ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Pobreza, determinante social de mayor relevancia para la salud


Enviado por   •  11 de Enero de 2017  •  Ensayo  •  2.309 Palabras (10 Páginas)  •  380 Visitas

Página 1 de 10

“Pobreza, determinante social de mayor relevancia para la salud”.

Yonatan Luna Mireles

“De espaldas al futuro estudie las estadísticas y los planos de los pisos, y todo

confirmaba lo que ya sabía: que estamos en el mismo bote. Pero el pobre será el

primero en ahogarse”. Magnus Enzensberger.

Desde el siglo XVIII diferentes autores de la medicina social y la salud pública ya habían establecido una relación de importancia entre la pobreza y el estado de salud de la población. Sin embargo, no es hasta que Johann Peter Frank, en su discurso denominado “De populorum miseria: morburum genitrice” (La miseria del pueblo, madre de las enfermedades) ofrecido en Italia en la Universidad de Pavía en 1790[1], que se brinda un análisis más concreto y sustancial de las condiciones de vida de la población, y enmarca  la diferencia de enfermedades entre el estrato social más pobre y desprotegido y la clase social adinerada de la época.

Pese a los grandes avances industriales, tecnológicos y médicos que se han alcanzado desde esos años, la brecha existente entre los más pobres y la población más rica ha crecido en proporciones descomunales. No solo eso, el número de pobres a nivel mundial también ha aumentado año con año. Esta condición no benéfica no solo afecta a las personas que sufren esta precariedad, sino es un fenómeno social bastante amplio que repercute directamente en el nivel económico y el nivel de desarrollo de una nación.

¿Pero… por qué se ha exacerbado este fenómeno, si ya desde el siglo XVIII se contemplaba y estudiaba a la pobreza como “la causa de las causas” de las patologías en la población? ¿Acaso no se han efectuado estrategias para mitigar o cambiar estas circunstancias desde esas fechas? Sería irresponsable y a la vez obstinado pensar que en la actualidad no se efectúan estrategias encaminadas a combatir la pobreza. Al menos, y para el caso de México, existen múltiples programas que tienen como principal objetivo el reducir la pobreza en población afectada y vulnerable. Sin embargo, estas estrategias han resultado insuficientes. ¿Qué podemos realizar ante este panorama? Previo a emprender una solución debemos de comprender el problema y conocer el contexto actual del fenómeno.

La ONU define a la pobreza como: “la condición humana caracterizada por una privación severa de necesidades humanas básicas, incluyendo alimentos, agua potable, instalaciones sanitarias, salud, vivienda, educación e información. La pobreza depende no sólo de ingresos monetarios sino también del acceso a servicios”[2] ; para Deleeck, esta privación “…no se limita a una dimensión, (…); se manifiesta en todas las dimensiones de la vida como la vivienda, la educación y la salud.¨[3] Tomando en cuenta estas “dimensiones”, se puede ser pobre ante la ausencia de alimento, la ausencia de una red social de apoyo, ante la falta de cohesión social, de trabajo o bien de seguridad social.

Sin pretender caer en conceptualizaciones, encuentro tres elementos clave para el estudio del fenómeno de la pobreza como un determinante social de la salud:

  • Las personas que la padecen no satisfacen oportunamente sus necesidades o requerimientos básicos (alimentación, vestido, vivienda). Así mismo no cuentan con acceso a servicios y/o recursos (educación, salud, agua potable, luz eléctrica etc).
  • La presencia de los requerimientos y el acceso a los servicios, por sí solo, no exime a la persona de un estado carencial. Es fundamental que estos requerimientos y servicios sean de óptima calidad para que la persona satisfaga su necesidad.
  • La insatisfacción de las necesidades de la persona la predispone a posibles cambios en su salud. Esta precariedad de elementos genera en los individuos una “vulnerabilidad” ante algún evento imprevisto.

Veamos un ejemplo de lo mencionado anteriormente: sorprenderá tal vez que pese a que una persona cuente con los servicios de salud (seguridad social) este individuo forme parte de la población vulnerable en el país. Recordemos que no sólo es contar con el servicio, sino que este debe de ser otorgado de forma efectiva y además cubra las necesidades de salud del individuo. Si el servicio brindado es deficiente o bien no satisface las necesidades entonces… ¿este individuo se le clasificaría con un grado de pobreza?

Para responder a esta pregunta, es necesario conocer de qué forma es que se cuantifica el fenómeno. Anteriormente,  la perspectiva hacia la pobreza era unidimensional, es decir, se fundamentaba específicamente en el ingreso “como aproximación del bienestar económico de la población”[4]. Este carácter “unidimensional” le ofrecía características  limitantes debido a la naturaleza múltiple del fenómeno, y por lo cual, “no puede ser considerado, única y exclusivamente, por los bienes y servicios que pueden adquirirse en el mercado.”[5] Por tanto, la pobreza debe estudiarse desde un plano multidimensional.

En México, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), es el organismo encargado de efectuar los lineamientos y criterios para determinar la medición de este determinante social. Los elementos que se contemplan en la dimensión multidisciplinaria de la pobreza son:

  • Ingreso corriente per capita
  • Rezago educativo promedio en el hogar
  • Acceso a los servicios de salud
  • Acceso a la seguridad social
  • Calidad y espacios de la vivienda
  • Acceso a los servicios básicos en la vivienda
  • Acceso a la alimentación[6]

Para efectos de medición, se considera población en pobreza a aquellas personas  que tienen al menos una carencia social y cuenten con un ingreso per capita menor a $2542.13 pesos para la población urbana, y $1614.65 pesos para población rural. Respecto a la población clasificada en pobreza extrema, se considera 3 o más carencias sociales ademas de un ingreso menor a $1242.61 pesos en el ámbito urbano y $864.25 pesos en zonas rurales[7].

Los útlimos resultados presentados por CONEVAL demuestran la magnitud de la pobreza en México y nos brinda un panorama sombrío. El porcentaje de pobreza ha aumentado, esto con relación a los resultados obtenidos en 2012, que paso de 53.3 millones de individuos en pobreza, a 55.3 millones de pobres en el año 2014, teniendo un ritmo de crecimiento de un millón de personas por cada año. De esta cantidad de pobres, 11.4 millones de personas se clasifican en población en pobreza extrema.

Ubicar las causas del incremento de la pobreza en la población mexicana es un tema  bastante amplio. Algunos elementos actuales que debemos de contemplar para explicar este aumento en la pobreza, son las condiciones económicas mundiales, la constante devaluación de nuestra moneda, la inflación; las estrategias y reformas mal estructuradas, los programas insuficientes, la política excluyente de los tomadores de decisiones para con los sectores afectados por la pobreza y la insuficiencia del sistema de salud mexicano para otorgar servicio de salud eficiente y eficaz a toda la población, entre otros elementos. Así mismo, debemos de contemplar que el fenómeno de la pobreza conforma la estructura de un círculo vicioso.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (16 Kb) pdf (115 Kb) docx (397 Kb)
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com