lo que da lugar a que el sistema previsional vaya camino al colapso.

   ¿No es acaso el desarrollo económico de una sociedad, la que hace necesaria ciudadanos más instruidos? 

Planteemos el absurdo de por ejemplo, un ciudadano que se recibe de físico quántico, ¿dónde va a ejercer su profesión?

 No existe en la sociedad chaqueña espacio para el mismo, a menos que termine en el sector público.

   Sin embargo el conocimiento es algo que se adquiere personalmente.

   Deberíamos concluir, que muchas veces los carriles educativos transitados habitualmente son como filtros que solo permiten el paso de aquellos a los que el tipo de paradigma educacional establecido le es mas cómodo, dejando fuera del sistema a aquellas personas que puedan desarrollar un conocimiento y una capacidad igual y superior a los “titulados” (ver los ejemplos citados más arriba), son abundantes los casos de empresas que priorizan gente con formación inicial nula, a los que someten a constantes capacitaciones y perfeccionamientos, siendo este tipo de conocimiento más apto para estas empresas y negocios que aquel obtenido en instituciones donde la burocracia educativa esta más presente. Por lo tanto el nuevo paradigma educacional para nosotros es algo que debe adquirirse muchas veces en medios alternativos a los habituales, sin que esto “tache” de algún modo a esta persona de puestos laborales en los cuales pueda aportar su capacidad de inventiva y emprendimiento.

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