Participacion Ciudadana

En México muchas personas están acostumbradas a recibir apoyos de nuestro gobierno paternalista, en vez de a participar y es por ello que los pobres no dejan de serlo, porque están acostumbrados a solo recibir.

Denise Dresser defiende el hecho de que el gobierno nos tapa los ojos con infraestructura, mientras que la educación social está por los suelos y donde la élite a la que pertenezcamos será quien defina la gran mayoría de los futuros, o por tener cara o apellido bonito. En nuestra sociedad mexicana, todos estos factores de cultura definidos por nuestras raíces, son quienes juzgan y direccionan nuestras acciones: que si nazco hijo de un albañil, trabajaré de albañil, y ni aun teniendo el espíritu emprendedor y una gran educación, no tenga la oportunidad de avanzar y trascender para mejorar, todo por haber nacido en una sociedad de economía baja.

Y que hoy, las empresas y los gobiernos ofrecen puestos de trabajo por corrupción, por compadrazgo, dedazo, sindicalismos y otras formas de colocación en un buen puesto laborar, entonces, quien lo tiene merecido, ya no se le es dada la oportunidad de salir del hoyo e intentar mejorar la realidad en la que ha vivido.

Según Dresser y desde la perspectiva de muchos mexicanos, pareciera que las personas que llegan a un cargo público, pierden el significado de lo que conlleva esta responsabilidad. Se olvidan de servir a la ciudadanía y solo quieren enriquecerse y apoyar a su familia; muchos de ellos se orillan a cometer crímenes de diversas formas para seguir enriqueciéndose.

Son varias situaciones que hay que preguntarse si es realmente cierto, y a través

de nuestras experiencias nos ponernos con el tema o nos oponernos, juzgar lo que la sociedad mexicana pasa por el mal uso de la educación y el dinero. No podemos vivir creyendo que no hay de qué preocuparnos, cuando hay evidencias de que en otros lugares del mundo se progresa de manera muy acelerada y México estacado perdiendo el tiempo en que si un presidente es legítimo o no, y que se debe discutir la toma de la cámara legislativa, para no trabajar, poniendo de pretexto que es una manera de expresar su posición a una reforma o ley, es una decepción que en lugar de trabajar vivamos criticando a nuestros oponentes, como la gran mayoría.

La sociedad se ha acostumbrado y nosotros somos la raíz de este mal, mucha gente decide evadir sus impuestos y no apoyar con sus obligaciones como ciudadano, esto conlleva a que el gobierno paternalista de este país tenga que solventar tanto gasto de los programas públicos de desarrollo social, con el dinero que genera el petróleo: un hidrocarburo que por cierto, vendemos mal en nuestro país.

Si como ciudadanos decidimos escapar de nuestras obligaciones civiles y fiscales, sabemos por ende que no tenemos derecho a exigir un cambio en México, porque sería una incongruencia.

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