Planificación Estratégica de Pueblo Mágico

En la fase inicial de todo Plan Estratégico es conveniente determinar los modelos de desarrollo físico, económico y social experimentados por la urbe estudiada, con el fin de establecer un marco que sirva de referencia a los diagnósticos ulteriores. De este modo, la finalidad de caracterizar los modelos de desarrollo de una ciudad es, a partir de la comprensión de sus rasgos fundamentales y de su trayectoria histórica, establecer los requerimientos de competitividad y habitabilidad que debe satisfacer esa comunidad urbana para progresar de cara al futuro en los ámbitos económico y social.

Modelos físicos:

La forma de la ciudad se ha ido configurado paulatinamente con el transcurso de la historia. Tal y como acertadamente expresaba Chueca Goitia (1969):

“Una vez que la ciudad se ha implantado en el terreno propicio, implantación o fundación que en la antigüedad tenía un carácter litúrgico y equivalía a transformar el nuevo solar en patria, la naturaleza humana va trozando las líneas de la nueva estructura, en un proceso vial en el que se halla implicado un cúmulo de costumbres, tradiciones, sentimientos y actitudes característicos de una determinada colectividad. Pero es más: estas estructuras, que han ido conformándose a través de este proceso, acaban por constituir ellas mismas una segunda naturaleza, es decir, estas estructuras reobran a su vez sobre los habitantes, que se encuentran con una realidad exterior con lo que ya tendrán que contar.”

Debido a su emplazamiento invariable y a su fuerte ligazón con la tierra, las ciudades se caracterizan por la imposibilidad de intercambiarse y de perder su individualidad expresada en otros términos, la implantación de una ciudad sobre la tierra.

La geología y el paisaje de manera singular la harán adquirir diferencias radicales con otros asentamientos y, por lo tanto un carácter físico propio e intransferible.

El emplazamiento de las ciudades ha venido determinado por algunos factores rígidos, que nunca un criterio de economía ha dejado de considerar y contrastar. Por ejemplo, desde la antigüedad, el factor defensivo ha forzado la elección de emplazamientos en posiciones topográficos favorables, tales como islas, penínsulas o colinas. Así mismo, el agua ha sido un importante factor de localización, por un lado, para protegerse de los peligros de inundación en las llanuras o valles fluviales, y por otro lado, para asegurarse su abastecimiento como un bien de consumo para la vida humana, situándose en las riberas fluviales. Sin embargo, hoy en día, los avances de la técnica han posibilitado la localización de asentamientos urbanos en prácticamente cualquier lugar, independientemente de las condiciones naturales.

Aparte de los factores ancestrales ya mencionados, puede identificarse una amplia variedad de elementos que concurren en la conformación de la planta de una ciudad. Entre éstos cabe destacar por su importancia las siguientes:

1. Factores Funcionales: Responden a la función para la que fue planificada la ciudad, marcando su impronta sobre la traza especializada de la misma. Pueden ser funciones militares, comerciales, industriales, culturales, de acogida y administrativas.
2. Factores Locacionales: Están determinados por la naturaleza del lugar donde se asienta la ciudad, es decir, su panorama, su carácter, sus formas topográficas, sus condiciones climáticas, sus recursos naturales y su conexión con las grandes rutas.
3. Factores Poblacionales: Derivan de la población que constituye la ciudad y que la habita, de su carácter, de sus fines espirituales y materiales, de su concepto social y político y de sus posibilidades de todo orden.

Conforme una ciudad se consolida y crece, gracias a la prosperidad económica y a la cohesión social de sus habitantes, se generan nuevas funciones y necesidades de expansión que deben encontrar acomodo en su trama física. Así, la capacidad de una urbe para extenderse y alojar un número creciente de individuos puede producirse de múltiples maneras, entre las cuales pueden identificarse tres grandes grupos con características comunes.

1. Desarrollo por colmatación interna: Supone la situación, dentro del perímetro urbano, de los espacios libres y edificios bajos por inmuebles cada vez más altos, que comprenden una población cada vez más grande. Es una condensación vertical, por estratos de población. La colmatación fue típica en los recintos amurallados medievales.
2. Desarrollo por generación periférica: Se produce en los límites inmediatos de la ciudad y sobre las vías de penetración del exterior, caracterizándose por un génesis espontánea y desorganizada. Este tipo de desarrollo puede generarse con grandes densidades que alcanzan más de 250 hab./Ha (áreas de viviendas unifamiliares).
3. Desarrollo por creación de nuevas ciudades: Se caracteriza por la creación ex-novo de ciudades en pocos años sobre territorios anteriormente rurales. Frente a la forma de generación periférica, las nuevas ciudades están basadas en el desarrollo preconcebido y planificado. Comprenden todas las funciones urbanas y pretenden disponer de puestos de trabajo para todos sus habitantes activos.

Como resumen, podemos afirmar que la estructura física de una ciudad es el resultado de la confrontación de las fuerzas sociales, económicas y políticas que actúan en el escenario urbano. Al mismo tiempo, estas fuerzas y los condicionantes de su entorno evolucionan en el tiempo dejando su marca indeleble en las formas básicas de la ciudad. Ahora bien, con frecuencia las fuerzas que conforman la ciudad comienzan a cambiar antes de que su estructura física empiece a modificarse, razón por lo cual la estructura urbana suele permanecer aún después de que la sociedad inspiradora de dichas formas haya desaparecido.

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