Planta de tratamiento de efluentes cloacales ¿A que llamamos residuos cloacales?
31524058Trabajo24 de Mayo de 2017
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Índice. …………………………………………………………………… pág. 1
- Introducción. …………………………………………………………………..... pág. 2
- Capítulo I: marco teórico. ………………………………………………………………………. pág. 3
2.1. ¿Qué es una planta de tratamiento?
2.2. ¿A que llamamos residuos cloacales?
2.3. Alternativas para la descontaminación de aguas residuales. ……… pág. 4
2.4. Beneficios y riesgos. …………………………………………………….. pág. 5
3) Capitulo II: como debería ser. ……………………………………………………. pág. 7
3.1. Funcionamiento y estructura.
3.2 Como es: La realidad menuquense. ………………………………………. pág. 9
4) Conclusión. ………………………………………………………………….. pág. 11
5) Anexos. …………………………………………………………………… pág. 12
5.1 Encuesta.
5.2 Entrevista. ……………………………………… pág. 16
5.3 Fotos. ………………………………………. pág. 19
5.4 La novedad: Ingeniero Jacobacci. ……………………………………… pág. 20
6) Bibliografía. ………………………………………………………………… pág. 21
- Introducción.
El propósito del presente trabajo es presentar una situación problemática, el tratamiento de residuos cloacales en la localidad de Los menucos. De esta manera, se describe y se muestra cómo se da este proceso en la planta depuradora, ubicada detrás del Barrio 9 de julio, desde el año 2013. Para alcanzar nuestro cometido hemos consultado autores (las interpretaciones de la comunidad científica respecto del tema) pero, la fuente principal de información la constituyen nuestras observaciones, y lo que nos han dicho (o mejor, lo que no nos han dicho) quienes se desempeñan como operarios/encargados/responsables de la planta.
Las referencias bibliográficas, justamente, nos permiten conocer como debería ser el tratamiento de estos líquidos y, al mismo tiempo, como es esta experiencia en Los menucos, es decir, comparar. Se desprende de esto, un segundo objetivo de importancia para nuestro trabajo.
¿Qué tipo de relación establece la sociedad de Los menucos con su medio ambiente? ¿Cuál es la importancia de tratar los efluentes cloacales? ¿Y cuáles las consecuencias del no tratamiento?, son estas algunas de las preguntas que movilizan nuestra investigación.
Cabe aclararle a nuestro posible lector que nada está dicho en este sentido, y que los datos que se presentan a continuación son solo resultados parciales, y el producto de un trabajo en conjunto desde la catedra Seminario de Problemáticas Complejas que se dicta en el segundo año de la Carrera Profesorado en Enseñanza Primaria con asiento en la mencionada localidad.
- CAPITULO I: Marco Teórico.
2.1 ¿Qué es una planta de tratamiento?
Básicamente, es una instalación donde a las aguas residuales se les retiran los contaminantes para hacer de ellas, un agua sin riesgos a la salud y/o medio ambiente al disponerla en un cuerpo receptor (mar, ríos o lagos), o para su reutilización en otras actividades de nuestra vida cotidiana con excepción del consumo humano (no para ingerir o aseo personal).
2.2 ¿A que llamamos residuos cloacales?
La comunidad científica coincide en afirmar que los líquidos cloacales son los líquidos residuales, tanto domiciliarios como comerciales y hospitalarios, que se descargan a las cloacas.
En otro lugar se menciona[1] y aconseja que –lo cual sirve para nuestro propósito- solo deben arrojarse al sistema de desagüe cloacal domiciliario los líquidos provenientes de artefactos sanitarios o excretas, el agua del lavado de prendas e higiene personal, el agua producto del lavado de alimentos, de la preparación de comidas y el agua del enjuague de vajilla.
No desechar en el sistema de desagües elementos sólidos que perturben el funcionamiento de las instalaciones, dado que las conexiones están diseñadas y construidas para permitir solamente el paso de líquidos o disposiciones excretas. Los productos de origen industrial generan ácido y dañan gravemente las cañerías.
No arrojar trapos, medias de mujer, pañales, algodones, bolsas, preservativos, porta-desodorantes de inodoros; envases plásticos en general o de cartón; productos solidificados como aceites lubricantes y pinturas; materiales no biodegradables a corto plazo como maderas y cartones; colillas de cigarrillos; medicamentos vencidos.
Por otro lado, conviene que el agua de lluvia (o la nieve fundida en climas fríos) no se derive a las cloacas, porque –superando su capacidad- lleva a su desborde en el interior de la viviendas o en las calles. Esto interfiere en el funcionamiento de las plantas depuradoras al recibir –durante lluvias intensas- un afluente con composición y caudal muy diferente al habitual. Es común la conexión clandestina de agua de lluvia a las cloacas, lo que provoca su colapso y – a veces- su rotura. Asimismo, los sedimentos arrastrados por el agua de lluvias contribuyen al taponamiento de las cloacas.
En el caso de los efluentes de industrias, sean estas pequeñas o grandes, deben depurarse en cada establecimiento antes de su descarga a cloacas.
2.3 Alternativas para la descontaminación de aguas residuales.
Existen en la naturaleza dos tipos de flora microbiana, las cuales forman parte del “ciclo del carbono” que se produce en la naturaleza. Tienen por fin degradar los biopolímeros (celulosa, lignina, hidratos de carbono, proteínas, lípidos) a través de diferentes procesos enzimáticos, hasta moléculas sencillas, aptas para reiniciar los diferentes ciclos biológicos.
Los “microorganismos anaeróbicos”, degradan la materia orgánica, en un tanque cerrado denominado “biodigestor”, produciendo principalmente metano y anhídrido carbónico. Esto determina un mayor contenido energético en los productos de degradación, es decir un rendimiento energético más alto, y una retención de nitrógeno amoniacal en los residuos digeridos. El gas producido por la fermentación anaeróbica se conoce con el nombre de biogás, y es combustible, es decir que desde un líquido residual y contaminante se puede depurar y asimismo obtener energía.
Los “microorganismos aeróbicos”, degradan la materia orgánica produciendo: anhídrido carbónico, amoniaco y agua. Los microorganismos de interés para la depuración biológica de aguas residuales, en orden de importancia –por la cantidad en que participan- son: bacterias, hongos, algas, protozoos, rotíferos, y crustáceos.
La depuración biológica de las aguas residuales consiste en provocar el desarrollo de floras microbianas (que forman parte de la naturaleza misma), dentro de instalaciones que se denominan plantas de tratamiento, conformadas por tanques y/o cisternas, con su correspondiente equipamiento electromecánico. Mediante condiciones controladas se logra el desarrollo de especies necesarias, tal que por acción física o fisicoquímica retienen la carga contaminante orgánica, y se alimentan de ella. Las alternativas pueden ser de biomasa retenida, donde la flora microbiana activa se organiza en “gránulos”, o “películas”, dentro del equipo de depuración; también de biomasa suspendida, donde la flora microbiana se encuentra suspendida, “libre” dentro del líquido en tratamiento en forma de “flóculos”, que luego del proceso de depuración, se separa del líquido residual tratado por sedimentación, para ser reutilizados nuevamente al inicio del tratamiento.
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